HOUDINI | Harry Styles

Capítulo 10 "Part 1"

Capítulo 10 "Part 1" //Houdini

Mi espalda sigue contra la pared. Estoy parada sin saber bien que hacer, sin saber como responder a la última escena producida. Mi paciente se para cuando oye la voz, y justamente se queda quieto, al igual que yo hace unos minutos. Puede que tampoco sepa como responder a esto, y justamente, yo no sé ni como respirar ahora.

Su cuerpo se tensa, y lo siento por como lentamente quita las manos de mí, alejándose de mí. En la habitación se oye otra respiración, aparte de la mía y la de Harry. No puedo ser tan estúpida en un momento como este. Mis piernas son gelatina, y no puedo decir ni una palabra, se han quedado atoradas en mi garganta junto con mi corazón. La sangre ya no corre en mí cuerpo. Y realmente, repito en mí, no sé como sentirme en estos momentos.

No levanto la vista en ningún momento, la tengo parada en su cuello. Mis manos se han alejado de él lo más que han podido, y él, aún no se ha alejado de mí. Es un momento en el que deseas que los minutos y las horas pasen rápidamente, es un momento en el que quieres estar en tu casa y que nada de esto pasase. Mi pulso tiembla, y mi vista se nubla por unos minutos. No lloro, sin embargo, me siento agobiada.

En un repentino momento, de mi valentía fingida, le empujo. Y suelta un suspiro, creo que yo también lo suelto, de alivio. Me agacho rápidamente para recoger mis papeles en el suelo, y no levanto la mirada en ningún momento. Tapo mi cara con el pelo, y con las manos aún temblorosas recojo las hojas. Me levanto lo más rápido que puedo del suelo y guardo las hojas arrugadas en el bolso.

En la estancia solo se oyen tres respiraciones—contando con la mía—, el sonido de las hojas siendo arrugadas y el crujir del suelo bajo nuestros pies. No miro a la chica que ha hablado, ni mucho menos le dirijo una mirada de refilón. Sin embargo, la curiosidad me mata y estoy muriendo lentamente por mirarla y saber quién es. Cierro el bolso lo más rápido que puedo, y con dos empujones más de hombros, corro hacía la puerta.

—No vuelvas mañana—oigo la voz de Harry por detrás, y me gustaría decir que me doy la vuelta, pero mentiría. Mi cuerpo tiembla ante su voz, y se oye un suspiro desde el fondo. Creo que no es de Harry.

Solamente cuando voy a cerrar la puerta, me giro para encararle. Pero sin embargo, veo a la chica en lo alto de la escalera. Es rubia, y tiene los ojos marrones, me mira sonriente, sin malicia alguna. No la doy mucha importancia, y me giro a Harry.

—Nunca te haré caso, idiota— suelto, sin importarme que haya otra persona detrás suya. Puede que la chica me mire sorprendida cuando la veo de refilón, pero sigue sonriendo como si no le importe mi presencia aquí.

Cierro la puerta, oyendo la voz de Harry de fondo. Pero no le presto atención, al revés, no escucho muy bien lo que dice. Bajo las escaleras corriendo, haciendo demasiado ruido sin quererlo. Cuando llego abajo, abro la puerta para salir del edificio. Corro lo más que puedo fuera de esa calle, unos tres o cuatro edificios. Y sin previo aviso, cuando ya no puedo más, me paro en un edificio y me pego a la pared de éste y empiezo a gritar, y a golpear la pared.

No puedo ser tan tonta en estos momentos, solamente por una cara bonita. Una cara que puede ser el rostro de todo lo malo. Mis manos se convierten en puños, y la rabia sigue saliendo de mí. Soy estúpida. No quiero, no quería hacer eso. Dejo de golpear el edificio, y me tiro al suelo abrazando mis rodillas. Echo la cabeza atrás, y cierro los ojos.

Creo que no sé como describir como me siento en estos momentos; en realidad no sé como describir mi vida. Ahora mismo solamente es un torbellino negro, de confusión y miedo, con escudos alrededor para que no se mueva de su sitio. Diciendo la verdad, sigo sintiendo su labios en los míos, como si fuera una suave presión en ellos perpetua.