The little Beatle. [McLennon] [MPREG]

Capítulo 17.

Debido a que llevo más de un año sin actualizar las ediciones, y de que a mi novia le encanta esta historia, he decidido ceder a su chantaje y publicar los capítulos restantes sin editar. No esperen una gran narración a partir de este punto. 

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Salimos del hospital media hora después, con Ringo y George más hostigosos que de costumbre, ahora ya no podía ni bajar las escaleras sin que comenzaran a decirme "¿Te ayudo, Paul?" "Te sujeto, Paul" "No bajes tan rápido, Paul" estaba a punto de explotar. Llegar al coche fue todo un alivio, ya que pude subirme rápidamente en el antes de comenzar a escuchar a George gritándome "¡Yo te abro la puerta!" 

    -¡Paul! ¡El doctor Smith dijo que no debes de caminar tan rápido!- me reclamó Ringo tan rápido como abrió la puerta -Perdón, es que estoy cansado- mentí rápidamente -¿Quieres una almohada? ¿Tienes frío?- se apresuró a preguntarme Ringo, buscando las cosas en la bolsa que había traído -No, estoy bien, solo déjame descansar- Este asintió y se cayó, unos segundos después entró George al auto, con la misma mala cara que Ringo, pero este comenzó a hacerle señas para que no me dijera nada. 

    Me recosté en la parte trasera del coche y cerré los ojos, dispuesto a dormir todo lo que pudiera antes de que mis amigos volvieran a tratarme como un niño pequeño. Desperté justo cuando estábamos entrando a Liverpool, me encantaba la vista de la ciudad de noche, con muchas luces encendidas. Mis tripas gruñeron por la falta de alimento y George y Ringo no tardaron en notarlo, porque rápidamente comenzaron a ofrecerme cosas. 

    -Chicos, de verdad que no es necesario que hagan todo esto, aún puedo moverme y creo que deberían de estar con sus esposas en Londres y no cuidándome a mi- les dije -Ah, ellas lo entienden perfectamente, además de que debemos de cuidarte mientras John no esté- contestó George, ofreciéndome un paquete de galletas -No necesito que nadie me cuide- me apresuré a decir. 

    Mis amigos soltaron una pequeña risita, que me sacó de quicio -¡Es enserio! ¡Tengo 24 años, no 5! Puedo cuidarme por mi mismo- repliqué, dándole una mordida a la galleta -No queremos que le pase nada a cacahuatito, eso es todo- contestó George -¿Cacahuatito?- enarqué una ceja -¿Es enserio?-

   -Bueno, aún no sabemos si es niño o niña, así que cacahuatito sonaba bien- explicó Ringo, encogiéndose de hombros -Ay Dios, ustedes dos son más cursis que yo- contesté, girando los ojos -¡No seas así! ¡Cacahuatito suena adorable!- replicó George, estacionando el coche frente a la casa Beatle -Mira quién está ahí, Paul- me dijo George, mirando hacia la entrada. 

   Rápidamente detecté una cabellera rubia y un pequeño niño, que no podían ser otros que Cynthia y Julian, rápidamente bajé del coche, ignorando de nuevo las advertencias de Ringo, y Jude se soltó de la mano de su madre para comenzar a correr hacia mi, este dio un pequeño brinco antes de llegar a mis brazos, haciendo que George y Ringo ahogaran un grito, y lo cargué. 

    -¡Tío Paul!- exclamó, colgándose a mi cuello -¡Jude! Eres enorme, tu mamá te alimenta bien ¿Cierto?- le pregunté, acomodando su cabello -Me da verduras, eso es horrible- el niño sacó la lengua en señal de asco, haciéndome reír -Ya te expliqué que es para que estés sano- le dijo Cynthia a Jude -Hola, Paul- me saludó con una sonrisa -Estás un poco más gordito- 

   -¡No le digas eso, o comenzará a volverse loco!- comentó con cierta ironía Ringo, abriendo la puerta de la casa -No me das risa, narizón- contesté seriamente, entrando a la casa, con Jude aún en mis brazos. Cynthia rió un poco y entró, seguida de George, que terminó por cerrar la puerta antes de que una fan lograra colarse. 

   Finalmente bajé a Jude, haciendo que Ringo y George soltara un suspiro de alivio, antes de que los fulminara con la mirada -¿Qué te trae por aquí?- preguntó George, sentándose al lado de la chica -Bueno... me enteré que estaban aquí y... bueno, aprovechando que son tres...- comenzó a titubear -Mi padre está enfermo, y quiero ir a visitarlo en Blackpool, pero no puedo llevar a Julian- explicó la chica -Pensé en contratar una niñera, pero me da miedo que pueda pasarle algo a mi hijo, y quería saber si podrían cuidarlo- 

    -¡Claro que si! Tiene tiempo que no convivimos ¿Verdad, Jude?- le pregunté al niño, que estaba jugando con un portaretratos, este asintió frentéticamente y sonrió. La chica soltó un suspiro de alivio y me abrazó -Gracias, chicos- nos dijo -Tengo que irme ya, pero aquí está todo lo que necesitan- nos señaló una bolsa -Volveré dentro de dos semanas, no quiero que molestes mucho a tus tíos y no quiero que se duerman tarde- nos ordenó. 

    Le dio un pequeño beso en la mejilla a Julian, y abrazó a George y Ringo, antes de darme un pequeño beso en la mejilla a mi también -Por cierto, te ves más tierno si estás gordito- me dijo, antes de cerrar la puerta tras ella. -Bueno ¿Listo para divertirte, Jules?- preguntó George con una sonrisa cómplice, desatando así una pelea de almohadas.