Capítulo 11.

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Por fin Zac salió del hospital, su recuperación fue muy rápida, estaba muy feliz porque ya retomaría su vida y lo más importante que siempre estaremos juntos. Ese día su mamá me llamo a decir que él estaba preguntando por mí y le dije que llegaría lo más pronto posible, pues estaba haciendo algo.

A las 2 de la tarde llegue a su casa, la madre de Zac abrió la puerta y me hizo pasar, caminé hacia la sala y ahí estaba él, el chico más fuerte y sorprendente que he conocido, sentado en una silla de ruedas, porque el doctor dijo que máximo tenía que estar así durante una semana.

-¡Zaaac! Zackyy! Grite mientras iba hacia él con algunos globos y flores.

-¡Vane! Mi vida, ya estás aquí.

-Sí amor, no sabes cuánto te extrañé.

Le di los pequeños detalles que traje para él y lo abrace con tanto sentimiento mientras él también lo hacía y ambos empezamos a llorar juntos.

Me quede hasta la noche en casa de Zac, compartimos esa tarde con su familia, menos con su padre ya que por motivos de trabajo había viajado a otra ciudad.

Recordamos momentos gratos, chistosos, tristes y le explique a la familia Efron que Rosaly y su amiga ya estaban en prisión pagando por todo el mal que nos hicieron a nosotros y a los demás estudiantes de la Universidad de Harvard.

Ya al caer la noche me despedí de todos, Zac me dejo hasta la puerta de entrada, pero no pudimos tener una conversación más íntima porque estábamos con su familia, así que me despedí de ambos y me retiré.

La semana paso tan rápido, por las tardes iba a su casa a visitarlo por 3 horas, por lo que a su padre no le agradaba que estuviera allí.

Finalmente Zac estaba recuperado al cien por ciento, ya podía caminar solo y realizaba sus actividades diarias como antes, todos estaban sorprendidos de su rápida evolución.

Después de esa semana de descanso, llamé a Zac el jueves por la mañana diciéndole si podíamos salir hoy a tomar un paseo por el parque y él accedió muy contento.

A las 3 de la tarde llego a mi casa, saludo a mi familia rápidamente y nos fuimos.

Ya en el parque caminamos por un largo rato e íbamos conversando sobre todo lo que pasó.

-Realmente lamento todo lo que tuviste que sufrir por mí, no sabes cuánto lo siento, todas las noches que te vi ahí con todos esos tubos y aparatos sobre ti. Tenía miedo a que me dejaras, a que me dejaras sola, Zac tú eres mi vida, no aguantaba un solo día sin poder hacer nada al respecto, al verte tan débil en esa habitación...

Mientras le decía esto comencé a llorar.

-Vane, nunca dejaría que te pase algo malo si yo puedo evitarlo, dices que no hiciste nada al respecto pero hiciste mucho, yo no podía verte, sentirte, abrazarte, besarte pero de alguna u otra forma podía escucharte y eso aumentaba mis fuerzas para luchar, tu recuerdo y el de mi familia en mi mente siempre estaban presentes y eso fue y es lo que me ayuda y motiva cada día.

-Pero, ¿Cómo supiste que yo estaba en el sótano? Y se me hizo extraño que no me llamaras para ir a la universidad juntos como siempre.

-Mi celular dejo de funcionar, no podía hacer la llamada, y ese día no estaba nadie en casa, llamé al teléfono de tu casa, pero nadie contestó.

-Es que yo te estaba esperándote afuera de mi casa y mis padres estaban en el trabajo.

-Luego tuve que ir en taxi a la universidad, estuve buscándote por todos lados y me detuve a pensar que lugares me faltaban, es ahí cuando me di cuenta que no fui al sótano, entonces baje corriendo porque estaba preocupado ya que primero fui a los lugares que más frecuentas e incluso fui a preguntar a las clases que te tocaban ese día y a ninguna fuiste, por esto presentí algo malo, y cuando ya estaba llegando escuche un grito e inmediatamente reconocí tu voz, como estaba cerca de la ventana di un salto fuerte, no tenía idea en donde iba a caer, pero no me importo porque tú estabas adentro y me alegro mucho que evite ese fatal hecho, porque sin ti mi vida no sería la misma, no podría aceptar el no estar contigo todos los días.

-Zac... Tú eres mi ángel guardián, gracias por salvar mi vida, no tengo las palabras suficientes para agradecerte todo lo que has hecho por mí. Te amo más que a mi vida y al igual que tú, yo también daría la vida por ti.

Luego de esta platica, comenzamos a disfrutar del ambiente, de la sensación de libertad después de esos meses trágicos que pasamos, juntos notábamos que aunque la vida no es fácil, si haces lo que deseas con amor podrás lograrlo.

El cielo en tu mirada (Zanessa)Where stories live. Discover now