MI BOSQUE

Capítulo 57

Afrontar de frente los problemas, aunque nos derroten en el trayecto.

Los problemas son obstáculos diarios, necesarios, para superar nuestras propias expectativa, crecer como personas y tener una base del cual aferrarse.

No podemos dejar que los problemas nos consuman sin antes haber luchado por solucionarlos, sin haber dado todo de nosotros. Y no hay excusas, si quieres vencer, seguir adelante, ser mejor, enfrenta los problemas desde tu propia perspectiva.

Creo que ha llegado el momento de dar todo de mí, de seguir adelante y enterrar el pasado, dejar de ser egoísta como siempre lo fui al no pensar en lo que sentirían los demás ante mis autolesiones, ahora debo pensar por todos y me reconforta el hecho de saber que no estoy sola, porque él no me dejará, y es increíble que después de todo por fin, me he vuelto a sentir amada.

-En qué tanto piensas? -la voz de Jaden llama mi atención -Tranquila, yo jamás dejaría que algo malo te pasase.

Y no es que no tenga miedo, pues estoy por explotar del temor que siento en el pecho, como si mi corazón quisiera salir corriendo y olvidarse del reciente plan que hemos armado.

-Espero que podamos sacar a muchos -oculto mis pensamientos.

Jaden y yo estamos metiendo cosas esenciales en nuestras mochilas, pues el rescate se realizará hoy en la noche, dentro de una hora para ser exactos.

-Recuerdas lo que tienes que hacer si tienes un ataque de ansiedad o algo así? -me pregunta.

Pongo los ojos en blanco. Es la vigésima vez que me lo pregunta.

-Quedarme en el lugar que esté y repetir una y otra vez que nada de eso es real -respondo como un soldado.

Jaden asiente levemente y cierra su mochila.

Hemos metido navajas, sogas, pañuelos, cinta adhesiva, linternas entre otras cosas.

Cierro también mi mochila y la cuelgo por mi hombro.

-Si algo pasa... -empieza Jaden -Sal lo más rápido posible de ese lugar y por favor... -me mira a los ojos acercándose bastante a mis labios -No mires atrás. Solo sal de allí y no te preocupes por mí.

Está loco o qué?

Jamás lo dejaría en ese espantoso lugar, jamás dejaría que esos psicópatas pusieran un solo dedo encima de él.

Sin embargo, asiento levemente, sabiendo que si le digo que nunca lo dejaría, quizás ni siquiera me deje ir con él.

Aunque debo admitir una cosa, ese ha sido el lugar más desbastador que he conocido y ahora que me entero que están vendiendo a sus pacientes a prostíbulos, me repugna aún más.

No sé si sea una buena idea volver allí, si mi mente lo soportará o no, si podré salir de allí o me volverán a encerrar y se vengarán de mí. Pero no he pensado en nada de eso, mi prioridad está por encima de mi salud mental y física, aquellas personas que necesitan ayuda, una ayuda especializada y digna, ellos son mi prioridad.

Sin darme cuenta sus labios yacen sobre los míos moviéndose con suma suavidad.

Se separa un poco y pega nuestras frentes.

-Te cuidaré con mi vida -espeta.

Esa frase hace que todo mi cuerpo se estremezca, por alguna razón lo veo como una promesa, más que como una simple insinuación. Como una despedida, más que como un gesto cariñoso.

Cierro los ojos con fuerza mientras me sumerjo en sus brazos y aspiro libremente su aroma varonil, ese aroma que hace que todo mi cuerpo tiemble y mi corazón se acelere de manera desenfrenada.