the devil is back ;

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Calum:

—Ya me quiero ir a casa— Dijo Michael quejándose, lo habia despertado para que me acompañara a dejar volantes por toda la cuidad.

Que buen amigo es.

—Deja de quejarte Michael—Tenía hambre. Un sonido me sacó de mis pensamientos, tomé mi celular y una foto de Angela dormida apareció en mi pantalla. Sonreí para mi.

—Hola, ¿Cómo te está yendo?—Angela habló.

—Ya me canse de repartir volantes, Michael está muy emocionado entregándolos—Mi mirada se dirigió a Michael, este me levantó el dedo del medio. —Ya llevábamos mas de dos horas y nadie se ve interesado.

Escuché como soltó un suspiro de decepción —Si no te preocupes, ya váyanse a casa.

—¿Segura?

—Súper segura, ya me voy porque llegó una cliente. Te veo en la tarde  bebé.

Y colgó.

Suspire y voltee a ver a Michael, con un ademán o indique que se acercará y el lo hizo con flojera.

—Ya podemos irnos— Él fruncio su ceño.

—Pero aún no vimos a nadie interesado,

—Angela dijo que lo dejáramos.

Ambos rendidos tomamos los folletos y nuestra dignidad y nos fuimos de ahí. Yo hacía la floreria y Michael a cualquier lugar.

Cuando llegue al local pude ver a Ángela creando un arreglo floral con tan sólo girasoles. Se miraba hermosa. Suspire con una sonrisa en el rostro y entré haciendo sonar la campana de la entrada.

Ella inmediatamente dirigió su mirada en mi dirección y sonrió a medias. Me acerquéa ella y la besé sin perder el tiempo.

—Hola—Saludé y ella con una tímida sonrisa se apartó de mi.

—¿Y Michael?.

Me encogi de hombros. —No lo se, no me dijo a donde iba.

En realidad sabia que por dentro se moría por preguntarme si vi a alguien interesado en el empleo pero no lo hacia porque ella misma sabia la respuesta tan solo yo tenia que hacerlo seguro y aumentar su decepción. Sé que este tema la está atormentando mucho porque ella sola no puede y es una carga que vino a su vida de un día para otro.

Así que, simplemente me acerqué y la abrace, ella soltó un suspiro y envolvió sus brazos alrededor de mí mientras escondía su cara en mi pecho. Besé su cabeza y di caricias reconfortantes en su espalda haciéndole saber que estoy aquí para ella. No me iré, nunca.

—¿Qué voy a hacer?— la escuché decir con voz distorsionada a causa de sus palabras chocan con mi cuerpo.

—¿A qué te refieres?

—¡A la florería!— exclamó alejándose de mi. —No puedo con esto sola Calum— bufó frustrada.

—Verás que vendrá alguien, amor. Lo sé.

Mordió su labio con nerviosísimo y se sentó en el piso como solía hacer en ocasiones. Imite su acción y me senté a un lado de ella mientras ambos veíamos la pared de enfrente sin ningún motivo.

Esperaba de todo corazón que alguien apareciera por esa puerta interesado en ayudar a Ángela con la florería, no le vendría mal una ayuda con el local. Además, creo que ella trae algo en mente que no la deja concentrarse completamente en la florería.

Flower shop «CthWhere stories live. Discover now