Capítulo 5

4.5K 398 94
                                    

James POV:

Uno; comencé a dar pequeños saltos, posicionándome delante de mi rival.

Dos; hice un par de movimientos al aire, de práctica.

Tres; concentré toda la fuerza en mi puño derecho.

Finalmente, el saco de boxeo cayó delante de mí. Grité para descargar la tensión de mi cuerpo; llevaba toda la tarde intentando romper aquel saco, de esa forma Marcus se vería obligado a comprar uno en mejores condiciones.

Me acerqué a la pared, donde había dejado mi toalla y mi botella de agua. Mientras me bebía casi todo su contenido escuché unos aplausos que provenían de la puerta.

―El gran James Hemmings ha conseguido librarnos del viejo saco de boxeo. Wow, te felicito.

Una carcajada salió de lo profundo de mi garganta.

―Ha sido todo un placer ―me burlé, haciendo una reverencia.

Pasé la toalla por mi cabello mojado, tratando de ponerlo un poco en orden.

―Deberías darte un ducha, hueles horrible ―dijo, sentándose en el banquillo.

―Como si tú olieras a rosas después de entrenar ―contraataqué―. Por cierto, ¿Estás sola? ¿Y Dean?

―Está en casa. Ha dicho que vendría más tarde, así que voy a tener que entrenar sola.

―Haber llegado antes, Sarah; has perdido la oportunidad de hacer boxeo con el inigualable James Hemmings.

―Más quisieras tu entrenar conmigo. Llevo toda la vida en esto, no puedes igualarme en técnica.

―Pero puedo hacerlo en fuerza.

―Pruébame.

―¿Estás segura? ―la molesté.

―¡Buenas tardes chicos!

Dean irrumpió repentinamente en el gimnasio, provocando que tanto Sarah como yo desviáramos nuestra atención hacia él.

―¿Tu no estabas en casa, comiendo y vagueando? ―pregunté.

―¿Y tú no tendrías que estar recuperándote de tu última pelea? Te llevaste unos buenos golpes en las costillas ―Dean frunció el ceño, expresando con su mirada el dolor de los golpes.

Sarah rio mientras se ponía los guantes de boxeo, aquellos que Dean y yo le regalamos para su decimosexto cumpleaños. Sarah, Dean y yo llevábamos cuatro años siendo amigos.

Todo comenzó después de graduarme; lo hice un año más tarde de mi promoción, ya que estuve en un coma durante tres meses, pero eso es una larga historia. El día en que abrí los ojos de nuevo sentí como la vida me estaba dando una segunda oportunidad, así que era mi deber no desaprovecharla.

Estuve trabajando durante dos años en varios sitios, hasta que, cuando cumplí veinte años, Marcus me propuso algo que cambiaría mi vida: ser uno de los entrenadores de boxeo de su nuevo gimnasio.

Acepté sin pensármelo dos veces; iba a trabajar de lo que más me gustaba, aunque para ello iba a tener que dejar a mi familia en Sídney.

Al principio tan solo nos teníamos el uno al otro pero, cuando el gimnasio comenzó a ganar popularidad por los alrededores, todo comenzó a funcionar.

Gracias al gimnasio conocí a Sarah y Dean. Ellos fueron los primeros amigos que hice después de dejar mi ciudad natal.

Por aquel entonces Dean tenía dieciocho años y Sarah quince. Dean siempre ha sido un chico tranquilo, todo lo contario a ella; Sarah era toda una rebelde y lo dejaba muy claro cada vez que se subía al cuadrilátero.

En cierto modo era atractiva, aunque tan solo la podía ver como una hermana pequeña. Además, Dean y ella eran inseparables, a pesar de ser tan distintos. No creo que haya pareja que se complemente mejor que ellos dos.

―Jems, esta noche vamos a ir de fiesta, para celebrar tu recuperación. ¿Qué te parece? ―preguntó Sarah, atándose su cabello rosa en una coleta.

―No puedes volver a decir que no, la última vez no viniste ―añadió Dean.

―¿Quién iba a querer ir con vosotros dos en "modo pareja"? ―me quejé.

―Pues conoce a gente nueva, liga, disfruta de la juventud... ―Dean recitó―. No has tenido novia en mucho tiempo, y siempre que te presento a alguna amiga de Sarah pierdes el interés al cabo de un par de semanas. Nos conocemos desde hace cuatro años Hemmings, empiezo a pensar que tus inclinaciones no son las que creía... ¡Auch! ―exclamó, justo después de darle un golpe en el pecho―. Amor, llama a una ambulancia, creo que James me ha roto algo.

―Idiota ―murmuré, riéndome―. No te he dado tan fuerte.

―¿Entonces qué dices? ¿Vienes o no? ―Sarah preguntó, ignorando por completo a su novio.

Suspiré; sabía que no me dejarían tranquilo hasta que les dijera que sí.

―Solo por esta noche ―acepté.



-------------------------------------------------------------------------------

VÍDEO:

SLFL Barcelona 2/2

Twins 2 » Luke Hemmings [cancelada; con final]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora