El cielo en tu mirada (Zanessa)

Capítulo 19

-¿Por qué nunca le dijiste nada de esto a Zac?

-Mamá, por favor, dije que no quería hablar de eso

-Vanessa, Zac me pide respuestas que ni yo las sé, ¿por qué no le dijiste?

La voz de mi mamá esta vez sonó más enojada

-Solo no quería llorar delante de él y ya

-Bueno Vanessa, pero él no se merece esto.

-Adiós mamá

Colgué el celular antes de escuchar algo más, y lo tiré fuera de mi alcance por suerte cayo en el sofá, luego me puse a llorar, sabiendo lo mucho que estaba sufriendo Zac, y me dolía pero creo que era lo mejor para todos.

Tome una ducha, comí una tostada y me senté en el sofá a ver televisión.

Alguien toco la puerta de mi departamento y fui a ver de quien se trataba, era Kendall.

-Hola

-Hola Vanessa, ¿Cómo estás?

-Pues bien supongo ¿y tú? ¿Quieres pasar?

-También, claro –Kendall sonrió- Y bueno Vanessa, he estado ansiosa de escuchar tu historia, es decir tu vida y por qué razón viniste para acá

-No hay mucho que contar simplemente me salió una beca

-Te noto triste

-Sí, es que aún no me acoplo a esto, es difícil

-¿Estas segura que es solo por eso?

No pude contener mis lágrimas y me eche a llorar en su hombro.

-No, no es solo por eso, deje al amor de mi vida allá, al chico que movía mis sentidos, el que me hacía sentir viva.

-Pero, ¿por qué?

-Es complicado

-Está bien Vanessa, comprendo tu tristeza, si quieres me lo dices cuando sientas que es la hora, ¿de acuerdo?

-Esta es la hora, complete. En realidad vine aquí obligadamente por el padre de mi novio, me pago una beca falsa para que deje a su hijo en paz, no me quería con él, es más, creo que hasta me odia.

-No Vanessa, como puedes decir eso, no tuviste que venir acá solo por eso, si lo amas y él a ti, debieron quedarse juntos.

-Supongo que lavo mi cerebro.

-No sabes cuánto lo siento.

No respondí nada, solo me quede en silencio por un momento, viendo a la nada y Kendall retomando el hilo de la conversación dijo:

-¿Qué tal si salimos a alguna parte mañana? Es viernes para tu suerte.

-¿A dónde?

-¿Una fiesta, tal vez?

-No, mejor no

-Vamos Vanessa, te quiero ayudar a olvidarte un poco de tus problemas

-No conozco a nadie

-Pero ya harás amigos, anda di que si

-Bueno, está bien

-Okay, te dejo, tengo una lección mañana, por cierto en que universidad estudias, se me había olvidado de preguntarte.

-En Gryffindor

-¡¡Es enserio!! Yo también, que emoción

-¡Genial Kendall! Quién lo diría, podremos ir juntas todos los días

-Claro Vanessa, siempre, bueno ahora si te dejo, nos vemos mañana

-Adiós, ten buena noche.