Capítulo 29. Necesitaba esto

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Matteo se levantó enseguida y se dirigía hacia Zac, mientras él hacía lo mismo diciendo: te partiré la cara maldito. Yo aún estaba en shock, tanta era mi impresión que no reaccionaba hasta que escuche a Matteo retorciéndose del dolor en el suelo, me paré rápidamente y fui hacia Zac y lo tomé del brazo.

-No, no sigas, él está muy ebrio –le decía mientras él me miraba con ojos de dolor e intentaba controlar su enojo-

Toda la gente se dio cuenta de lo que estaba pasando en aquel cuarto, comenzaron a amontonarse y los amigos de Matteo vinieron por él, lo ayudaron a ponerse de pie y se lo llevaron a otra habitación, pues se encontraba mal.

Yo estaba llorando por todo lo que acababa de pasar, solo nos quedamos Zac y yo en el cuarto, ni siquiera lo podía ver a los ojos.

-Gra..,gracias. Si no hubieras llegado a tiempo yo... -no completé la oración y caí rendida al suelo llorando descontroladamente.

Zac se acercó y se puso a la misma medida que yo, se agachó y con sus manos secaba mis lágrimas.

-Tranquila Vane, ya pasó, no te hizo daño.

Él se puso de pie y me extendió ambas manos.

-Ven aquí –me dijo y yo alcé mi cara, lo primero que vi fueron sus hermosos ojos, levanté mis manos para tomar las suyas, su movimiento fue rápido que mi pecho se encontraba junto al suyo, y él me abrazo muy fuerte, me quede un poco sorprendida pero también lo abracé, lo necesitaba.

Zac y yo fuimos hasta el patio del club, era muy grande, no había nadie cerca, y el silencio era muy incómodo, no sabía que decirle, y creo que él tampoco a mí.

-¿Qué haces aquí? –comencé-

-Bueno, como sabes, juego básquetbol y pasamos a las finales, el lunes nos toca jugar con Gryffindor. Entonces antes del juego nos invitaron a festejar que somos los mejores equipos a nivel mundial, por eso vine a este club.

-Vaya, que bien. Estudio en esa universidad.

-¿Gryffindor? ¿En serio?

-Sí, que casualidad.

Zac se giró hacia mí y podía sentir su miraba fija en mí, me puse nerviosa, pues no sabía que más hacer.

-Vanessa, cuéntame todo lo que sucedió con mi padre.

-No, Zac, olvidemos eso.

-¿Cómo quieres que lo olvide? He sufrido como no tienes idea por eso.

-Yo también he sufrido, no sabes cuánto, pero ya pasó. Tú ahora tienes tu vida y yo la mía.

-¿Acaso no recuerdas lo felices que éramos juntos? ¿Dónde quedaron esos hermosos momentos?

-¿Crees que me olvide de ellos? Zac, yo lo siento, siento mucho lo que hice, pero creí que era lo mejor para ambos.

-Simplemente lo creíste porque te dejaste influenciar de mi padre, no debiste hacerlo Vanessa, ¿dónde quedo el, tomaré tu mano siempre? ¿Lo olvidaste? Todas nuestras promesas –comencé a llorar mientras lo escuchaba- Te estuve buscando por muchos lugares, averiguando sobre ti, pero no encontré nada, lo único que sabía es que estabas lejos, pero no imaginé que mi padre exagerara tanto al enviarte a Inglaterra.

-Sé que me equivoque Zac, en serio lo siento, ambos hemos sufrido. No sé qué me pasó con tu padre, creo que todo lo que me dijo me hiso tomar la decisión más estúpida de mi vida. ¿Y dices que he olvidado todo lo que pasamos? Como puedes decirlo, en lo primero que pensaba todos los días desde que llegue aquí era en ti, y algunas veces tenía tantas ganas de decirte todo y que volvamos a estar juntos, pero creí que lo tu padre me dijo era lo correcto. Y luego, me enteré que tuviste una novia, así que supuse que ya lograste olvidarme y créeme que me sentí feliz por ti. Porque yo intentaba hacer lo mismo, solo que no quería lastimar a nadie.

-Sí, tuve una novia, me gustaba, pero con el pasar de los días me di cuenta que no la quería y termine con ella. Pero, ¿sabes la razón por la que termine con ella?

Me quede en silencio

-Es porque te sigo amando Vanessa, no puedo olvidarme de ti, por más que quiera.

Me mantuve cabizbaja y no dije ni una palabra

-¿No dirás nada?

Zac al ver como estaba, me tomo de los hombros e hizo que quedara frente a frente, pero mis ojos seguían mirando hacia abajo.

-Vanessa, mírame.

Yo sólo moví mi cabeza, negando hacerlo.

-Vanessa, por favor –él tomó mi barbilla, levanto mi cara, y mis ojos recorrieron su rostro hasta llegar a sus ojos, él también estaba llorando- Dime, ¿me amas?

-No –le dije mientras miraba hacia otro lado-

-Mírame a los ojos y dímelo de nuevo.

-Zac, por favor.

-Dímelo, necesito oírte decirlo.

Solté un gran suspiro, lo vi fijamente y sólo me abalance hacia él, con mis manos tome su rostro y lo besé, lo besé con amor, con cariño, con desesperación, mientras el rodeaba mi cintura con sus manos.

Tanto tiempo sin Zac, y tenerlo frente a mí, hizo que por fin me diera cuenta que en verdad lo sigo amando.

Te amo –le dije mientras ambos seguíamos besándonos-




Espero que les guste mucho este capítulo, disfrutenlo y lo siento por demorarme tanto en actuliazar:(

El cielo en tu mirada (Zanessa)Where stories live. Discover now