Capítulo 01: "Familia feliz"

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Jueves 27 de octubre, 2016. Arcadia, CA.

22.24 pm.

Aria.

—Solo uno más —digo bajito mientras paso esa lámina de metal sobre mi muñeca.

  Estoy sentada en el suelo del baño de mi cuarto con mi brazo ensangrentado. No hay nadie en casa. Mi hermano ha de estar con su grupo de estúpidos amigos y mi papá debe estar emborrachándose por ahí. Es lo mismo casi todos los días.

  Decido levantarme y limpiar mis heridas. Me observo detenidamente en el espejo y lo que veo es horrible. Estoy hecha un desastre. Bajo mi vista a mi abdomen, no está como yo quiero, pero no está tan mal, ¿o si? Sigo hasta mis piernas: son asquerosas. Con razón la gente se aleja de mi. Soy horrenda.

  Limpio mis heridas con agua y luego las vendo, bajo la manga de mi blusa, guardo la lámina en uno de los cajones del baño y salgo. En eso escucho como se abre y se cierra la puerta de entrada.

  —¡Aria, baja un momento, tengo algo para ti! —grita Junior, mi mellizo.

   No, no puedo hacerle caso. Puede que tenga alguna broma pesada preparada.

  —¡Aria! —gritan otra vez, solo que no fue Junior, sino Mason.

  Agh, mierda, vino con sus amigos. Ellos son los que me hacen la vida imposible: Mason, Caleb, Christian y Tyler, junto a un grupo de chicas: Autumn, Morgan y Peyton. ¿Mi hermano sabe? Sí. ¿Me molesta? Sí, él es igual al resto.

  Estoy en mi cuarto y, sin hacer ningún sonido, me acerco a mi puerta para cerrarla, pero antes de que eso ocurra aparece Junior e interviene con su pie, lo que hace que de tres pasos hacia atrás.

  —¿Por qué no bajas? —dice con un tono duro.

  —No tengo ganas —respondo firme, pero aún así sigo retrocediendo a medida que él da un paso. Para qué mentir, le tengo miedo—, y además quiero dormir —agrego.

  —No, nada de dormir —dice y agarra mi muñeca. Me arde como el infierno y no sé cómo logro soltarme de su agarre rápidamente.

  —Estoy cansada, de verdad, ¿no puedes esperar hasta mañana? Ya tuve un día de mierda por ti y tus amigos.

  Junior me mira detenidamente a los ojos, puedo notar que está enojado y usualmente cuando lo hago enojar sus amigos me golpean. Sí, es raro. Es como si él fuera su líder o algo parecido. Bueno, como sea, el sólo me ataca con palabras, nunca me ha puesto una mano encima directamente.

  —¿Por nosotros? Aw, que lindo —dice irónico—. Aunque no es nuestra culpa, es tú culpa por ser así: gorda —comienza a hablar y caminar a mi alrededor—, fea, estúpida, puta, mala hermana y más —¿lo ven?

  Lo último que dijo fue lo que hizo que derrame unas cuantas lágrimas. Es un hipócrita de mierda, ¿como se atreve a decir que yo soy mala hermana? Él es el que se comporta como un imbécil conmigo.

  —Qué hipócrita —digo bajo y riendo cínicamente.

  —Disculpa, ¿qué dijiste? —responde, acercándose a mi de forma intimidante. Niego con la cabeza—. No se te ocurra volver a decirme a algo como eso, cerda de mierda —finaliza y sale dando un portazo.

  Me tiro al suelo tapando mi rostro con ambas manos y lloro. ¡Mierda! Odio esto, odio que sea así conmigo, él, mi papá, los idiotas de la escuela, mi mamá... Todo esto comenzó cuando ella se fue.

  Yo tenía unos 11 años, más o menos, cuando ella nos dejó. Mi papá en ese tiempo ya bebía y por eso siempre pensé que mi mamá se había ido por esa razón, pero al tiempo mi papá nos dijo a Junior y a mi que ella había conocido a alguien más y que tenía familia hace mucho con ese hombre. Creo que eso fue lo que hizo que mi papá siguiera con el alcohol.

  Luego de eso Junior se alejó completamente de mi, aunque nunca fuimos los más unidos, pero podíamos conversar, jugar, molestarnos mutuamente y reír juntos, pero él cambió, al igual que mi papá. Este último me ha golpeado reiteradas veces sin razón aparente después de su trabajo. No lo entiendo... es como si él también me odiara, soy su hija, se supone que somos una familia, ¿no?

  —¡Te odio, maldito hijo de puta! —grito con todas mis fuerzas aún llorando. 

  —¿Qué acabas de decir? —escucho a mi papá entrar a mi cuarto.

  Mierda, mi papá. Ni siquiera noté en qué momento llegó a casa. El miedo se apoderó de mi y me levanté del suelo al instante.

  —H-Hola —digo apenas. Él me mira mientras avanza—. Papá, lo que acabo de decir no era para ti... de verdad —digo apoyando mi espalda contra la pared.

  —¿Entonces para quién? —dice aún más enojado.

  ¿Qué le digo, para Junior? No, me golpearía de todas formas, él es "su hijito."

  —Para... para un chico —digo entrecortado.

  —¿Qué chico? ¿Ya andas de puta? —dice y no respondo—. Claro que sí, si eres igual a tu madre, lo puta lo llevan en la sangre —ríe mirando hacia abajo.

  —Un amigo, papá, sólo un amigo —digo entre dientes—. Él me hizo algo feo y quise gritarlo para desahogarme. Sí, eso.

  —No mientas, si tu no tienes amigos... aunque si así fuera, lo hizo por algo. No seas estúpida. Todos tienen sus razones para hacer algo, Aria —dice tomando fuertemente mi rostro con su mano para que lo mirara—. Tienes las mismas facciones de tu mamá, las dos son horribles, además de ser igual de tontas, ingenuas y putas. De tal palo, tal astilla —finaliza para luego cerrar su puño y golpear mi rostro con fuerza.

  No digo nada, solo me quejo por el dolor en el suelo, mientras él sigue mirándome.

  Quiero preguntarle por qué lo hace, pero no puedo, no me salen esas palabras o tal vez me sí, pero me da miedo la respuesta que pueda darme, como un: "no eres nada mío", "no te quiero" o algo parecido. Sé que él no me quiere o eso intuyo, sino no haría esto, al igual que Junior, pero intuirlo no es lo mismo a que él lo diga.

  Me mira unos segundos más y luego se va, dejándome ahí tirada.

  —Ya no aguanto.

Bullied (Trigger Warning)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora