Lou III - Camila

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Spit fire.

___ POV

No me paré en el suelo terrestre: seguí volando cada vez más y más alto. Tenía que llegar al cielo. Tenía que poder entrar, después de todo era un ángel. Estaba por llegar. Solo un poco más.

—¡Alto ahí! —gritó alguien a mi lado.

Voltee hacia la derecha para encontrar a un par de ángeles persiguiéndome. Mierda. Olvidé cambiar mi forma a una semi humana. Podía tener tres formas: mi forma natural con mi piel roja y mis cuernos grandes; mi piel morena con cuernos medianos; mi piel morena sin cuernos. En ninguna perdía mis alas: éstas seguían siendo rojas. Demonio, semi demonio y semi humano, así llamábamos a nuestras distintas formas. Con cada una perdía un poco de fuerza y velocidad.

Bajé en picada y en el camino me transformé a un semi humano. Bajé tanto como pude y luego retomé mi vuelo hacia arriba. Había bajado tan rápido que al parecer los ángeles no pudieron seguirme el ritmo. En momentos como estos era bastante agradable ser más veloz que ellos.

Retomé el vuelo hacia arriba, pero ésta vez asegurándome que nadie me siguiese.

—No eres tan ágil como pensabas —dijo alguien justo atrás de mí.

Lo siguiente que supe es que estaba siendo arrastrada hacia abajo.

¿Qué?

Alcancé a ver que era un ángel. Camila. La voz de Camila.

Me volví un semi demonio y sentí como la fuerza volvió un poco más a mí. Aproveché y salí disparada de nuevo hacia arriba... con Camila agarrándome un tobillo.

—¡Detente, no estás permitida ahí! —gritó.

Creo que iba demasiado rápido porque sentía el viento demasiado fuerte en mi rostro.

—¡Déjame ir, Camila! —grité de regreso.

No reduje mi velocidad, al contrario: quise ir cada vez más rápido.

—¡No puedo perderte de vista! —gritó—. ¡Estás rompiendo mis alas... duele!

Cosa nueva descubierta: las alas de los ángeles no eran tan resistentes como las nuestras. Eso explica porqué ellos no volaban tan rápido.

Estaba en un dilema: seguir con la misma velocidad y romper a Camila... o bajar la velocidad y dejarla que me convenciera de cualquier cosa que le hayan dicho...

Mierda: Camila ganaba.

Dejé de volar... dejé de mover mis alas. Me solté del agarre de Camila y luego me dejé caer. Tan solo a unos metros del suelo me posicioné para caer de pie. Unos minutos después, igual que nuestro último encuentro, Camila comenzó a descender tapándome el sol hasta que tocó el suelo.

—Pensé que habías huido —dijo Camila recuperando el aire.

—¿Cansada?—pregunté ladeando la cabeza.

—Quizá un poco —confesó haciendo una mueca.

Reí.

—Entonces... ¿para qué me detuviste? —pregunté directamente.

—Mi padre quiere hablar contigo —dijo tranquilamente.

—¡Ah!... Te refieres a "el padre de todos", ¿no? —pregunté juguetona.

Me soltó un puño en el brazo.

—Mi padre directo, _____ —dijo rodando los ojos.

—Perdón, señorita Camila —dije rodando los ojos también.

Imaginas & One-shots de Fifth HarmonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora