Apreté con fuerza el cuchillo que tenía en la mano. No entiendo como una niña tan pequeña pudo haber pasado por todo aquello. Tenía ganas de estrecharla entre mis brazos y acurrucarla hasta que se olvidara de todo lo malo.

-Lo siento mucho -espeté.

Vi una lágrima correr por su mejilla y en ese instante sentí como mi corazón crujía y mi alma se asfixiaba.

-No quiero que tú te vayas -espetó y un sollozo salió de sus labios.

Iba a responder pero en ese momento la puerta se abrió de golpe y Georlia corrió hasta la cocina.

-Los vecinos me dijeron que alguien... -se quedó mudo al observar la escena que Maqui y yo habíamos armado.

-Papi, Yos nos quiere dejar -dijo Maqui con la voz más triste que había escuchado en mi vida.

Georlia se acercaba cautelosamente hasta mí y yo dejé que lo hiciera.

-Dame el cuchillo, Yos.

No me moví, me quedé observando el suelo mientras la bilis subía por mi garganta y ya no podía soportar las lágrimas. En un instante rompí en sollozos desesperados y Georlia aprovechó el momento para apartar el cuchillo de mis manos.

-Cariño -dijo él y alcé mis ojos llorosos hacia él. Se acercó a mí y tirándose a mi lado me enjauló en sus brazos -Todo estará bien.

Me aferré a su cuerpo como si mi vida dependiera de ello, presioné su camisa con mis puños y dejé expulsar todo el dolor y la rabia que tenía acomulada.

Sin darme cuenta, Maqui ya estaba abrazándonos también.

Levanté la mirada hacia Georlia.

-Es... Demasiado... Tierna -espeté entre sollozos.

Él sonrió y asintió mientras algunas lágrimas corrían por sus mejillas.

Nos quedamos un tiempo así, luego Georlia me puso una bandita en el lugar que me rozó el cuchillo y terminamos viendo películas los tres en la sala.

Mis ojos se iban cerrando contra mi voluntad, estaba bastante cansada por todo lo que había pasado.

Cerré los ojos. Los abrí lentamente.

Volví a cerrarlos. Apenas los abrí.

Y sin darme cuenta mis ojos estaban cerrados y sentí unos brazos a mi alrededor. Abrí lentamente los ojos y me encontré a Georlia cargándome en sus brazos mientras se dirigía a mi supuesta habitación.

No recuerdo lo que pasó, solo sentí unas sábanas cubrir mi piel y unos labios en mi frente.

Todo mejoraría desde ahora.

Y así fue. No tuve pesadillas.

Abrí los ojos aún muy somnolienta, bostezé y estiré mi cuerpo.

Salí de la habitación y me dirigí a la cocina.

-Buenos díaaaas! -exclamó una Maqui sonriente que estaba tomando leche con galletas.

-Buenos días -sonreí.

Georlia levantó la mirada del periódico que tenía y me sonrió.

Me senté con ellos en la mesa y me cargué cereal en un tarro.

-Te tengo una noticia -espetó Georlia.

Lo miré de forma cautelosa mientras su ceño se fruncía.

A esta altura ya nada me sorprendía.

-Atraparon a unos tales Benjamín y Mathias -me informó y yo abrí los ojos como platos -Estuvieron involucrados en tu secuestro.

MI BOSQUEWhere stories live. Discover now