Capítulo 46.

1.7K 201 42
                                    

Esta vez parecía que me había quedado sin opciones. 

No podría salir al hospital, y no había nadie en casa que me ayudara. 

   Comencé a caminar por los pasillos, no me dolía nada, era cierto, pero sabía que no era una buena señal que algo saliera de mi cuerpo. Intenté recordar lo que Johan había dicho acerca del embarazo ¡¿Pero que demonios me ayudaba en este momento?!

   Las ideas surgían en mi mente una tras otra, cada una más loca que la otra. No había forma alguna de que supiera que era lo que pasaba con mi cuerpo, pero mientras investigaba eso una idea mejor surgió en mi. 

   Ringo. Freda. George. 

   Los tres estaban en la casa de George ¡Podía llamarlos!

   Me lancé contra el teléfono y marqué los números de la casa de George temblorosamente -Contesten, maldita sea- susurré, sintiendo un nuevo dolor, mucho más fuerte que el anterior -¡¿Qué demonios quieres, Eric?!- gritó George al teléfono -¡No soy Eric, idiota! ¡Soy Paul! ¡Algo va mal con el bebé!- grité, el dolor aún no había desaparecido por completo. 

   -¡Ringo! ¡El bebé!- escuché que gritó George, seguido de la voz de Ringo gritando "¡Demonios!" y el pitido. Habían colgado. 

   Como pude subí hacia el consultorio, quizá ahí hubiera algo que me ayudara a saber que debía de hacer. 

   Conforme el dolor iba en aumento, me sentía mucho más cansado, pero eso no me impidió encontrar un apunte de Johan sobre las contracciones en el parto. Leí de arriba a abajo las características de este, y supe que eso era lo que estaba sucediendo. 

   De inmediato el temor se hizo presente en mi ¡Parto natural! ¡Había entrado en parto natural! ¿Tienen alguna idea del terror que se siente saber que tendrás un parto natural? -Paris, no hagas esto, espera solo un poco más- supliqué a mi bebé. Me deshice de mi pantalón sucio y me recosté en la camilla, acostado me sentía mucho mejor, a decir verdad, en estos momentos solo sentía una pequeña molestia y una cantidad considerable de dolor. 

   Hice lo que la hoja decía, y comencé a tomar el tiempo de las contracciones. La primera: 30 minutos. La segunda: 24. La tercera: 26. Y justo cuando habían pasado diez minutos de la última contracción, escuché el azotar de la puerta, seguido por los gritos de George y Ringo. -¡Paul! ¡Paul! ¡¿Dónde estás?!-

   -¡Arriba!- grité, de inmediato se escucharon los pasos de George y Ringo subiendo a toda prisa. Estos se paralizaron en cuanto me vieron, parecían casi igual de asustados que yo -¡Quítense, par de inútiles!- se quejó Freda, arrojándolos a cada extremo para abrirse paso -¡Paul! ¿Como estás? ¿Hace cuanto empezaste?- me preguntó -Casi hora y media- contesté, cerrando los ojos para intentar calmar el dolor -Bien, vas bien, pero necesito que camines- 

   -¡¿Qué?! ¡No puedo caminar!- grité, de verdad que tenía miedo -¡Debes de hacerlo!- me ordenó, tomándome de la mano -¡¿Y John?! ¡¿Donde está John?!- grité, sujetándome al brazo de la chica -D-debe de s-seguir en el parque- contestó George, tanto él como Ringo se habían puesto blancos como la cera -¡Vayan por él!- volví a pedir -¡No! ¡No necesitas a John! ¡Necesitamos a Johan! ¿Dónde está?- 

   -Se fue, se fue al aeropuerto junto con Elizabeth- contesté, sintiendo de nuevo una contracción -14 minutos, estás avanzando muy rápido, Paul- Freda anotó el nuevo tiempo en la hoja y ordenó -¡Que uno vaya por John y que otro vaya por Johan! ¡Ahora!- Ringo y George salieron disparados como si fueran caballos de carreras. Solo necesitaba que John llegara a tiempo. 

John.

Estaba completamente aburrido columpiándome junto con Jude, este lucía muy emocionado por el "tiempo de calidad" que le estaba ofreciendo, pero a decir verdad no sabía que hacer o de que hablar con mi propio hijo -¿Qué tal la escuela, Jules?- le pregunté -Papá, no voy a la escuela ya, mamá me contrató un profesor en casa- explicó este -¿De verdad? ¿Y eso porque?- 

   -¡Pues porque eres un Beatle! Mamá dijo que era mala idea llevarme a la escuela porque todos ya sabían que soy tu hijo- contestó como si fuera lo más obvio del mundo. Estaba a punto de hacerle otra pregunta en cuanto escuché la voz de Ringo gritando -¡John! ¡Corre John! ¡Es urgente!- de inmediato me puse de pie y corrí hacia donde estaba el narizón.

   -¿Qué pasó? ¿George se peleó con Eric?- pregunté alarmado -¡No! ¡Es Paul!- de inmediato miré a Julian, que parecía no entender nada y lo tomé de la mano -¡Corre, Jules!- le ordené, los tres salimos corriendo hasta el Aston Martin de Paul y subimos lo más rápido que los pies nos lo permitieron -¿Qué le pasó? ¿Está bien? ¿Como está Paris?- pregunté alarmado, comenzando a conducir lo más rápido que podía. 

   -Entró en labor de parto, Freda está con él, pero Johan salió de la casa- me explicó Ringo, que lucía muy asustado -¡Ese idiota! ¡Lo mataré!- grité furioso. Me concentré en esquivar coches a toda velocidad, me pasé demasiados semáforos y casi me salí del camino, pero todo rindió sus frutos, ya que en menos de quince minutos ya estábamos frente a la casa. 

   Salí corriendo del coche, hasta llegar a la parte superior de la casa, de donde provenían los alaridos de Paul -¡Paul!- rápidamente me abalancé contra este y besé su frente, este apretó mi mano con fuerza y gritó de nuevo, era un grito tan profundo que hacía que la piel se me pusiera de gallina -Vas a estar bien, estoy contigo- le aseguré, en la parte de afuera se escuchó el derrapar de un coche, seguido de más gritos. 

   Johan hizo su entrada heroíca en la habitación unos pocos segundos después, este arrojó su saco a un rincón y rápidamente se colocó su bata -Bien Paul, necesito que soportes más, estás a punto de terminar la primera fase, lo peor está a punto de venir- alertó Johan, Paul de inmediato se sujetó más a mi mano y negó con la cabeza -No puedo, John, no puedo hacerlo así- me contestó al borde del llanto. 

   -John ¿Podemos hablar un momento?- preguntó Johan, poniéndose un tapabocas -Vas a estar bien, te lo prometo- le dije a Paul, antes de soltar su mano. Salimos de la habitación y este comenzó a explicarme -Paul va a tener que hacerlo al natural, no tenemos más opciones- 

   -¡Pero dijiste que sería una operación! ¡No puede tenerlo así!- 

   -¡Sé lo que dije, pero no puedo hacer nada para evitarlo, está muy avanzado!-

  -¿No hay nada que puedas hacer?- pregunté, escuchando de nuevo los alaridos de Paul provenientes de la habitación. Johan negó con la cabeza -No, pero necesito que sepas algo...-

---------------------

*Va por su café para seguir escribiendo* ¡Cuatro capítulos! ¡Solo faltan 4 capítulos!

The little Beatle. [McLennon] [MPREG]Where stories live. Discover now