La Profe de Baile (terminada)

Capítulo 2

El «miércoles de la próxima semana» tardó un siglo, o eso pensó él. Deseaba ver a esa chica nuevamente. Se estaba volviendo loco ¿o que le pasaba? Nunca se había desesperado antes por ver a alguien que a penas conocía, pero lo cierto era que durante toda esa semana no había podido sacarsela cabeza y por las noches era aún peor. Se la estaba comenzando a imaginar apoyada frente al gran espejo del salón, completamente desnuda para él, tomando sus caderas, besando el hueco de su cuello y entrando en ella. Varias dichas frías tenía que darse por las noches.

Anahí por su parte se encontraba en un estado de ansiedad. Estaba pensando en Alfonso mucho más de lo debido. Fantaseaba en como sería su cuerpo debajo del traje y en como se sentiría bajo su tacto, sus besos en su piel, como sería tomarlo del cabello, unir su lengua a la suya y entregarse a ese hombre casi desconocido para ella ...

«Maldición.» pensó. Eso no podía ser.

Hacía ya un año que no tenía sexo, desde que había cortado con Manuel - o mejor dicho, la había abandonado-su única preocupación era trabajar y eso le estaba cobrando factura. Tenía las hormonas alborotadas y sólo una simple mirada de ese hombre la volvía loca. Necesitaba calmarse. Necesitaba tomar distancia. ¡El era el padre de su alumna!

El miércoles llegó y antes de su clase con Ana Paula, Renata y Daniela, otra niña que se incluía hoy, tenía una clase especial con Dulce. Una chica guapa y pelirroja de casi 18 años que tenía planteado hacer un baile sexy para su fiesta de cumpleaños, y la había escogido a ella para la coreografía.

-¡Por Dios, ésta es la rola perfecta! -exclamó la joven.

-¿Segura? -inquirió Anahí insegura, era una canción muy sexy y provocativa par una niña de casi 18.

-Segurísima.

-Bien -dijo Anahí suspirando- te enseñare como va el baile y mañana comenzaremos los ensayos ¿vale?

Dulce asintió emocionada. El baile lo haría con su novio, Christopher que también estaba en el salón con varios amigos más. Aarón se acercó ya para esta canción, sería su pareja de baile. Anahí suspiró nuevamente y se quitó la camiseta dejando solo el top que tenía debajo, dio play a la música y se posicionó frente a Aarón de espaldas al pequeño público.

Sólo un pedacito de noche, un flash, una probada de lo que puede ser. Una cucharada de luna, splash! Sólo una gotita de mí...

Anahí comenzó a mover el cuerpo al ritmo de la sensual música, contoneaba su trasero de un lado a otro. Estaba algo avergonzada por bailar algo tan provicativo frente a esos adolescentes, pero debía ser una profesional.

El aperitivo te dejará con el sabor...
Lo que continua será de tu elección..

Tomó a Aarón por el cuello, acercándolo y alejándolo. Él la tomó por la cintura mas fuerte de lo necesario y eso la incomodó. Sabía lo que le gustaba a Aarón, él siempre se lo decía. Le debía mucho a su amigo pues, con su ayuda, había podido entrar a la prestigiosa academia de baile. Pero ella siempre lo vio como un simple amigo, y ahora mucho más que se les prohibía liarse.

Tengo la receta perfecta, el ingrediente y el sazón. Tengo lo que tu necesitas escondido en el menú..

Alfonso entró en el salón de baile y se sorprendió ver que habían alrededor de unos diez adolescentes, entró un poco más y su pulso de aceleró al ver a Anahí bailando.

Ven y prueba este rinconcito de mí
Ven y toma una probadita de mí.

«Joder..» Era realmente sensual la manera en como arqueaba su espalda instando.

A la golosina más dulce se le desviste con pasión. Tiene la envoltura de luces, pero en el centro guarda su sabor.

Pasó sus manos eróticamente por su cuerpo, de abajo hacia arriba y luego descendiendo hasta sus muslos internos. Algo se encendió en Poncho y su cuerpo reaccionó, le excitó como un enfermo verla bailar de ese modo y no pudo evitar imaginarla tocarse así, pero desnuda y en su cama.

Sólo al fuego lento se cocina buen amor
Tócame muy lento hasta mi punto de coacción..

Un hombre se le acercó por detrás, tomándola posesivamente de la cintura y descendiendo sus caricias por los costados. En ese instante sintió enojo y un sentimiento de envidia se le alojó en la boca de su estomago por querer estar en el lugar de ese idiota.

Anahí se sentía fuertemente observada, más que antes, y su mirada fue directa a unos ojos verde entrecerrados.

Alfonso... Mierda.

Se separó y antes que terminara la canción apagó el estéreo, nerviosa.

-Algo así va, Dul. Uhm.. Mañana comenzaremos los ensayos.

-¡Perfecto!

Dulce se despidió y poco a poco todos fueron saliendo, dejando el salón vacío, menos por alguien.

-Hola, señor Herrera. Uhm la clase con Ana Pau no comienza hasta dentro de.. -observó el reloj de la pared- 15 minutos.

-Lo sé. Pero vinimos antes.

-Ya lo veo.

Su mirada la estaba matando. Se veía aparentemente tranquilo con sus manos en los bolsillos, pero en realidad la estaba penetrando con su mirada.

-Yo.. Uhm -se revolvía nerviosa, estaba excitada y la forma en que la miraba alimentaba ello.

-Bailas muy...muy bien. -Anahí se sonrojó violentamente, su voz era igual de ronca que la primera vez.

-Gr..gracias señor Herrera.

-Llamame Poncho.

-Señor Herrera está bien. -trató de poner distancia no llamándolo por como le pidió, pero él pareció ignorarla.

En cambio, Poncho se fue acercando a ella poco a poco ¿que pensaba hacer? No, no podía siquiera pensarlo. Dio un paso atrás.

-Oye, Any.. ¿crees en el amor a primera vista?

Anahí frunció el ceño ante esa extraña pregunta.

-Ehmm, no, la verdad.

Sorprendentemente Alfonso rió agachando y negando con la cabeza. Anahí quedó sin aire, esa sonrisa... ¿Como ponía distancia si sonreía de ese modo?

-Bien. Traeré y buscaré a Ana Paula hasta esta puerta.. todas las semanas. -le guiñó un ojo y en ese instante su hija entro por la puerta.

Anahí dejó de respirar y vio todo en cámara lenta, como él salía de la habitación y luego de darle un beso a su hija, y como Ana Pau se acercaba sonriente a saludarla.

¿Que mierda quiso decir con eso?

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