Mi Imbécil. (Libro 1) [Finalizado]

Capítulo 49

Narra Luke

Descendí del coche con la cabeza gacha y me dirigí hacia mi casa. Cada paso pesaba más que el anterior, como si llevara el peso del mundo sobre mis hombros. Estaba exhausto y desesperado después de cuatro días de búsqueda incesante de Ashley junto a Matt y Charlie. A pesar de nuestros esfuerzos por mantener a los hermanos Harrison al margen de todo esto, sabía que Paúl y Logan también estaban buscándola por su cuenta. Cuantas más personas participaran en la búsqueda, mejor sería nuestra oportunidad de encontrarla.

Pero por más que buscábamos respuestas, ninguna aparecía. ¿Qué quería Axel con todo esto? Mi mente buscaba desesperadamente alguna explicación o algún motivo para sus acciones, pero siempre llegaba al mismo punto: nada. Y esa sensación de impotencia y frustración me carcomía por dentro.

–Hijo –resonó la voz ronca y dura de mi padre, interrumpiendo mis pensamientos. Fruncí el ceño y levanté la mirada, encontrándome con su gesto serio. Sin embargo, enseguida percibí el olor a alcohol que golpeó mis fosas nasales al acercarse. ¿Estaba bebiendo? Eso era extraño. ¿Qué había sucedido en mi ausencia para que mi padre recurriera al alcohol?

Al entrar en la casa, el silencio se cernió sobre nosotros como un manto oscuro. Era un silencio pesado, cargado de tensión y preocupación. Cada paso resonaba en el pasillo, creando un eco sordo que aumentaba mi ansiedad.

–Hola papá, ¿pasa algo? ¿Por qué estás bebiendo? ¿Dónde están mamá y Clarisse? –pregunté, escudriñando con la mirada a mi hermana y a mi madre.

Mis ojos se encontraron con los suyos, enrojecidos y vidriosos. Me preocupé; mi papá nunca bebía al punto de emborracharse.

–Las perdí... Perdí a gran parte de mi familia... No me dejes tú también –susurró entre sollozos. Lo miré con desconcierto y preocupación.

¿Qué quiso decir con que perdió a su familia?

–¿De qué hablas, papá? ¿Le pasó algo a mamá? ¿A Clarisse? –pregunté, comenzando a sentirme asustado. Esto no me está gustando.

–Ellas se fueron —tragó saliva–Tu madre dijo que necesitaba pensar y que no podía hacerlo conmigo aquí –sollozó– Tomó todas sus cosas, las de tu hermana y se fueron... -cayó de rodillas al suelo y se cubrió la cara con las manos.

Mis ojos se abrieron de par en par ante las palabras de mi padre. ¿Mi madre se había ido? ¿Y Clarisse también? La sensación de incredulidad me golpeó como una ola, dejándome sin aliento. Nunca me habría imaginado que algo así pudiera suceder en mi familia.

–¿Qué quieres decir con que se fue? ¿Por qué no lo impediste? –mi voz sonaba más alta de lo que esperaba, llena de confusión y desesperación. Mi padre levantó la mirada hacia mí, sus ojos inyectados en sangre reflejaban una profunda tristeza y arrepentimiento.

–Lo intenté, Luke. De verdad que lo intenté –sus palabras salían entrecortadas entre sollozos. Respiré hondo, intentando controlar el torbellino de emociones que se arremolinaban dentro de mí.

–¿Qué pasó, papá? ¿Por qué se fueron tan repentinamente? –pregunté, aunque temía escuchar la respuesta. Mi padre se levantó lentamente del suelo, apoyándose en la pared para mantenerse en pie. Su expresión era una mezcla de dolor y desolación.

–Ella... Ella descubrió algo que... que nunca debió saber. Algo que... que cambió todo –las palabras de mi padre se desvanecieron en un susurro apenas audible. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, lleno de temor por lo que vendría a continuación.

Observé cómo sus hombros subían y bajaban por los sollozos que cada vez se hacían más fuertes. Tragué saliva y me acerqué, puse una mano en su hombro y me agaché a su altura.