Twins 2 » Luke Hemmings [cancelada; con final]

Capítulo 23

Luke POV:

Las nubes invadían el cielo de Seattle. Quizás tendría que haber cogido una sudadera en lugar de la fina chaqueta que llevaba puesta, ya que el viento era tan frío que iba a coger un resfriado. De todas formas ya estábamos lejos del hotel y pronto llegaríamos al lugar donde haríamos el concierto, así que intenté no pensar en ello durante el trayecto en la furgoneta.

Sin muchas ganas de moverme estiré mi brazo hasta rodear y atraer hacia mí el cuerpo de Becca ―o al menos todo lo que los cinturones de seguridad me permitían―. La rubia se quejó, intentando alejarse de mí, pero no la dejé.

―Me estaba durmiendo, Luke. Te odio. ―Acomodó su cabeza en mi hombro mientras se quejaba silenciosamente de mí―. Estás frío.

Aparté unos mechones de cabello que caían por su cara y centré mi vista en la ventana. Rebecca tenía unos días libres en su agenda, así que la discográfica decidió enviarla a Seattle. Mientras veía el paisaje recordé la conversación que tuvimos por la noche, nada más llegar al hotel después de que la rubia nos recibiera junto aquel mismo vehículo en el aeropuerto.

«―Luke ―la voz de Rebecca sonó apagada. Levanté mi mirada del móvil, bloqueándolo mientras me sentaba en la cama, acercando mi maleta a mis pies para poder comenzar a sacar de ella lo imprescindible―. Tenemos que hablar.

Sorprendido ante aquella línea tan cliché la miré directamente a los ojos; pronto descubrí que no fue buena idea. Becca rompió a llorar, acercándose con rapidez a mí. A causa de aquel brusco movimiento quedamos tumbados en el colchón, mientras la rubia lloraba a mares encima de mí.

Había visto a Rebecca Marshall en un estado similar pocas veces, pero nunca antes como el de esta vez. Sus lágrimas empapaban mi camiseta, aunque estaba tan concentrado en entender lo que ocurría que no le di importancia.

Con lentitud y, prácticamente por instinto, comencé a acariciar su cabeza, pasando mis dedos entre su pelo. Con mi otro brazo rodeé su cintura.

―Shh... Cuéntamelo... Tranquila... ―iba diciendo, a medida que sus llantos se hacían más profundos.

―¿Por qué tiene que ser tan complicado, Luke? ―Su voz creaba altibajos y pausas involuntarias a causa de la falta de respiración―. ¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser así?

―La vida no es justa, Becca...

―Estoy harta de todo esto, harta de seguir fingiendo, de seguir reteniendo mis sentimientos...

―¿Qué quieres decir? ―pregunté, todavía acariciándola.

―Estoy enamorada, Luke. ―Me paralicé por un momento, sin saber cómo interpretar aquellas palabras. ¿Rebecca estaba enamorada de mí? Sin darme tiempo para poder resolver aquello la rubia se levantó y, todavía llorando, se sentó en el borde de la cama, limpiándose con las mangas de su jersey las mejillas―. Conocí a Mark durante una sesión fotográfica en Los Ángeles. ¿Sabes? No había sentido una conexión como aquella en toda mi vida, a pesar de que me he dado realmente cuenta de lo que siento por él hace poco tiempo. Los meses fueron pasando y lo único que hacía era pensar en él, hablar con él, sonreír y llorar a causa de él. ¿Y sabes lo peor de todo? Que mientras él me ha confesado que le gusto no puedo decirle lo mucho que quiero estar con a él, lo mucho que quiero besarle, lo mucho que quiero pasar mi vida junto a él. ―Mantuve mi boca cerrada mientras Rebecca se sinceraba conmigo―. Quiero terminar todo esto, Luke... Quiero ser libre. Cuatro años es mucho tiempo.

"Cuatro años es mucho tiempo".

Ella tenía razón. Habíamos estado muchos años como pareja de cara a los medios y me había planteado más de una vez que pasaría si se diera el caso, si llegara a ocurrir algo como eso. Sabía que en algún momento pasaría, era cuestión de tiempo.»

―¿Lukey? ―la voz de la rubia me separó de mis pensamientos. Me giré, buscando su mirada―. Hemos llegado.

(...)

Al llegar al camerino después de la ducha posterior al soundcheck me sentí como si estuviera entrando al mismísimo paraíso: el calor que desprendía la calefacción me rodeaba por completo. Becca decidió ir a dar una vuelta por el recinto mientras los chicos comían todo lo que encontraban en la mesa de los aperitivos. Aprovechando el momento de descanso dejé caer mi cuerpo en el sofá y desbloqueé mi móvil, revisando por encima las notificaciones que tenía.

Entré a WhatApp, encontrando aquella conversación olvidada del día anterior con la misteriosa chica, amiga de Ashton. Era obvio que si conocía a Ashton sabía quién eran sus compañeros de banda. Lo más probable era que Ash le hubiera dicho algo; de todas formas había algo que olía mal... Y no, no éramos nosotros.

Comencé a darle vueltas al teléfono entre mis manos, sin saber qué hacer. Al hacerlo ―y dándome cuenta tarde― apreté a la opción de llamada. Me quedé mirando fijamente la pantalla sin reaccionar.

¿Respondería?

Todas mis esperanzas en descubrir la identidad de "J" desaparecieron cuando la llamada fue declinada.

Me había colgado.

Genial.

Decidí dejar el teléfono cargando y olvidarme por un rato de él. Intenté dormir, rodeando con mis brazos el cojín más cercano que tenía, pero los chicos se encargaron de estropear aquel momento de paz ―gritando, como siempre―.

―Oye Cal... ¿Y la invitación de boda que Danna iba a enviar? Dijiste que te haría llegar una en físico. ¡Quiero verla! ―Mis ojos, los cuales estaban a punto de cerrarse, se abrieron con interés.

¡La invitación de boda! Yo también quería verla.

―Ya no la tengo.

―¿Qué? ¿Por qué no? ―Michael se quejó, algo confundido.

―La he entregado... Hay alguien aquí que quiero que asista.

―¿Quién?

Los tres se giraron ante el sonido ronco de mi voz. Los ojos de Calum y Ashton parecían decir mucho más de lo que lo hacían sus bocas; a pesar de ello no quise insistir. Me incorporé poco a poco en el sofá y, todavía sentado, decidí ver cuanta batería tenía en el móvil.

Mi querido iPhone, salvándome de momentos incomodos desde tiempos inmemoriales.

―Una buena amiga ―Calum dijo de repente―. Hace tiempo que vive aquí y quería hacerle llegar en persona la invitación.

―Ajá.

Nuestro manager entró en la sala, interrumpiendo aquel tenso momento del cual solo Mike no participaba.

Era hora de ir preparándose para otro show.

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HOLA

¿Qué tal estáis? Espero que bien, yo estoy resfriada y acaba de empezar el otoño; este año va a ser duro ;-;

Mi idea inicial era escribir sobre James, pero he decidido seguir con Luke porqué no tengo claro todavía como debería ser el reencuentro. De todas formas tengo mi lista de reproducción de canciones emotivas lista para cuando me ponga a ello jajaja nada como la música para ayudar a la inspiración.

Quiero dedicarle este capítulo a Haalys. ¡Feliz cumpleaños (atrasado)! Me encantan tus comentarios, gracias por leer la novela.

Eso es todo, aunque antes de despedirme me gustaría hacer un llamamiento a las lectoras (si es que hay alguna) que vayan a la UAB (Barcelona). Estaría bien conocer a gente de la misma universidad que lea el fanfic, así que si se da la casualidad comentadlo pls :)

Bueno, gracias por leer la novela una semana más,

Comentad y votad pls xx

María.

PD: Pasaros por mi nueva novela de Calum, "Lines". Lo apreciaría mucho.