Capítulo 23.

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Intercambiando palabras.









El reflejo que veía a través del espejo era horrible. Mi aspecto daba miedo. El rímel estaba corrido y el delineado perfecto que tenía se convirtió en una mancha negra. Había llorado dos veces en una noche. Demasiado para mi estado de ánimo.

Permanecí en silencio cuando llegamos, Luke no comentó nada al respecto desde que entramos a la casa. Sin esperar a que me hablara subí a mi habitación.

Luego de haberme puesto la pijama me lavé la cara para mejorar un poco mi rostro demacrado. Con un suspiro me senté en el borde de la cama.

Tantas emociones encontradas. Diferentes tipos de sensaciones. Me sentí decepcionada y enojada conmigo misma. Siempre suelo en confiar demasiado en las personas. Mi padre me advirtió mil veces que Calum no era lo que aparentaba. Y tenía razón. Es triste darte cuenta que las personas en las que pensabas confiar te apuñalaran por la espalda.

Me sentía cansada. Me recosté en la cama para tratar de dormir. No lo logré. El sueño se me había espantado ante la asquerosa escena que tuve que presenciar. No hubo necesidad de tomar litros de café para estar despierta a estas horas.

Decidí bajar hasta el patio trasero para despejar mi mente. Me senté en una de las sillas del jardín mirando a la nada. Me dejé llevar por la brisa y el leve viento de la noche. El sonido de los grillos parecía relajar mis músculos y calmar mi mente.

Cerré los ojos respirando el olor a hojas y pasto húmedo. Coloqué mis brazos hacia atrás inclinando mi cabeza en la misma dirección para percibir mejor el aroma floral. Por un momento me sentía en paz y satisfecha.

Dejé de disfrutar el encanto cuando unos cálidos dedos golpearon suavemente mi hombro. Abrí mis ojos encontrándome con Luke de pie en un pantalón de franela y sin nada que cubriera la parte superior de su cuerpo.

Abdominales y bíceps a la vista.

- ¿Qué haces aquí? -preguntó, sentándose sobre el césped.

- Distrayendo a mi mente -contesté, levantando los hombros.

Y a mí vista, gracias a ti.

- No te encontré en tu habitación y comencé a pensar que habías huído a hacer una locura -comentó aliviado, mientras flexionaba su rodilla y recargaba su brazo en ella.

Miles de cosas pude haber hecho para vengarme o algo parecido. Pero como dije, no tenía las fuerzas suficientes para ponerlo en práctica.

- No tengo planeado nada por ahora -respondí, fijando mi vista al suelo.

- ¿Te sientes mejor? -preguntó con cautela.

Le lancé una mirada de “¿Estás hablando enserio?”

- Ya entendí -levantó los brazos, aceptando que no lo estaba-. Pero si quieres que lo golpee hasta que pierda la memoria, puedo hacerlo.

- No es necesario que te involucres en esto, Luke -expresé seriamente. Sé que si lo pido, lo hará. Calum se merecía más que una paliza por lo que hizo. Pero no quiero volver este problema en un conflicto más grande y rebajarme a su nivel.

- De todas maneras algún día lo haré, me la debe -dijo, enmarcando sus oscuras cejas.

Olvidé el detalle de que algo personal hay entre ellos. Y como no tuve la oportunidad de preguntárselo a Calum no queda más que intentarlo con Luke.

Sigilosamente me levante de la silla y me senté sobre el pasto a un lado de él.

- ¿Qué problemas hay entre ustedes? -pregunté con intriga.

The Guest || Luke Hemmings.Where stories live. Discover now