—Yo lo haré—repli Evan.

—No, yo lo haré—contestó Ian.

—No te preocupes en hacerlo naranja, estoy seguro que puedo hacer una gran distracción.

—No te preocupes tú Evan, yo lo haré bien.

—No, déjalo así, yo lo haré bien, ya verás.

—No, yo lo haré. Tú quédate aquí.

—No, yo lo...

—¡Ya paren!—elevó la voz Adonis y asintieron como perros regañados—Lo harán juntos—concluyó.

Evan sonr mirando a Ian y salieron transformados en dupla. Al finalizar ese día acabaron con todo el asedio en el oeste de la ciudad... Y se forjó el gran dúo naranja por morado.

...

Rose era acribillado sin piedad por Weasen siendo acorralado hacia la pared por un terrorífico empujón, quedando estampado en el muro con mucho dolor.

—Mírate rosa... eres un débil. Ese ballet rosa de hace muchos años... dejó de existir—sentenció Weasen.

Y él contestó de forma burlona.

—¿Eso es todo lo que tienes, grandullón?

Weasen no aceptó las palabras dichas y corrió a toda velocidad hacia él. Cayendo en la trampa.

Rose giró sobre él mismo y agarró a Weasen, arrastrándolo con destino a la pared, que tenía una estaca clavada oculta a sus espaldas y colocada segundos antes por él. Siendo incrustado desde atrás.

Weasen gritó de inconmensurable dolor.

Y al final remató con fuerza en su cara, le dio un alto puntapié proyectándolo al suelo con la estaca aún enterrada.

Weasen al segundo terminaba inconsciente.

Asimismo, Adonis hacía un esfuerzo admirable para resistir contra Altamirano pero tropezó en el intento de liquidarlo.

El enemigo descendió su mirada y tomó una lanza en el piso, galopando rumbo al corbata, que estaba sentado y recostado en la casilla de la azotea.

Y...

La lanza de Altamirano fue cortada.

Por una espada que desde lejos fue tirada. Una oportuna intervención de Rose.

Cortándose así, la base de la lanza para que no tuviera el mismo efecto, quedando inutilizable para herir.

Adonis contuvo la respiración para resistir el dolor de su tobillo y relució su arma secreta, una espada escondida debajo de su pierna.

La empuñó con rapidez y atravesó finalmente con decisión en el centro de la integridad de Altamirano.

Una fantástica maniobra de ballet rosa y un plan brillantemente ejecutado. Solo dos corbatas como ellos lograrían hacerlo...

Conseguían así la muerte de Altamirano, y Adonis ya se encontraba en el suelo retorciéndose del dolor de sus piernas.

—¡Bien hecho Adonis!—exclamó Rose.

Y corbata roja asintió, solo moviendo la cabeza de arriba hacia abajo con dificultad.

Al mismo tiempo de hacerlo, Weasen se volvió a levantar y cortó en dos su estaca enterrada, e iba colérico dispuesto a destruir a Rose.

Cuando salieron por sorpresa Ian y Evan detrás de él y lo detuvieron. 

Recordando al gran dúo, naranja por morado de la guerra. Los dos se presentaron al frente de su próximo e incontenible rival.

—¡Evan has vuelto!—dijo Rose emocionado.

Evan sonrió con confianza junto a Ian y ambos adoptaron la posición de equipo, para empezar el asalto contra Weasen.

Corbata rosaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin