20; Una de esas chicas.

5.3K 442 239
                                    

Al despertar, sentí un inmenso dolor en el ojo izquierdo

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

Al despertar, sentí un inmenso dolor en el ojo izquierdo. Observe a mí alrededor y note que no me encontraba en mi habitación; estaba en la habitación de Scott. Mis ojos se clavaron en una silueta masculina recostada en el marco de la puerta, quien, al verme despierta, exclamó:

—¡Al fin despiertas! Me alegra que te encuentres bien.

—¿Esto es estar bien? —señale mi ojo izquierdo.

—No tienes alguna idea de cuánto lo lamento —tomó mi mano—. ¿Crees poder perdonarme?

—¿De verdad piensas eso de mí? —le pregunte.

—No creo que seas una de esas chicas —afirmó.

—¿Una de esas chicas? —le pregunte.

—No creo que seas una zorra.

—Así que a eso te referías —comprendí—. Me considero una persona libre y si eso me convierte en una de esas chicas, solo espero que algún día comprendas lo mal que está etiquetar a las personas y dividirlas en grupos.

No aguarde a oír su respuesta y me marché de allí tan rápido como me fue posible.

A pesar de tener un ojo morado aún debía acudir al trabajo y estar dispuesta a ayudar a los clientes. Por lo que cuando llegaron los chicos pidiendo ayuda para salvar a Hayden, debí hacerlo.

—¿Que te sucedió en el ojo? —me preguntó Theo.

—Me golpee con la puerta —mentí.

—Podría quitarte el dolor —acaricio mis labios con su dedo pulgar.

—Quizá en otro momento —le dije—. Primero debemos salvar a Hayden.

—¿Desde cuándo te importa su bienestar? —me preguntó.

—Por si no lo recuerdas, mi trabajo es proteger a los animales.

Mi atención se desvió cuando recibí un mensaje entrante del número desconocido que llevaba acosándome por varios días:

«Si yo fuera tú, me despediría de mis amigos antes de que sea demasiado tarde».

—No parece estar mejorando —se quejó Liam.

—Llamen a mi hermana —nos pidió Hayden—. No quiero morir sin despedirme de ella, se los ruego.

—Iré a buscarla —le aseguró Scott.

—¿Que le contaras? —le preguntó Liam.

—Lo que sea necesario.

Una hora más tarde Hayden pareció haber empeorado, por lo cual Melissa sugirió que la lleváramos al hospital y eso hicimos.

—No podemos ingresar por la puerta principal —dijo Melissa—. Debemos bajar por el ascensor para dirigirnos al sótano.

—Mi hermana... —susurró Hayden.

—Scott la traerá tan pronto como le sea posible —le aseguró Melissa.

—¿No deberíamos pedir ayuda a algún medico? —pregunte.

—No podemos arriesgarnos a que nos descubran —dijo Melissa—. Con la cantidad de mercurio que tiene su cuerpo ni siquiera debería estar viva.

Pasamos varios minutos en silencio hasta que Melissa nos alertó:

—Su pulso ha disminuido, deberían buscar a Scott y avisarle a Liam.

Ambos asentimos y salimos en su busca, pero después de recorrer casi todo el instituto sin hallar señal de Liam o Scott, me detuve por un momento y lleve mi mano al pecho.

—¿Qué sucede? —me preguntó Mason.

—Tengo un mal presentimiento.

—¿De qué se trata?

—Alguien va a morir pronto —le asegure.

—¿Alguien como Hayden?

—Alguien como Scott.

Oímos un sonido proveniente de la biblioteca y ambos nos dirigimos hacia allí.

—Liam, ¿qué hiciste? —le preguntó Mason.

—¿Cómo está Hayden? —nos preguntó Liam cubierto de sangre.

—Hayden está agonizando —respondió Mason.

Liam salió corriendo de allí en un intento de lograr despedirse de Hayden, dejando a la vista el cuerpo aún consciente de Scott.

—Dejame curarte —le pedí.

—No te dejaré arriesgarte —dijo Scott.

—Deberías hacerle caso —dijo Theo, abriéndose paso hasta llegar a nosotros.

—Te voy a destruir —le advertí.

Alce ambas manos dispuesto a golpearlo pero inmediatamente me vi azotada contra una pared. Theo cambió completamente su apariencia en cuestión de segundos y clavó sus afiladas garras en el estómago de Scott.

—Mi trabajo aquí ya está terminado.

Theo se marchó de allí y fue entonces cuando comprendimos lo sucedido.

—Scott —solloce—. Por favor, no nos abandones.

—¡Scott! —gritó Melissa—. ¿Qué sucedió?

Melissa no espero a obtener respuesta alguna y comenzó a presionar el pecho de Scott.

—No tiene pulso —le dije—. No puedes traerlo de vuelta.

—Yo no, pero tú sí.

—No puedo revivir a las personas.

—Nunca lo intentaste.

—Porque no está a mi alcance —le asegure—. No puedo devolver a la vida a alguien que está muerto.

—No es alguien, es mi hijo. ¡Es demasiado fuerte para morir así!

—Melissa —le toque el hombro izquierdo intentando que se detuviera.

Como era de esperarse no se detuvo y golpeo con todas sus fuerzas el pecho de Scott, quien se reincorporó y abrazó a su madre. Luego clavó su mirada en mí y dijo:

—Después de todo eres esa chica que siempre está ahí para cuando sus amigos la necesitan —me sonrió—. Espero que algún día puedas disculparme.

—Solo quería que lo comprendieras, Scott —le dije.

—¿Eso significa que me has disculpado?

—Sí, te he disculpado.

Nos quedamos hablando por unos minutos hasta que finalmente había llegado la hora de marcharme. Lydia me había prestado su auto, por lo que no tardaría tanto en llegar a mi casa. Cuando fui a abrir la puerta del auto, mi celular sonó indicando un nuevo mensaje:

«Olvidaste trancar las puertas del auto, mi pequeña».

Lleve ambas manos a mi boca y rápidamente ingrese al auto, finalmente había descubierto al emisor de aquellos mensajes. Cerré las puertas del auto y rápidamente le marque a mi tía.

Cuando finalmente respondió, alguien colocó un arma en mi sien y susurró:

—No grites y ni siquiera intentes escapar. Mantén la boca cerrada y conduce hacia donde te lo indique.

Lydia's cousin | Teen WolfTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon