—Oh, claro —responde ella.

Luego escucho el sonido de las teclas del ordenador. El silencio reina en el lugar, a excepción de unos llantos que se escuchan a lo lejos por el largo pasillo. Solo me quedo observando ese camino, sin ganas de querer caminar sobre él. Vuelvo a sorber mi nariz, ya perdí la cuenta de cuántas veces lo he hecho, me giro con los brazos cruzados hacia la mujer y Daron. Ella busca con la vista en la pantalla, hasta que al parecer encuentra lo que está buscando. Mi corazón parece tener vida propia, porque ha abandonado mi cuerpo.

—Lucas Chardin —dice ella—. Sí, se encuentra aquí —continúa y mira a Daron, insegura de querer seguir hablando cuando sus ojos se posan sobre mí—. Hace un par de horas que el cuerpo ha sido traído por el hospital, ¿ustedes son familiares? —Pregunta.

—Ella es su hija —Le responde el ángel.

—Entiendo, por ahora no podrán ingresar a reconocer el cuerpo, porque todavía no termina el procedimiento de autopsia —explica, pero apenas escucho su voz—. Además, necesitamos el certificado de defunción firmado y algún documento que acrediten que ella es familiar, para que puedan ver el cuerpo y les sea entregado.

—¿Dónde conseguimos ese papel? —Pregunta Daron.

—Debemos ir al hospital —musito y él voltea a verme.

—El cuerpo lo trajeron del Centre Hospitalier Bourgogne, deben pedir ahí el acta y traerla legalizada —agrega la mujer.

Limpio mis ojos de los restos de lágrimas que han quedado y la miro.

—¿No hay ninguna posibilidad de verlo ahora? —Ella niega con la cabeza y el corazón se oprime cada vez más en mi pecho—. Solo quiero despedirme... —digo en tono de súplica.

—Nathalia... —escucho la voz vaga de Daron y dirijo mi mirada hacia su rostro—. No tiene que ser hoy, ha sido suficiente.

Sus ojos verdes me observan con lástima y me odio, porque no me gusta llorar frente a nadie.

—Lo siento señorita, pero no puedo ayudarla hasta que traigan los papeles.

Aprieto los dientes y cierro los ojos para no perder el control. Sin duda este ha sido el peor día de toda mi existencia. No podré ver el cuerpo inerte de mi padre y todo por unos malditos papeles. Peino mi cabello desaliñado, enterrando los dedos de mis manos, en los millones de hebras. Quiero despedirme de él, quiero pedirle perdón, aunque sea demasiado tarde.

—Vamos al hospital.

—Nathalia... —El tono de Daron me suena a advertencia.

—Será hoy —El mío suena a decisión—. No mañana, no después. Será hoy.

Él solo se limita a mirarme sin ninguna expresión en el rostro, más en sus ojos la lástima es palpable. Asiente levemente, dando la aprobación a mi decisión. Miro una última vez a la mujer que nos observa en silencio. Una vaga sonrisa se dibuja en su rostro, pero yo no tengo los ánimos para devolvérsela. Me giro sobre mis talones para salir cuanto antes de ese lugar y si Daron me sigue, no me doy cuenta.

El hospital está repleto de gente y las voces de la muchedumbre que se encuentra regada por los pasillos, me parecen tan molestas en estos momentos. Camino de forma apresurada por el corredor, en donde veo gente sentada llorando y lamentándose, justo como estoy yo. Otras están esperando impacientes y los doctores con sus batas blancas y trajes azules se pasean entre ellos. Busco con mis ojos en donde puede estar la recepción o el mesón de informaciones, hasta que doy con ella. Me acerco tan rápido como me es posible, casi corriendo. Dos mujeres mayores dejan de reír y mirarse cuando se percatan de mi presencia.

—Hola —digo en cuanto capto su atención—. A un hombre llamado Lucas Chardin lo trajeron a este hospital.

Hablo afligida y conteniendo el dolor que quema mi garganta. Cierro los ojos unos segundos para respirar antes de continuar.

—Necesitamos el acta de defunción —interviene Daron.

Abro los ojos y lo encuentro a mi lado, lo observo mientras me devuelve la mirada. Vuelvo mi vista hacia las mujeres, una de ellas se da la vuelta para continuar con lo que sea que estaba haciendo antes de que yo llegara. La otra nos mira y sonríe.

—Deben dirigirse al área de medicina forense —Nos indica en un tono demasiado amable—. Ahí debes dar los datos de la persona y te harán firmar la defunción.

—¿Eso dónde está? —pregunto.

—Al final de este pasillo, debes girar a la izquierda.

—Gracias.

Me doy media vuelta y continúo mi camino por el largo y ancho pasillo. Las mezclas de olores inundan mis fosas nasales y es desagradable; alcohol, desinfectante, cloro, sangre humana y lo que supongo es penicilina; siento que mi presión arterial empieza a bajar a causa del desagradable hedor y la oscura tristeza que me está desgarrando el alma. Me inclino hacia un lado para apoyarme en la pared y no desplomarme en el suelo.

—¿Estás bien? —Una voz preocupada retumba a mi lado —niego con la cabeza.

Intento que mi visión borrosa, el mareo y las náuseas que me están provocando este malestar, desaparezcan. Me siento débil y a punto de caer en un síncope. A través de mis ojos empañados, diviso a Daron que deja que me apoye en sus brazos.

—Te dije que esto puede esperar, es suficiente —dice a modo de reproche, pero niego y aprieto los ojos.

Las imágenes bailan frente a mí y comienzo a escuchar las voces y al ajetreado gentío lejanos en mis oídos.

La debilidad que invade mi cuerpo no me deja ni siquiera abrir la boca para exhalar. Los párpados empiezan a pesarme. No quiero desmayarme, solo quiero ver a mi padre y deshacer la culpa que siento en mi alma.

—Te sacaré de aquí.

—No te atrevas... —Le advierto arrastrando las palabras.

—¿Qué le sucede?

Una tercera voz se une y puedo distinguir la bata blanca y el cabello negro de alguien más.

—Me siento mal —musito con la boca repentinamente seca.

—¿Puede cargarla? —pregunta el hombre y supongo que se dirige a Daron.

—Sí.

—Sígame por aquí.

Ya no sé dónde estoy, me siento confundida, aturdida. Entonces pasa, los ojos se me cierran de a poco hasta que todo frente a mi queda en un deslucido y sombrío color.


━━━━━━━━━━━━ ⸸ ━━━━━━━━━━━━

Por favor, apóyame en redes sociales también ♥

Por favor, apóyame en redes sociales también ♥

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Daron, un ángel para Nathalia © [Libro 1]✔Where stories live. Discover now