Four Nights // Cherik

Eight

Charles se las arregló para bajar su rabia hacia Erik mientras tomaba un baño de agua fría. Tenía un sentimiento estremecedor que le decía que se pasaría los próximos 364 días dándose una mano en la ducha...  pero se negaba a hacerlo en su noche de bodas.

Tomó un rato para que su erección bajara, la memoria sobrecogedora de Erik, su presencia fuerte y consumitiva, su cuerpo firme presionado contra sí mismo, se negaban a abandonar su mente.

El rastro de su barba se había sentido rasposa contra su mandíbula. Podía imaginarse fácilmente los labios que habían atrapado su cuello haciendo lo mismo en su miembro.

Maldijo y giró la llave para que el agua saliera más helada.

La cláusula de "deben dormir juntos" iba a ser una agonía, pensó mientras se envolvía en una toalla, especialmente si Erik estaba determinado a tentarlo.

Si tan sólo hubiera una forma de compartir una cama sin compartir una cama. Se detuvo a medio movimiento al ocurrírsele una idea. De hecho, había sociedad donde la gente tenía que hacer eso.

Abrochó la toalla alrededor de su cintura, tomó sus ropas sudadas y se apresuró a la habitación. Mientras se metía en un pantalón y una suave camisa azul de manga corta, pensó en qué podría tener en casa que pudiera servirle como tabla de construcción. No tenía nada. Miró el reloj de la cómoda. Apenas pasaban de las 6 pm, así que cogió las llaves y la cartera y abrió la puerta.

Erik estaba sentado en el posa brazos del sofá, las manos entre sus rodillas. Se puso de pie cuando vio a Charles salir de la habitación.

"Regresaré," dijo Charles, y se fue.

Buscó ferreterías cercanas en su teléfono mientras se abría camino a través de la puerta giratoria. Había una a sólo unas pocas cuadras de distancia que parecía prometedora, así que se dirigió hacia ahí con paso acelerado.

"Estoy buscando una tabla," dijo al adolescente en la caja registradora. "Sólo una tabla de madera."

"¿Lo necesita para un proyecto casero?" Preguntó el chico, conduciéndolo a la parte trasera de la tienda. "Tenemos varias opciones diferentes de madera, dependiendo de lo que está tratando de construir."

"Sólo necesito una sola tabla de anchura considerable," dijo Charles cuando llegaron a la sección de madera de construcción.

"Yo sugeriría una tabla de cubierta, entonces," dijo el muchacho, sacando una de la pila de tablas, tenía unas cuantas pulgadas de anchura, mostrándosela a Charles para que la inspeccionara.

"¿Tienes alguna más grande?" preguntó.

"La más grande que tenemos es de 12 pulgadas."

"Perfecto," dijo Charles.

Consiguió un gran número de miradas extrañadas mientras caminaba de regreso a su apartamento abrazando la tabla. El chico le había ofrecido servicio de entrega, pero eso hubiera tardado hasta el Lunes y la sanidad mental de Charles la necesitaba inmediatamente.

Marla estaba en su escritorio, ella se apresuró a ayudarlo a pasar por la puerta giratoria.

"¿Necesitas ayuda con eso, Charles?"

"Si pudieras presionar los botones del elevador por mí, estaría muy agradecido," dijo, arrastrando los pies a través del vestíbulo. "Gracias, cariño."

Se apoyó contra la pared junto a la puerta y luego se apresuró a meterse en su interior.

Erik se puso de pie junto a la mesa del comedor cuando lo vio entrar, mirándolo con desconcierto, aún vistiendo su ropa sucia de la mudanza.