Cuando estábamos en medio de una conversación, logré escuchar el motor de un auto en el exterior. A los pocos segundos, oí la puerta principal y luego apareció Luke.

- Luke, llegaste justo a tiempo -dijo Melina, mostrando la comida china.

- Que bien, porque tengo mucha hambre -se sentó a mi lado y percibí su aroma a perfume combinado con tequila.

- ¿Estás ebrio? -susurré, mientras mamá y Melina hablaban entre ellas.

- No, ¿por qué? -frunció el ceño.

- Apestas a alcohol -murmuré, arrugando la nariz. Negó con la cabeza y sonrió, volviendo la atención a su plato.

Lo miré de reojo mientras comía, su perfil era realmente cautivador. Tenía una mandíbula fuerte y estructurada. Podía observarlo todo el día y no me cansaría. Se giró y me miró, dándose cuenta que lo estaba mirando descaradamente.

Mostró una sonrisa arrogante y aparté la vista, con el rostro ardiendo. Cuando sonó el teléfono de la sala, mamá se levantó y fue a atender la llamada. Una risita juguetona salió de los labios de Luke y frunci el ceño. Éste tipo de conductas me ponía nerviosa. Al cabo de unos momentos, mamá regresó.

- Era tu padre, dijo que tenías permiso para salir éste fin de semana -dijo, dando la respuesta que estaba esperando. Sonreí agradecida y seguí terminando el aperitivo-. Pero Luke tendrá que ir contigo -la miré, asimilando su comentario y mi sonrisa se desvaneció.

- Estás bromeando ¿cierto? -él no tenía que ir a todas partes. Era lo suficientemente responsable y madura para ir a dónde quisiera. Tal vez no era tan madura como lo suponía, pero la cuestión era que Luke iba a echar todo a perder.

- No, tu papá puso esa condición -aclaró, confundida por mi reacción.

- Mamá, voy a salir con un chico, Luke estará de mal tercio -repliqué y sentí la mirada de Luke sobre mí.

- ¿Qué quieres decir con mal tercio? -interrumpió, frunciendo el ceño.

- Creo que lo dejé claro -respondí, fastidiada.

- Luke, no es necesario que vayas. Ben dice esas cosas porque es un padre sobreprotector -sugirió mamá.

- No se preocupe Sra. Owens, no tengo ningún problema en acompañar a Sam, de todas maneras yo también voy a salir mañana -explicó con indiferencia. Rodee los ojos y reí. Sabía perfectamente que no tenía planes y aún así, decía que los tenía-. ¿Qué pasa, Sam?

- ¿Con quién vas a salir, según tú? ¿Tus amigos imaginarios? -cuestioné, queriendo humillarlo.

- Sam... -advirtió mamá avergonzada.

- Prefiero tener amigos imaginarios, que soñar con personajes de libros -atacó con una sonrisa. Oh, eso había sido cruel.

- A ellos no los incluyas -proteste, girandome hacia él.

- Ellos no existen -respondió, haciendo énfasis en el no. Abrí la boca, asombrada. Ah no, que no se meta con Patch, Jace, Travis o Christian porque lo castro vivo.

- Luke es suficiente -intervino Melina.

- Idiota -susurré, de modo que lograra oírme.

- Sam, comportate -escuche decir a mamá. Gruñí y me removí en la silla. Estaba insultando a lo más preciado que tenía y no lo iba a permitir.

- Y bien, no has dicho con quién vas a salir, Luke -comentó Melina, luego de unos segundos de silencio.

- Con una chica -contestó, alzando un hombro.

- Oh, ¿en serio? Pensé que sería con algún extraterrestre -reí, irónicamente.

- Sam... -volvió a advertir mamá y suspire.

- ¿Cómo se llama? -preguntó Melina, y lo miré esperando su respuesta. Tenía intriga en saber qué nombre iba a inventar.

- Se llama Daniela -lo miré bruscamente y sentí como si un balde de agua congelada cayera sobre mi cabeza, dejándome en una especie de shock.

- ¿La chica del centro comercial? -pregunté, cautelosamente.

- Ella misma -asintió, admirando mi reacción. Una sensación extraña se instaló en mi estómago y un ardor profundo recorrió mi cuerpo, haciendo que me enfureciera aún más.

Hubiera destrozado la nota.

Debí haber ignorado a la chica.

Le hubiera dicho que era su novia o que estaba embarazada de él para forzarla a que desapareciera.

Sacudi la cabeza, ¿por qué estaba pensando como una celosa compulsiva? No lo estaba. Querer desaparecer a Daniela del mapa para evitar que saliera con él no era celos ¿cierto?

- Entonces, mañana vamos a salir los cuatro -finalizó Luke, satisfecho.

- No tengo otra opción -me levanté de mi lugar y salí de la cocina, dirigiéndome a la habitación. Mañana sería un desastre y no lo decía por Luke, sino por mí. No creía poder soportar ver a la chica al lado de él.

Esperaba no meterme en problemas por él ahora que papá aún no regresaba de viaje, pero más que nada, esperaba que la chica no hiciera o dijera algo que me hiciera ponerla en su lugar.











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Editado: O3.11.2O2O

Créditos a Wendy ✔

The Guest || Luke Hemmings.Where stories live. Discover now