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Estabamos demasiado aburridos.

Mi padres nos habían encargado hacer el aseo de la casa y Michael, Ashton y Luke habían salido espantados quedando solamente Calum y yo a cargo.

—Estos pendejos.—me queje en voz alta mientras pasaba el trapeador por debajo de la mesa.

Calum me informó que había terminado con la cocina mientras Ana se había ofrecido a limpiar los baños, ay como la amo.

—Wey, mi mamá me llamó y tengo que estar en la casa o sino me va a chingar—Dijo Ana. —Pero ya terminé de limpiar los baños, solamente me faltaron los espejos.

—Gracias wey, es que estos pendejos salieron corriendo.

—Pinches nenas wey, más Michael.

Ana se despidió de Calum y salió corriendo de mi casa. Suspire y termine de trapear para después subir al baño con un trapo y el líquido para limpiar cristales.
Bufé por quinta vez y comencé a limpiar el espejo del baño mientras me ponía ligeramente de puntitas al no alcanzar del todo.

Unos segundos después sentí unas manos en mi cintura y respiración suave en cuello.

—Que hermosa eres.—un murmullo se coló por mi sentido del oído y reí por las cosquillas. Este  cursi.

—Estoy toda fodonga.—él soltó una carcajada y me abrazó completamente envolviendo mi cuerpo con sus brazos.

De pronto, sentí algo...un intruso rozando mi espalda baja. Ahogue un gemido y recargue mi espalda en el pecho de Calum.

—Te quiero tanto.—susurra en mi oído con voz ronca.

Con agilidad volteo mi cuerpo y estampó sus labios con los míos. Nos adentramos en un beso fuera del prototipo del que ya estábamos acostumbrados, no pude resistirme y mis manos rápidamente fueron a su cabello y sus caricias permanecían en mi cadera.

Estaba consciente que estamos solos y cualquier cosa puede pasar.

Él me incito a saltar y colocó mi cuerpo en la esquina del lavabo, definitivamente deberíamos parar ahora. Sus besos ahora estaban en mi cuello de la manera más delicada y suave que he presenciado jamás.

Jadee y sin siquiera darme tiempo de reaccionar levantó mi cuerpo llevandome con torpeza a mi habitación. Cuando llegamos me dejó caer en mi cama y se posicionó entre mis piernas, sus manos ahora en mis muslos, sus labios peleando con los míos y yo intentando sacar su playera del camino.

—Necesitamos parar.—solté pero aún así no deje de besarlo.

—¿Quieres parar?—cuestionó mientras sus dedos ya se encontraban en mi abdomen.

—No, no quiero.

Me deshice de su playera y pude admirar su piel tan suave, y su tono tan hermoso así como sus tatuajes. Él no se quedó atrás e intento igualmente sacar mi blusa de tirantes del camino pero lo hacía de una manera tan lenta que podía sentirlo como una mera tortura.

Acarició mi piel y dejó besos por mis hombros y clavículas para después quitar mi blusa por completo y lanzarla entre un lugar desconocido para mi vista.

Oops. Olvide que no llevaba brassiere.

—Oh mierda...—lo oí susurrar por lo bajo.

Lo único que sentía ahora era sus ágiles dedos en mis pechos, dónde se encargaba de llevarme a las nubes. Ahogue un grito cuando ya su pantalón de pijama no estaba en él. Dios, se marca tanto. Ayuda.

Bajó sus besos desde mi hombro derecho hasta por debajo de mi ombligo y ahí se mantuvo, sus manos temblorosas y su inseguridad al no saber si quiero que se deshaga de esa prenda.

—Hazlo, deja de jugar.—murmure con dificultad.

Por fin se ánimo a bajar mi delgado pantalón de pijama dejándome con mi bragas expuestas. No sé si deba pararlo, (bueno ya está pero hablo de otra cosa) No sé si esto es demasiado apresurado. Solo sé que quiero a Calum de todas las maneras posibles e imposibles.

—Angela.—llamó mi atención y con la respiración acelerada le mire.—Gracias por hacerme tan feliz.

Sonreí y le miré totalmente embobada.

—Pero no hay condones—reí por su estupidez y señale el baño dónde mi papá guarda los condones que me llegaron a dar cuando recibía pláticas acerca de los métodos anticonceptivos.

Se paró rápidamente y corrió hacia allá en busca de uno mientras yo me incorporaba en la cama tratando de buscar una posición cómoda para ambos. Calum apareció con el preservativo en mano y solamente en boxers, mierda, juro que podría admirarlo todo el maldito día...me encanta tanto.

—Eres tan hermosa, tan irreal, me encantas y quiero que sepas que soy totalmente tuyo.—besó mis labios esta vez con delicadeza.

No sé qué hice para merecerlo, lo juro.

Se colocó el condón y después volvimos a la posición de antes pero de una manera más cómoda. Lentamente nos deshicimos de mis bragas y ahora si...ambos al descubierto el uno del otro.

—No seré rudo, lo prometo.—Sonreí y asentí.

Me besó las mejillas, mi frente y mi nariz para después introducirse lentamente en mí. Gemi y arquee mi espalda haciendo que nuestros pechos choquen. Ambos nos quedamos quietos y abrazados por un largo momento.

—No quiero que este momento termine.—hable cerca de su oído y besando brevemente su linda mejilla.

—Te amo, recuerdalo siempre mi amor.—susurró y a continuación comenzó a moverse lentamente.

Debía admitir que sabe lo que hace pero, ni siquiera puedo pensar en eso cuando siento esta hermosa conexión entre nosotros.

(...)

Pasé una vez más mi dedo por su abdomen y subir hasta su clavícula. Lo miré con una gran sonrisa en el rostro e imite su acción.

—Eres tan linda.—sentí un leve sonrojo.

—Lo dices porque estoy desnuda.—él solamente rió.

—Es una de las razones, pero, tú siempre estás linda.

Llevamos bastante tiempo abrazados completamente desnudos olvidando el mundo exterior encerrandonos en nuestra propia burbuja.

—Oye...—iba a hablar pero algo me interrumpió. El sonido de la puerta.

—Angela ¿donde estás?—escuche la voz de mi mamá.

—En la madre!—

Gracias a mi bebita calumsgroupie00  por ayudarme en este capítulo te amo bebe

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