Es lo mejor

4.5K 431 165
                                    

Ciel Phantomhive Pov

Desperté con los brazos de Claude rodeando mi cintura. El contacto con su piel desnuda me producía un calor reconfortante, más que nada era agradable, mientras sentía su suave respirar contra mi nuca, erizándome los bellitos de la zona. Inevitablemente suspire, indeciso sobre si debía moverme o permanecer en esta cómoda posición un poco más de tiempo, ya que desde el incidente —nombre con el que bautice el desastroso altercado con Sebastián—, Claude y yo llevamos una vida tranquila. Hemos regresado a nuestra amada monotonía.

Por la mañana nos levantamos, yo intento preparar algo para desayunar, aunque es él quien termina por cocinar para los dos, riendo discretamente de mi poca habilidad culinaria, después de eso, se marcha al trabajo y yo me quedo en casa o en todo caso, salgo a dar una vuelta, ya que justamente hoy regreso a la facultad luego de unas largas vacaciones. Y al final del día es cuando lo vuelvo a ver, cenamos algo sencillo o salimos a un restaurante —nada del otro mundo—, regresamos a casa y solo hay dos variantes, dormimos o hacemos el amor —el 90% de las veces ocurre lo primero—.

No es que me moleste la rutina o la monotonía en mi vida, más bien me incomoda el hecho de que entre nosotros todo haya regresado a como era antes, prácticamente fingimos que nada paso, dimos vuelta a la pagina y continuamos. Ni siquiera cambiamos la fecha de boda… la cual se celebrara dentro de veinticinco días a partir de mañana, justamente el catorce de Febrero —un estúpido día cursi—. Claro que mis padres se sorprendieron con la noticia de que él y yo seguíamos juntos, por lo que se vieron en la necesidad de pedir disculpas por mi comportamiento.

Me molesto, eso es un hecho, y me he preguntado si estoy haciendo lo correcto, pero entonces recuerdo las palabras de Sebastián y lleva razón. Es lo mejor. Una frase que se ha convertido en mi lema desde aquel día, la misma frase que me repito incesantemente, porque nunca deje de amar a Claude, nunca deje de sentir afecto por él, y lo que paso con su hermano fue un error guiado por un impulso, uno demasiado sexual producto del alcohol.

En ese momento, ambos sentimos una acuciante necesidad sexual y nos utilizamos mutuamente para satisfacerla, solo eso, no hay más. Sexo casual, una noche, el ligue del momento, un desfogue… hay una infinidad de títulos para referirse a lo que paso entre nosotros, por eso es que nunca hubo palabras llenas de sentimentalismo, ni caricias dulces plagadas de amor. Tan fácil como decir que será imposible buscar un sentimiento tan profundo entre dos desconocidos.

Es lo mejor, lo sé, lo siento, entonces ¿por qué mi pecho duele? ¿Por qué siento una necesidad absurda de llorar, de querer ir a buscarlo y arrojarme a sus brazos? ¡¿Por qué?! ¡Maldita sea! Él no me ama, él está casado, tiene una hija, un esposo, una vida y yo no entro en ella.

—¿Te sientes bien? —La voz ronca y adormilada de Claude, logra sacarme de mis pensamientos, al mismo tiempo que sus labios inician un camino de besos desde mi cuello al hombro—. Estas temblando, amor.

—No es nada —me gire acurrucándome contra su pecho.

—¿Seguro?

—Si…

—Bueno —suavemente, besa mi frente—, será mejor que te metas a bañar mientras yo preparo el desayuno, recuerda que hoy regresas a la facultad.

—Quiero quedarme en cama —protesto, mientras él se levanta, comenzando a vestirse.

—Es una pena, ya que iba a prepararte un postre por desayuno.

Sin decir más se marcha de la habitación, y vuelvo a cuestionarme si es lo mejor, sintiéndome en una maldita encrucijada, molestándome con Claude por perdonarme tan fácilmente, por volver a confiar en mí después de lo que hice. No hubo reproches, ni miradas acusatorias, mucho menos insultos, indirectas, nada. Creo que todo hubiese sido más fácil si él no me hubiera perdonado, pero entonces me recrimino por volver con él, como un punto de apoyo para mi fracturado ser.

Sexo casualWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu