Prólogo

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El fin de curso estaba muy cerca prácticamente estaba a la vuelta de la esquina, esta era una buena oportunidad para declarar sus sentimientos hacia los chicos que les robaban el sueño, era el momento indicado para estas tres tres chicas: Ino Yamanaka, Sakura Haruno y Hinata Hyuga, estudiantes que cursaban su penúltimo año de preparatoria en la academia Senju.

Sus años de preparatoria se estaban terminando, y aun no les confesaban sus sentimientos a aquellos chicos que eran dueños de su corazón sin saberlo, ya no podían mantener su sentir en secreto como lo habían hecho todos estos años, necesitaban una respuesta.

Necesitaban saber si estos eran correspondidos o no, ya no querían mantener la esperanza de que un día ellos se acercarían a ellas para conquistarlas, pues ellas mas que nadie sabían que debían tomar la iniciativa si querían hacer un avance con ellos.

Sonó el timbre dando a entender que era hora del almuerzo, por lo cual se dirigieron a la cafetería. Cada paso que daban hacia que se les acelerara el corazón, ya que habían decidido confesar sus sentimientos en el almuerzo, y cada paso las acercaba mas a la realidad.

—Vamos—les animó Sakura cuando vio que sus dos amigas habían detenido el paso.

—No estoy segura de esto—dudo la rubia mirando con temor la puerta de la cafetería.

—Ya estamos aquí, no podemos retroceder—dijo Hinata tratando de tranquilizarse.

—Suerte—susurro la ojo jade antes de que se separasen.

Armándose de valor la Hyuga se dirigió hacia donde se encontraba cierto rubio de ojos azules, se acercó tímidamente a él y le pidió hablar a lo que accedió, se fueron hasta la entrada de la cafetería para que pudieran hablar.

—¿Que querías decirme?—preguntó Naruto.

—Veras...desde hace algún tiempo—fue disminuyendo el tono de su voz.—...t-tengo...estos sentimientos por ti...y...

-No te ofendas pero eres muy rara, además no eres muy femenina que digamos, ante mis ojos eres como una niña-Sin mas que decir el rubio se alejo.

La ojo perla miro con decepción aquel chico mientras lo veía alejarse, no esperaba que sus sentimientos fueran correspondidos pero la respuesta que recibió fue peor de lo que se esperaba. Aparto su mirada del chico y se marcho, no quería permanecer ahí, necesitaba un momento para estar a solas consigo misma.


Respiro profundamente, armándose de valor y se acerco hasta donde se encontraba el azabache, quien no le presto atención a pesar de que estaba parada delante del él,  se encontraba sumamente nerviosa, para se esforzaba por no demostrarlo.

—Sasuke—lo llamo con un tono voz bajo para no llamar la atención del resto de los alumnos—,tienes un minuto,

—¿Qué quieres?—le cuestiono con molestia.

—Yo, no se como decirlo, pero tengo sentimientos por ti...—no pudo terminar de hablar pues fue interrumpida.

—Acaso crees que me importa—le sonrió con burla—, no perdería mi tiempo con una molestia como tú, no te hagas falsas ilusiones niña, jamas voltearía verte. 

Bajo la mirada, y comenzó a caminar rumbo a la salida, estaba decepcionada y dolida, él no era la persona que creyó, tal vez se precipito al profesar sus sentimientos, tal vez debió tratar de acercarse y conocerlo menor, así no hubiera tenido una falsa impresión de él. Se sentía estúpida por creer que podría tener una oportunidad, no ahora, sino en un futuro, pero aquella idea había sido desechada, él le había dejado claro que esa no era una posibilidad, y sinceramente ya no lo veía de la misma forma. No tenia tiempo, ni ganas de estar detrás de alguien que no sabe valorar los sentimientos de las personas. 




La Yamanaka había salido de la cafetería junto a un pelinegro, se sentía intranquila y nerviosa, había estado repasado mentalmente lo que le diría pero ahora temía decirlo, tomo un gran suspiro para después hablar.

—Sai...No se si lo que siento es amor, pero los sentimientos que tengo hacia ti son muy fuertes, me los había estado reservando para mi misma pero creí que ya era hora de que lo supieras.

—No me interesas en lo absoluto—le respondió el pelinegro con una sonrisa falsa-.Yo busco a una mujer, no a una niña para jugar a los novios.

No espero respuesta alguna de la chica y comenzó alejarse.

Ino tenia la mirada en el piso, mientras intentaba no exteriorizar sus sentimientos los cuales eran dolor y decepción. La imagen que tenía de él había cambiado, sus palabras la hirieron pero no lo demostraría.

Levantó la mirada y se alejo del pasillo en el que estaba, camino rumbo a la biblioteca, al entrar se escondió entre unos estantes, dejándose caer, para derramar algunas lagrimas en silencio.

Por desgracia en este mundo, las personas juzgan el exterior, sin pararse a conocer a esa persona, sin darle una oportunidad. La imagen que des de ti mismo sera la que decida si seras aceptado o rechazado, esa es la realidad.

Ellas con esa experiencia se habían dado cuenta de ello, jamas le habían dado mucha importancia a su imagen, por que creían que lo mas importante era la personalidad y la forma de ser de las personas, por eso mismo ellas no juzgaban a las personas por como se veían, prefieran conocerlas. Sin embargo, ahora la realidad las había traído de vuelta, si querían ser alguien, y dar buenas impresiones, necesitaban hacer un cambio, no por ellos sino por ellas mismas, por que quieran o no, si seguían así, en futuro esto realmente les traería inconvenientes, pues para tener un buen puesto en cualquier trabajo, la imagen que dabas de ti mismo era un factor importante para subir de puesto.

Por esa misma razón harían un cambio, buscarían su propio estilo, dejarían salir a relucir a su yo interior.

Nunca Es Demasiado Tarde (NaruHina, SasuSaku & SaiIno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora