¡Otra vez mi corazón!

¡Esas son mis amigas!

No se cuánto tiempo pasé sentada viendo el dibujo, pero creo que fue mucho, porque Lina y Clara llegaron a donde yo estaba sentada en el suelo, me miraban muy extrañada.

-Parece que hubieras visto un fantasma!- me dijo Lina con cara preocupada.

Lo único que pude hacer fue girar la hoja de papel que tenía en mis manos para que ellas lo vieran, las dos abrieron los ojos como platos y se taparon la boca para no gritar del asombro.

-¿Quién te dibujó?- Escuché la pregunta en coro, Clara tomó la hoja en sus manos, mientras Lina me ayudaba a levantarme. -¡No lo sé!- Susurré mientras bajaba mi mirada recordando lo grosero que fue ese chico.

-¿De dónde sacaste esto?- Preguntó Lina señalando la hoja. -¡¡¡No!!!- Dijo casi gritando Clara, -Tú eres mi amiga, y por favor prométeme que no te acercarás a ese chico!, prométemelo!- Decía Clara de una forma más tierna mientras limpiaba una lágrima que se me escapó. -Te lo prometo, no me acercaré a ese imbécil! - Solté con furia y con dolor.

Clara y Lina se miraron preocupadas, -¿Te ha hecho algo ese tipo?-, -No Clara, no es nada- Le respondí un poco más tranquila, -¿Me acompañan a mi casa?, quiero desestresarme un poco.- , -¡Vamos!- Respondieron Clara y Lina al tiempo.

Llegamos a mi casa, mis padres están de viaje así que les dije a mis amigas -Siéntanse como en casa- , aún sabiendo que yo no debería decirles eso a ellas, -Ya vuelvo, voy a darme un baño-, les dije mientras dejaba mis zapatos y mi chaqueta en mi cuarto.

Al soltar la chaqueta, salió del bolsillo la hoja arrugada que tenía ese dibujo perfecto de mí misma, la tomé mientras caminaba al baño, abrí el grifo de agua caliente para llenar el jacuzzi, cuando estuvo lleno, me desnudé y me metí en el agua sintiéndo ese alivio para mi cuerpo; allí sentada miraba mi retrato -¿Por qué me ha dibujado?, ¿por qué se porta así conmigo?- Daban vueltas en mi cabeza esas preguntas.

Después de un rato, comencé a escuchar mucho ruido, así que tuve que salir de mi baño, vestirme y cuando llegué a la sala de mi casa encontré a dos locas que se estaban bebiendo el whisky que encontraron y tenían la música a todo volumen; no pude contener la risa mientras ellas me ofrecían un vaso lleno de licor con hielo.

-Hoy es viernes, así que nos vamos a divertir!! - Trataba de decir Lina mientras nos reíamos las tres.  -Ya llegó el taxi- dijo Clara corriendo la cortina de la ventana; y me sacaron sin saberlo de mi propia casa!