Capítulo 8

1.8K 181 17
                                    

Vuelvo a casa caminando, así que para cuando llego, mis piernas están más cansadas que mi alma.

Entro en casa, justo para encontrarme con la mirada enfadada de papá y los entrometidos ojos de la psicóloga, Victoria.

-Fuiste al colegio? -inquiere papá.

Asiento e inmediatamente continúo mi trayecto hacia mi habitación.

-Yos, la señorita Victoria ha venido a visitarte. -dice con mucha paciencia.

-A mí? Pero si parece que se estaban llevando muy bien antes de que me dignara a aparecer por aquí. -espeto.

Papá suspira dramáticamente y se sienta en una silla del comedor. Mira a Victoria y se encoje de hombros.

-Yoselyn, te había dicho que hablaríamos luego, y ya ha llegado el momento. -me sonríe Victoria.

Pongo los ojos en blanco y con un gesto con la mano, le digo que me siga a mi habitación.

Caminamos en silencio, y al llegar me lanzo en la cama, boca arriba. Ella toma asiento en la misma silla de la vez anterior y me mira a los ojos. 

-Cómo has estado? -pregunta.

-No es de su incumbencia. -pongo las manos bajo la cabeza.

-Yoselyn, está bien si no quieres ser mi amiga. Pero necesitamos hablar. Ayúdame en esto, por favor. -me suplica.

-Qué irónico. Te pagan para que me ayudes, y al final seré yo quien te haga el favor. -sonrío con malicia.

Ella suspira, evidentemente cansada de mí.

-Cómo te sientes con respecto a todo lo sucedido últimamente? -pregunta.

De un salto, me enderezo en la cama.

Es una pregunta tan complicada. Han pasado tantas cosas, que siento que los seres humanos hemos aprendido a vivir sin corazón, porque el mío está hecho pedazos, sin embargo, sigo aquí, torturándome en este mundo materialista y superficial.

-Me siento... vacía. Como si tuviera un hueco enorme en el corazón y no hay forma de rellenarlo. Siento que me desangro en mi interior. Todo me recuerda a ella. Que cada vez que inhalo este aire, recuerdo que ella respiraba conmigo. Cuando abro los ojos, recuerdo que ella también lo hacía. Tan latente son mis recuerdos, que con solo estar aquí, recuerdo que ella en algún momento... estaba viva. -agacho la mirada y sin querer, una lágrima se desliza por mi mejilla.

-Y qué piensas hacer para superar esta fase tan dolorosa? -pregunta con curiosidad.

<Suicidarte> dice mi mente. Sin embargo, lo ignoro.

-Eso a usted no debería de importarle. -espeto, aún conservando la calma.

-Por qué intentaste suicidarte? -pregunta -Acaso pensaste que era una manera de volver a estar con ella? 

<Has algo. Se esta burlando de ti. No te das cuenta? Está seduciendo a tu padre, y ahora está dejando claro que nunca volverás a estar con tu madre. Dejarás que hable así de ella?> dice nuevamente mi mente.

-Largo de mi habitación -digo sin más.

Ella se queda observándome, tratando de averiguar cuales son las cosas que pasan por mi pequeña mente.

-No me has escuchado?! -le grito.

Se levanta lentamente y se dirige a la puerta.

-Hablaremos luego, Yoselyn -me ofrece una sonrisa de consuelo y se va.

MI BOSQUEWhere stories live. Discover now