A la Medida.

Capítulo 41.

LYLA.

“¡Hey Lyla Cowell!” “Lyla Cowell” “¿qué me cuentas Lyla Cowell?”
Son las voces que llegan a mi mente en conjunto a imágenes.
En una lo puedo ver sonriendo después de jugar un partido de fútbol, en otra esta siendo atacado por mi prima y me pide ayuda, en la que sigue esta entrando a su hogar y me mira.

Frente a mi se encuentra un hombre de unos veintidós, de cabello largo hacia arriba y pintado negro al ser en su pasado de castaño claro, sus ojos idénticos a los de Thiago me miran pidiendo una respuesta que claramente no se dar. Ni siquiera se que hace aquí o como llegó a dar conmigo. 
Una mano toca la mía y a mi lado se posiciona Nick, confundido y mirando al chico frente a nosotros.

—¿Se conocen? —preguntó mi amor, confundido por nuestra lucha de miradas.

—Es Tayron Parker. —suspire señalándolo con mi pulgar.

—Claro que se quien es Tayron Parker pero, no entiendo. —de pronto Tayron se acercó a mi y había olvidado que es bastante alto.

—Soy el tío de Tommy y Thiago —dijo mirando a Nick, luego me vio a mi y me convertí en un ser indefenso y pequeño —. Tú y yo tenemos muchas cosas que hablar, Lyla Cowell. No puedo creer lo que hiciste, es que...¡demonios! Estas demente, ¿como pudiste? —cruzó sus cejas, lo observe encolerizarse.

—¡Basta ahí, Tayron! —Nicholas se puso delante de mi lo que agradecí —. No tienes porque hablarle así a Lyla.

Ambos hombres están por discutir y decido centrarme y mirar a los dos enfurecida.

—Tú y yo tendremos la conversación, sí, pero no ahora. Iré a ver a mi hijo que es mas importante que quedarme a darte una explicación larga del porque me aleje. —sin mas que decir camine a paso rápido por los pasillos con ambos de cabello negro siguiendo mis pasos. Uno de cabello natural y otro artificial.

No pude evitar pensar en el pasado, donde Thomas y yo eramos sumamente felices, en donde íbamos a partidos de Tayron todos los jueves. Quien creería que ese chico delgaducho ahora se mantenía ejercitado.

—Soy la madre de Tommy Parker. —informe a una enfermera que me vio despreocupada.

—El niño, sí claro. En la habitación ciento cuarenta. —sonrió falsamente, note como su mirada esta detrás de mi y al voltear encuentro a un Tayron que le guiña el ojo y a un Nicholas que me pide explicación con su mirada —. Yo con gusto los llevare. —rápidamente se movió quedando al lado de nosotros, mas bien al lado de Tayron y Nicholas. Volteo mis ojos y sigo mi camino.

Un doctor algo joven nos mira y en sus manos tiene algo como una agenda.

—¿Familia de Tommy? —preguntó a lo que afirme con mi cabeza —. El jovencito no tiene nada grave, solo sufrió una torcedura de pie, pero leve. Se le han mandado a hacer placas que serán traídas en la tarde. Vuelvo y repito, el niño no tiene ningún problema con su pie, va a mejorar. —el doctor nos dijo todo lo necesario, le mostré mis dientes aliviada, mientras que Nick le da un apretón de manos. Tayron intenta quitarse a la enfermera de encima.

—Estas perdiendo el tiempo con él... Le gustan los doctores. —dije a la mujer que lo soltó y vio con terror. Nick rió un poco.

—¡Te has pasado Lyla Cowell! —gruñó Tayron a lo que acomoda su camisa.

No espere mas, abrí la puerta dándome entrada a una habitación blanca moderna, en cuanto mis ojos se centraron donde yacía Tommy, me apresure para tomar sus manos.

—Mi Tommy, estarás bien hijo. tanto. ¿Cuantos años se supone que tiene?

—Cumplirá once en unas tres semanas. —respondió Nick por mi.

—Disculpa, soy Tayron Parker.

