Capítulo 16.

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NICHOLAS.

La gran sonrisa en mis labios no se puede quitar, mirar jugar a ambos hermanos Parker me recuerda a mi y a mi hermano, cuando aun lo eramos. Cuando él me protegía de todos pero un día lo olvidó y mas nunca pensó en mi, cuando nos metíamos en la oficina de mamá a jugar gracias a que era una inmensa habitación y donde estaban todos nuestros juguetes, mi madre nos tenia allí corriendo y jugando mientras ella hacia los papeleos de papá.

Mamá, puedo recordarla. Una larga cabellera negra y unos ojos verdes tan bonitos. Siempre tenia palabras adecuadas que decir y donde quiera que llegara llamaba la atención, brillaba donde se paraba.
Pero algo sucedió, ella se fue. Jason Lowey, mi padre, dijo que había ido a hacer unos negocios en Canadá pero una semana después el semblante duro y frío de Jason se posó sobre la puerta y ahí, nos dijo que había que ser fuerte y que mamá no volvería porque el avión donde iba chocó y todos murieron pero...¿como le dices a un niño de ocho que perdió a su madre y que tenia que ser fuerte? No puedes, no es fácil. Mi vida empeoró, él la encontró a ella; y ella arruinó mi vida por completo. Mas nunca fui a ser el mismo desde que ella acabó conmigo.

Lyla llamó mi atención. Su rostro no tiene ninguna expresión, solo esta confundida. Giré mi cabeza para mirar en su dirección y lo vi a él; Christoper Duch, con una camisa de vestir y sus lentes de sol que no deja para nada.
Mi ceño se fruncio y la idea de que él vendría me molestó algo.
Duch está con un pequeño niño bastante parecido a él, con los cabellos idénticos y sus rostros.

—¿Lo llamarás? —pregunté volviendo a ella.

—No es necesario. —mostró una sonrisa en sus labios y al voltear lo vi parado detrás de mi.

—Se supondría que seria una sorpresa, bella —se acercó mas a nosotros y al estar frente a ella besó sus labios y de inmediato gire mi cabeza a otro lado y mis puños se cerraron.

Yo no puedo sentir celos de Christoper y Lyla. Yo tengo a mi pareja,no siento nada por Lyla para sentirme así, es ilógico.

—Amigo, ¿qué tal? —alzó su mano para que yo la estreche y aunque odiara todo de ese hombre no pude no hacerlo.

—Christoper —hipócritamente lo saludé.

—¿Y qué hacen aquí?

—Vinimos de almuerzo y los niños aprovechan el tiempo para divertirse.

—Ve al parque, a jugar —ordenó él al pequeño niño que sólo asintió con la cabeza para irse a paso lento hasta los niños.

—¿Llegaste a qué hora, Chris?

—Hace una hora, bella. —se sentó al lado de su novia —Pensaba ir hasta tu casa pero mi hermana necesitaba que cuidará de Christian y él quiso venir por unos helados.

—Mmm —fue lo que Lyla dijo, entendiendo.

Algo no comprendía. Sé que la familia se parecen pero Christoper es demasiado parecido al niño que dice ser su sobrino. En mi familia los niños siempre se parecen a sus padres, no a sus tíos. Este tipo merece ser vigilado, algo de él no me convence del todo por ciento.

—¿Cuantos años tiene el niño? —atrevido, pregunte. Interrumpiendo la conversación de la pareja. 

—¿Eh? —preguntó confundido —, em...Christian tiene siete.

—Y su madre es tu...?

—Mi hermana.

—Um, ya veo.

Lyla se levantó de la silla y miró a su novio y colocar una sonrisa,acto seguido se giró hacia mi y dijo que ya vendría, iría a ver jugar a los niños. Me quedé mirando a Christoper, con su semblante serio y rígido haciendo algo que parecía escribir en su celular gris. Algo en él me dice que no es del todo sincero, que hay algo en él que miente y me mata no saber que sucede.

A la Medida.Where stories live. Discover now