Just the Way You Are - [Dramione] PAUSADA

Cap 10. Decisiones

--NARRADOR EXTERNO—

Cuando Hermione sintió el viento frío golpeando su cara, se apretó la bufanda al cuello, estaba nevando y además corría un viento gélido. Ginny, Rose y ella decidieron marcharse a Hogsmeade y alejarse un poco de las clases, deberes, profesores...de Malfoy pensó Hermione. De Zabini, pensó Ginny. Ojalá Harry hubiese venido, pensó Rose.

Caminaron hasta llegar al centro de Hogsmeade, y una vez allí marcharon hacia Las Tres Escobas, necesitaban unos tragos de cerveza de mantequilla. Al entrar, observaron que también había varios alumnos de Hogwarts, incluso Hagrid y algunos profesores.

Cuando tuvieron sus bebidas en las manos, empezaron a hablar animadamente sobre cómo iban sus clases, Rose mientras escuchaba a Hermione y Ginny hablar acerca de que luego debían pasar por Honeydukes, les dijo a las dos, refiriéndose a Ginny:

- Ginny, al final no me contaste lo de Zabini...

Ginny se puso roja, y miró a Hermione la cual estaba sorprendida, y Rose dándose cuenta lo que había hecho se tapó la boca:

- Ups – logró decir.

- ¿Zabini, Ginny? ¿Qué te traes con él?- preguntó Hermione con una sonrisa.

- Nada...- les dijo mientras observaba su jarra de cerveza de mantequilla.

Las volvió a mirar, hasta que vencida, les dijo:

- El otro día cuando volvía del despacho de Slughorn, me topé con él – les explicó.

- ¿Te hizo algo? – preguntó Hermione un poco asustada

- No no, no es nada de eso, simplemente...

Sus amigas la miraron expectantes, hasta que lo soltó:

- Tratadme de loca, pero me gustó pasar tiempo con él, ya está, ya lo he dicho – y bebió de su cerveza.

Sin saber muy bien cómo tomarse eso, Hermione la tranquilizó:

- Ginny, no pasa nada que estés interesada en un Slytherin. Últimamente parecen cambiados, como si quisiesen cambiar las cosas...- las miró a las dos.

- Es cierto – afirmó Rose – cuando tuvimos nuestra primera clase de Pociones, me senté con Parkinson, y al principio estuvo un poco callada y molesta, pero luego de conversar un rato, pareció una persona bastante agradable...

- Eso es lo más raro que he escuchado nunca – dijo Ginny soltando una pequeña risita.

- Cierto – dijo Hermione, bebió de su jarra y añadió – creo que deberíamos darle una segunda oportunidad...

- ¿Y eso por qué? ¿A quién deberíamos darle otra oportunidad? – dijo Ginny extrañada.

Hermione contempló en su mente la cara de Malfoy aquel día en el partido de quidditch, cuando le sonrió, así que bastante ruborizada dijo:

– A todos los Slytherin Ginny, n-nose ellos...parecen...merecen una segunda oportunidad...nose...todo el mundo la merece – sus dos amigas se miraron a los ojos, mientras Hermione volvía a pegar un trago que después de esto, prosiguió – creo que deberíamos irnos ya.

Todas se levantaron del lugar y se dirigieron hacia Honeydukes, encabezadas por Hermione quién seguía pensando en lo que acababa de decir hace unos momentos... ¿Merecía Malfoy una segunda oportunidad?

Compraron demasiadas cosas en Honeydukes para su gusto, pero es que no se podían resistir a probar nuevos dulces o a comprarse las deliciosas ranas de chocolate de toda la vida.