CAPITULO 53

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Cuando cruzamos, Owen se llevó a Erwen a su habitación para vestirlo. Me extrañó tanto silencio y tranquilidad, pero se supone que Yei abrió el portal ¿Dónde está? ¿Y mis padres?

Comencé a inspeccionar los alrededores, me alarmó ver sangre en una de las blancas paredes, al seguir el rastro me encontré con Yeialel tendida sobre el suelo. Corrí hacia ella, se encontraba boca abajo, me espanté al notar la prominente herida en su abdomen.

-Yei, ¡Oh por Dios! –Exclamé colocando mis manos sobre la herida pero por más que lo intenté no pude curarla.

-¿Qué sucedió? –Owen se acerca a mí con Erwen a sus espaldas, el cual, al ver el estado del ángel, al igual que yo coloca sus manos sobre ella pero tampoco puede sanarla.

-Magia negra, no hay nada que yo pueda hacer, este poder, anula los míos.

-No. –Expresé sosteniendo a Yei quién lucía pálida.

-Escucha Jade. –Comenzó a hablar. –Ellos estuvieron aquí, Asmodeo y Tamiel, no sé cómo entraron al Limbo pero tuvieron acceso. Nos tomaron por sorpresa...... -Hace una pausa. –Obligaron a tu padre a entregarles las llaves, amenazaron a tu madre y hermano, él no tuvo otra opción, mataron al que las custodiaban. –Cristalinas lágrimas surcan sus pálidas mejillas.

-¿Dónde están mis padres? _Consulté temiendo la respuesta.

-Se los llevaron como garantía de que no interferirías. Jade logré rescatar a Adriel lo envié con Sebastián y Mara.

Esto no estaba pasando, tenía que ser una maldita broma, y una de muy mal gusto. Mi peor pesadilla se hacía realidad, tenían a mis padres, en mi visión ellos morían al igual que Owen y era cuando yo decidía liberar al Tenebroso. ¿Sería posible que se cumpliera?

-Jade. –Yei levanta su mano tocando mi mejilla, yo la sostengo entre la mía. –Busca a Adriel y Anael, necesitas ayuda. –Vuelve a ver al Fénix. –Lo trajeron. –Afirma. –Es un poderoso aliado ¿Prométeme que lucharás con ellos? –Se dirige a él.

Erwen asiente, su semblante está inexpresivo, ninguno esperábamos esto. Yei expira en mis manos, su cuerpo se convierte en una luz muy potente que se desvanece.

-No, no, no. –Repito sosteniendo el aire y llorando, con el dolor clavado en mi interior. –Esto no está sucediendo. –Agrego entre sollozos.

-Jade debes ser fuerte, hallaremos la forma que rescatar a tus padres.

-Sí, ¿Cómo? ¿Explícame cómo Owen? –Alego alterada y poniéndome de pie. –Todo está perdido, ellos tienen a mis padres y las llaves, ¿Por qué? ¿Por qué el Supremo permitió esto? –Golpeo la pared con rudeza, lastimando mi puño.

-Jade, no desfallezcas, no hemos atravesado tantas cosas por nada.

Comienzo a reírme como desquiciada, mientras que la desolación se apodera de mi ser. Owen trata de acercarse pero se lo impido.

-Quizás si hablamos con la Pitonisa. –Sugiere él.

-Ya ella me dijo lo que debía saber, ya sé lo que viene, mis papás están muertos y tú también. Yo me convierto en la mano derecha de Luzbel, simple, mi futuro está trazado.

-No digas eso, no seas tan pesimista, yo aún estoy aquí, y no puedes afirmar lo de tus padres, pero puedo averiguarlo.

-¿A qué te refieres? –Inquiero.

-Soy mitad demonio ¿Recuerdas? Iré al inframundo, indagaré sin que me vean.

-No. –Contesto de inmediato. –Es una pésima idea.

-Es la única opción. –Me sostiene.

-No. –Lo abrazo fuerte, no lo iba a perder a él también.

-Perdonen que interfiera en su conversación. –Dice Erwen. –Pero Owen tiene razón, me refiero a que no puedes adelantar hechos. Soy muy antiguo y algo que he aprendido, es que nada es seguro, tú tienes el poder de cambiar las cosas Jade, eres la llave, la verdadera llave. Estás actuando como el Oscuro lo desea, no permitas que la angustia anide en tu corazón, si lo haces, él ya habrá ganado.

Analicé las palabras del fénix, tenía razón, pero la desesperación me nublaba la sensatez.

-Haz lo que te pidió el ángel. _Continua. –Llama a los otros, lamentándote no resolverás nada.

Owen acarició mi cabello, aspiré su aroma, no es como si oliera a algo en específico, era él, su esencia.

-Está bien. –Agrego todavía no muy convencida. –Adriel, Anael, los necesito, vengan, escuchen mi plegaria.

A los segundos dos cuerpos de materializaron en frente de nosotros. No sé por qué pero apenas los vi, corrí a los brazos de Anael abrazándolo. Lo conocía desde niña, más que un ángel guardián era mi amigo.

-Jade, lo lamento. –Coloca un beso en mi cabeza. –No entendemos qué ocurrió, mis colegas están investigando.

-Eso no importa ahora, Anael tienen las llaves y a mis padres.

-Lo sé, tenemos espías y tengo buenas noticias. Encontramos el lugar donde los ocultan, estamos montando un grupo de rescate.

-Quiero participar. –Me ofrezco.

-Me temo que no puedes, tus sentimientos están muy implicados, será mejor que te abstengas de acompañarnos.

-¿Qué? ¿No hablarás en serio? _Espeto molesta y separándome de golpe.

-Jade te quiero como a una hija, te vi crecer, te enseñé todo lo que sabes, pero eres igual de terca que tu madre. ¿Los quieres de regreso? deja que nos encarguemos. Además tengo otra misión para ustedes.

-"Misión". –Repito.

-Tratamos de ubicar las llaves, por el momento tienen prioridad, te prometo que traeremos a Reivel y Agatha con bien, pero requiero que tú te concentres en buscar las llaves, ¿Comprendes?

-¿Y cómo hallarlas? Es como buscar una aguja en un pajar.

-No si tomas en cuenta la idea de Owen, él es el único que puede averiguar su paradero.

-No, me opongo y no está sujeto a discusión.

-Jade, no depende de ti y lo sabes, no tomes decisiones por mí.
–Responde mi demonio y algo en mi interior se rompe. –Lo haré.

-Bien. –Contesta Anael mirando a Adriel quién hasta ese momento se mantenía en silencio.

-No lo entiendes. –Le indico a Anael. –Yo lo he visto, lo que va a ocurrir.

-No, viste lo que podría ser, no lo que es, ten fe Jade, solo te pido eso.

Para él era muy fácil decirlo, para mí no tanto asumirlo, me sumergía poco a poco en un fango profundo, quería tener fe, pero cómo lograrlo cuando tu corazón albergaba dolor y pesadumbre. Quise orar pero no pude, estaba molesta con Dios, algo en mi interior intentaba hacerme entrar en razón, pero lo ignoré. Nuevamente me encontraba en una encrucijada y aunque deseaba tener el optimismo de mis amigos, mi destino no pintaba bien.

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Holaaaaa, ¿Cómo están? Yo, bueno esperando 26 de noviembre con ansias. Acá les dejo otro capi improvisado, no lo revisé, perdonen si se me va con algún error de ortografía o redacción. Lamento que sea tan corto, pero peor es nada. 😅

Hasta la otra semana, saludos.

Luz y TinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora