Primer libro de la Saga Pasión Alemana.
Megan Mouskouri es una joven llena de vida pero un día accidentalmente choca con el frío e íntimamente Christopher Meitzner.
Ella se debatirá entre el amor o la lealtad a su familia.
¿Cuál será su decisión?
Como todas las noches nos encontrábamos con Maddie solas mientras papá trabaja le doy de comer tranquilamente cuando tocan la puerta desesperadamente ¿quién puede ser? y más a esta hora agarro a mi pequeña para ir a abrir la puerta.
- Ya va! - grito para que dejen de golpear al abrirla mi cara palidece al verlo echo un desastre en la entrada de mi casa trato de ocultar a Maddie de su vista pero ella es un curiosa y pelea para verlo.
- Megan - suspira al verme espero que no noté mi miedo.
- Christopher - respondo nerviosa. - ¿Qué haces en mi casa? -
- Tenemos que hablar - afirme ahora sólo mira a mi hija y ella a él.
- Ya te dije que no quiero hablar, sólo vete - braveo para que se marche y deje de joderme la vida.
- Vengo hablar de mi hija, nuestra hija - dice mirándome fijamente, mi cara al escucharlo, su forma de decir nuestra me enoja trato de cerrar la puerta pero me lo impide con su pie porque jode tanto.
- Por favor vete - susurro no estoy preparada para enfrentarlo.
- No me voy a ir hasta no escuchar de tu boca lo que necesito - su mirada está en mi hija, ella le sonríe y él a verlo se le iluminan sus ojos.
Suspiro con frustración no tengo a nadie para salvarme en este momento. - Entra tengo que terminar de darle de comer a Maddie - comienzo a caminar para la cocina, escucho que cierra la puerta y camina atrás mío, coloco a la pequeña en su sillita para darle de comer, cara cucharada de puré de calabaza que le doy le sonríe a Christopher. - ¿Quieres darle de comer? -pregunto ya que ambos están embobado mirándose.
- No se si podré - contesta, vaya, vaya el gran Christopher Meitzner asustado por darle de comer a una bebé.
- Ya eres padre, no me digas que nunca le diste de comer a Lorenzo -
- Si pero fue hace años, estoy oxidado - responde encogiéndose de hombros.
Miro a Maddie que esta enojada por no darle la cucharada de pure. - Parece Maddie que papá es un gallina. -le doy su cucharada y ella sonríe hacia él.
- ¿Cómo dijiste?-
- Que eres un gallina. -niega. - papá- repito y ahí me doy cuenta de lo tarada que soy confirmándole todo.
Christopher me saca la cuchara y mira a nuestra hija. - Maddie ven que papá terminara de darte de comer - dice orgulloso mirandola embobado. Así estuvieron padre e hija solo mirándose, riendo e ignorándome olímpicamente sin que se dieran cuenta saque el teléfono y tome una fotos de ambos como recuerdo esta iba ser la única y última vez que se vean no podía dejar que la lastimara.
- ¿Megan? - su voz me saca de mis pensamientos, lo miro odio su forma de mirarme siento que traspasa mi barrera. - Creo que tiene sueño. -
Veo a Maddie restregarse sus ojitos clara señal de cansancio, limpio su carita y la cargo para acunarla en mis brazos lentamente mientras le canto suavemente asi se duerme, me encanta verla dormir es mas perfecta de lo que ya es, lo tengo que reconocer soy una madre babosa.
- Es hermosa - escucho en un susurro ahí noto a Christopher mirándonos con una gran sonrisa, se nos acerca y besa su mejilla. - Es parecida a ti -
No quería escuchar mas, subi las escaleras rumbo a la habitación para acostarla, este hombre no se cansaba, lo sentía venir atrás mio observando cada uno de mis movimientos al entrar al cuarto no pude contener mi angustia acá fue en donde todo comenzó, la acuesto con sumo cuidado, la arropo y deposito un beso en su frente para dejarla dormir, giro ahí está él parado mirando mi pared donde hay miles de fotos de nuestra hija, las primeras ecografías, fotos con la panza y otras de ella a lo largo de los meses, lo veía sonreír al verlas ya no lo podía tener cerca mio, mi corazón decía que le de una oportunidad pero mi cabeza solo quieria que lo saque antes de arrepentirme.
- Por favor vete - susurro ganando sus atención su presencia cada vez me abrumaba mas.
- Necesitamos hablar - otra vez con esa malditas palabra que dice desde que nos vimos ya estoy cansada de escuchar eso y no haga nada para que lo escuche.
- Por favor, solo vete - vuelvo a repetir.
Acorta la distancia que nos separa uno del otro. -No peleemos frente a nuestra hija.-
Comienzo a odiar cuando dice nuestra, Maddie solo es mi hija. - Bajemos. - es lo único que digo frustrada en algo tien razón ella no tiene que presenciar la discusión, agarro el monitor de bebé y salgo del cuarto, él me sigue y al estar en la sala frente a frente otra vez me pierdo en la profundidad de sus ojos. - Te lo ruego, solo vete Christopher -
- NO Megan!! - su tono de voz retumbo en la silenciosa sala. - ¿Por qué no me dijiste? Ella es mi hija- se aclara la garganta. - nuestra hija -
- Maddie es sólo mi hija y de nadie más yo soy su madre la que afrontó todo sin importar nada, no te quiero cerca nuestro no voy a permitir que cuando se te dé la gana la abandones, tengo que protegerla y cerca tuyo va a sufrir - una parte de todo lo que sentía se lo dije, odiaba ser tan estúpida y derramar cada lágrima pero él ocasiona esto todo por su maldita culpa.
Su mira se entristece, pasa sus manos en su alborotado cabello, está nervioso y enojado. - Megan soy su padre, ella es mi hija no voy a permitir que me alejes de Maddie -
- No Christopher tu no entiendes es por su bien -
- Su bien es que tenga a su padre al lado - contraataca molesto.
- NO, su bien es alejaría de ti antes que la abandones - vuelvo a repetir mi decisión estoy cansada de él y su presencia.
- Megan - suspira frustrado. - No la voy abandonar tu sólo me juzgas y condenas sin conocer las cosas, sabes cómo mierda me sentí al enterarme de su existencia, no no lo sabes pero te voy a demostrar que no la pienso dejar por tanto ella como Lorenzo son lo más importante que tengo en mi maldita vida. -
- Sólo vete - mis lágrimas cada vez eran peor ya no podía tenerlo cerca, me odiaba por no ser fuerte en este momento.
- Esto no se queda así, será por las buenas o por las malas- dice enojado por su forma de hablarme es como una amenaza, sin decir más sale de mi casa y me dejo caer al suelo llorando por miedo, por no poder odiarlo, se que tiene mucho más poder y que un abrir y cerrar los ojos podría sacarme a mi hija pero iba pelear con una verdadera leona, Maddie no necesita a su padre con mi amor basta. Te odio Christopher Meitzner!!
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