—Ya lo habías dicho, Tayron. Es un gusto, Nick, solo Nick.

—¿Te molestaría dejarnos solos un rato, Nick? No quiero alejarme de Tommy. ¿Puedes llamar a Scott y ver si buscó a Thiago? —él asistió, beso cálidamente mi frente y se alejó.

—Me gustaría ver a cachorrito. —sonrió mirando a Tommy. Tayron llamaba a Thiago cachorrito desde muy bebé, decía que parecía un cachorrito por el simple hecho de que casi no habría los ojos cuando bebé.

—Lo veras. ¿Como diste con mi hijo?

—Estoy dando una donación al colegio, mientras caminaba por los pasillos lo observe jugar y quede embobado al mirarlo, es increíble su agilidad con el balón. También me tocó ver como un chico le metía el pie y se dejo caer al suelo sin derramar ni una lágrima. Veo que tiene nuestro carácter.

—Es tan idéntico a ustedes, le apasiona el fútbol.

—Por ahora estaré en Nueva York unos días luego me iré a jugar a Alemania con la selección. Quiero compartir estos días con ellos. No me lo prohibas, te lo suplico. —pidió, trague en seco.

—Si es lo que quieres, esta bien. —puse una mano en su hombro.

—Cuando te fuiste entró en una depresión, no sabes lo duro que fue ver a mi hermano mayor llorar todas las noches por sus hijos y su mujer, porque no sabía si su familia estaba bien, si comía o como estaba. Se hundió mas en ese mundo de drogas.

Thomas, no dejo de pensar en el día que me aleje de él. A pesar de que decía que nos amaba no era suficiente, tenia que verlo al anochecer transformarse en alguien que no era. Lo amaba tanto, me hacia reír, llorar, matarlo y luego besarlo. Así mismo me provocaba Thomas Parker. No estoy arrepentida de lo que hice, conocí a un maravilloso hombre que tengo ahora y a los que mis niños aman como si de su padre tratase. Era seguro de que ellos extrañan a su papá, Thiago me lo dijo tantas veces a excepción de Tommy que solo me dijo que mi felicidad era importante.

—Thomas destrozó mi vida, ¿si estabas al tanto de todo lo que me hizo? O corrección, nos hizo. Tommy en las noches tiene pesadillas con su padre, fue lo mejor que pude hacer.

—Lo lamento. Me entere muy tarde que Thomas les hacia eso pero si supieras, esta yendo a reuniones y un año de que esta limpio.

—Estoy muy feliz por él. Pero por favor, no le digas que nos has visto, o arruinara nuestra vida de nuevo.

—No puedo hacerle esto a mi hermano. Él sigue sufriendo por ustedes.

—Tayron...por favor.

—¡No Lyla Cowell! Él esta viviendo en un infierno. —alzó la voz haciendo que Tommy se removiera para abrir sus ojos.

—¿Dónde estoy, mamá? —preguntó viendo todo la habitación hasta fijar su mirada en los ojos marrones de Tayron.

—Estas bien, amor.

—¿Eres Tayron Parker?

—Sabes quien soy, campeón? —susurró despeinando su cabello; como lo hace Nick.

—Sí. Eres el tío Tay. —curvó sus labios hacia arriba en una sonrisa sin mostrar sus dientes.

Las ganas de llorar me inundaron al ver a tío y sobrino unidos después de años. Y a pesar del tiempo alejado mi hijo se acuerda de su tío perfectamente. Lo siguiente que mis ojos vieron me conmovió el alma, ambos unidos en un abrazo.

—Te adoro, campeón. —dijo él mirándome a mi con una sonrisa enorme.

Nota de autora.

Momento precioso. No la pegaron, era nada mas y nada menos que... ¡el tío Tayron! ¿creen que Tay deba decirle algo a su hermano?

¿De qué país son? Io soy de Venezuela, allá por punto fijo♥ saluditos desde acá.

#MOMENTOCAUTIVADOR.

Viene algo que, agggg:3
Los sorprenderá.