VII: ¡Devolvamos la jugada! Una sorpresa para el Dragón~

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-¡Levy-chan!- exclamó mi amiga, en tono de reprimenda.

-¡No me culpes!- rogué-. Me puso muy nerviosa y eso fue lo primero que vino a mi mente- murmuré.

-Eso no es excusa- me regañó-. Es muy probable que lo hayas lastimado, lo sabes ¿verdad?

La imagen de un Gajeel lastimado no encajaba del todo con el concepto que tenía de él, sin embargo era muy probable que Lu-chan tuviera algo de razón. No le había dicho nada ofensivo, pero lo había alejado de mí –prácticamente- y sabía que, aunque no lo admitiera, le tenía un gran pánico al rechazo, en especial al que proviniera de Lily o de mí.

Bajé mi cabeza en un gesto de arrepentimiento. En parte era cierto que Gajeel me estaba sacando de mis casillas con su constante acoso, pero tampoco era algo que me desagradara del todo, al contrario, me sentía feliz de tenerlo para mí de esta manera, aunque para él fuera sólo un juego.

-Debes pedirle disculpas- recomendó Lu-chan, sacándome de mis elucubraciones.

-¿Ah?

No me malinterpreten. No soy una de esas personas orgullosas que son incapaces de disculparse cuando deben. Era sólo que me parecía algo en extremo vergonzoso pedirle disculpas por lo ocurrido. Estaba dispuesta a actuar como si nada hubiese pasado, dar la vuelta a la página; pero pedir disculpas, sólo la idea de hacerlo, me ponía mucho más nerviosa que tenerlo de frente pidiéndome un beso.

-Como me escuchaste- sentenció.

-Lu-chan, ¿no puedo hacer otra cosa?- supliqué-. Pedirle disculpas sería algo terrible, lo más probable es que termine estropeándolo y arruinando aún más las cosas. Además, ¿qué debería decirle?- interrogué- "Discúlpame por haberte dicho que odiaba que me acosaras, la realidad es que no me siento de esa manera"- actué.

-¿Alguien te está acosando?- preguntó una voz familiar a mis espaldas.

Al voltear me encontré con Natsu, quien recién llegaba de una pequeña misión que le había asignado el maestro el día anterior.

-Sí, Gajeel- respondió Lu-chan, antes de que tan siquiera pasara una respuesta coherente por mi mente.

Volteé a verla en un rápido movimiento de cabeza, fulminándola con la mirada. Se suponía que le estaba confiando el asunto a ella, no tenía por qué contarlo así.

Se rio y se encogió de hombros, diciendo:

-Uy, si las miradas mataran...- continuó riendo.

-¿Gajeel está acosándote?- preguntó, finalmente, Natsu, en un tono de molestia.

Sabía por qué el tono, de seguro estaba pensado que Gajeel me estaba molestando o algo así.

-No es el tipo de acoso en el que estás pensando- le aclaré-. Es otro tipo, uno mucho más molesto.

Lo pensó durante unos segundos.

-Entonces, ¿de qué tipo de acoso estamos hablando?

Desvié la mirada, no es que no confiara en Natsu, era sólo que ya me había costado mucho contárselo a Lu-chan. Decirle lo que estaba pasando a Natsu sería el doble de vergonzoso.

-Es el tipo de acoso que se tienen los amigos con derechos- confesó Lu-chan, dejándome helada por lo fácil que se le estaba yendo la lengua.

Mientras yo seguía intentando matarla con mi mirada ella se revolcaba de risa en el asiento de la mesa donde nos encontrábamos.

-Deberías ver tu expresión, Levy-chan- dijo, entre carcajadas.

Natsu, sin saber por qué, se unió a Lu-chan, contagiándome luego la risa a mí también.

¿Sólo amigos? ¿O amigos con derecho? >> GaLeWhere stories live. Discover now