Sexo Casual - Dinah Jane

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___ G!P.

—–

___ POV

—Por favor, más rápido —dijo entre gemidos.

—Shhh —dije besando sus labios mientras me movía dentro de ella.

Agarró mi trasero y lo apretó. Eso me hizo perder el control y comencé a embestirla cada vez más y más fuerte. Su habitación era invadida por gemidos muy intensos.

—Eso es preciosa —dije mientras mis manos jugaban con sus pechos—. Quiero que grites tan fuerte que los vecinos se enteren a quién perteneces.

Con un gemido desgarrador ella llegó al clímax. Di un par de embestidas más hasta que me vacié dentro de ella.

Me salí sin piedad de su interior. Era la ronda número 5 y ella estaba tan sensible. Vi la hora y eran casi las 9 de la noche. Ya debía estar en casa.

—Tengo que irme, pero supongo que puedo verla mañana, profesora —dije saliendo de la cama y vistiéndome.

Escuché que se paró de la cama.

—Eso es tan sexy —dijo contra mi oído.

Enrolló sus brazos en mi cintura y recargó su mentón en mi hombro. Reí. Terminé de vestirme; recogí mi mochila y me dirigí a la puerta principal.

—Nos vemos —dije besando rápidamente sus labios.

—Hasta mañana —dijo—. Te quiero temprano en clase —me guiñó un ojo.

Reí ligeramente y comencé a caminar a mi auto. 20 minutos después ya estaba de regreso en mi casa. Llegué a dormir, prácticamente. Aunque vivía sola, soy responsable y sé ponerme límites. Estoy en la universidad y estoy estudiando para ser bailarina profesional.

La diosa Dinah Jane Hansen era la profesora más sexy en la historia del mundo. Esas curvas que matan. Su trasero, sus pechos, Dios... creo que estoy teniendo una erección de solo contarles de ella.

Se preguntarán el cómo es que comenzó todo esto de acostarme con ella. Bueno, la primera clase que tuvimos, tuve una tremenda erección como nunca antes. Me quedé sentada con la excusa de que me había torcido el tobillo mientras hacíamos estiramiento. Después ella descubrió mi pequeño gran problema y se encargó de hacerme la mejor mamada del mundo.

A partir de ahí, de lunes a viernes teníamos maratón de sexo desenfrenado después de clases. Por alguna razón, todo ese sexo ayudó a controlar mi miembro y podía atender la clase sin problemas.

Se supone que dijimos que solo sería sexo casual, pero vaya que no me molestaría tener a esta chica como mi pareja.

Ya habían pasado 3 meses más de nuestra pequeña aventura. Las cosas con Dinah iban excelentes. De vez en cuando nos gustaba salir a comer o al cine. Sentimientos iban brotando dentro de mí. La regla número uno fue no enamorarse, y yo estaba ocultándolo muy bien. Por mucho que me gustaría que estos sentimientos siguiesen creciendo, eso no podía pasar: ella era mi profesora y yo su alumna. Nos meteríamos en grandes problemas si la universidad se enteraba de la relación que DJ y yo sosteníamos. Me importaba demasiado toda esta situación, no quería afectarla, así que enterré todo eso muy en el fondo de mí...

Al parecer Dinah no pensaba igual.

Estábamos comiendo en su casa. A ella le encantaba invitarme a comer a su casa. Le encantaba prepararme comida. Esto no está bien.

—¿Qué tanto piensas? —preguntó DJ sacándome de mis pensamientos.

—Cosas sin importancia —respondí mientras movía mi mano con desdén.

Sonrió ligeramente. Le regresé la sonrisa y me dediqué a seguir comiendo.

—Si estás pensando es porque te importan —dijo después de un rato, rompiendo el silencio.

Por alguna razón hoy había demasiada tensión en el ambiente.

—En realidad sí lo hacen —comenté suspirando.

—Puedes confiar en mí —dijo inclinándose para acariciar mi mejilla.

—Dinah, detente —dije parándome abruptamente de mi lugar.

Ella me dedicó una mirada de dolor, pero inmediatamente se restableció.

—¿Parar qué? —preguntó haciéndose la que no sabía.

Se levantó de su asiento también.

—Esto —contesté señalando entre nosotras—. Esta cosa que tenemos. Siento que estamos rompiendo la regla número uno.

—¿Regla número uno? —preguntó confundida.

—Creí que dijimos que no nos enamoraríamos. Que no meteríamos sentimientos —dije pasando una mano por mi cabello.

—Siempre tiene que haber sentimientos si vas a meterte en la cama con alguien —comentó tranquila.

—¿Estás enamorada de mí, Dinah Jane? —pregunté sin alterarme.

«Que diga que no, que diga que no», pensé. Si ella decía que sí, todas las barreras que había construido iban a derrumbarse en ése mismo y preciso momento.

—Sí —contestó sin dudarlo—. No puedo más.

La miré confundida.

—Voy a preguntarte algo y quiero que me respondas sinceramente —dijo.

Fruncí el ceño.

—Adelante —dije.

—¿Estás enamorada de mí, _____? —preguntó.

Y entonces algo me golpeó: tampoco podía más. Necesitaba sacarme esto. Quizá expresándolo evitaría que siguiese creciendo.

—Sí —contesté nerviosa.

Ella comenzó a acercarse lentamente a mí.

—Siempre tienen una maestra sustituta, la cual resultó ser una gran amiga mía, Normani Hamilton —dijo mientras seguía acercándose aún más lentamente en mi dirección.

—¿Qué estás intentando decirme? —pregunté confundida.

—No puedo más —repitió—. Intento decirte que quiero dejar todo para estar contigo. Y, antes de que me digas que no lo haga: ya lo hice... renuncié a mi trabajo.

—¡Dinah Jane! —dije negando con la cabeza.

Ella ya estaba prácticamente frente a mí.

—_____... —dijo. Acarició mi mejilla—. Dime que estarás conmigo. Dime que seremos algo más que solo sexo. Dime que seremos felices. Dime que serás mi novia.

—Dinah... —comencé.

—No estoy dándote opciones —dijo un poco divertida.

—¡Maldición! —dije frustrada. Ella me vio raro—. Sí quiero ser tu novia. Los sentimientos fueron creciendo e intenté a toda costa que esto no pasara, pero Dinah... no puedes culparme: eres asombrosa. Te quiero.

Se sorprendió por mi confesión, pero sonrió amplio y me besó.

Quién diría que ella sería la primera y la última.

———

¡Volví! Los extrañé. Espero les haya gustado(:

Imaginas & One-shots de Fifth HarmonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora