Just the Way You Are - [Dramione] PAUSADA

Cap 9. ¡Estúpida Weasley!

--GINNY-

Caminamos en silencio, la verdad es que era bastante incómodo, pero yo no sabía que decir. Torcimos hacia un pasillo, y al final de este, pude observar a Ron, Harry y Rose charlando viniendo directamente hacia nosotros.

Presa del pánico, tiré de Zabini hasta un aula próxima, deseando que no me hubieran visto, Zabini extrañado pero a la vez divertido me dijo:

- Weasley, sé que tienes ganas, pero aquí en una aula, no - me sonrió con picardía

- Zabini, no seas tan asqueroso y cállate - le espeté mientras ponía mi oreja en la puerta.

Pude escuchar como las voces de mis amigos se oían cada vez menos, así que decidí explicarle a Zabini:

- Mi hermano y mis amigos venían cara a nosotros, y no quería que nos vieran.

- ¿Nuestro amor es clandestino? - me preguntó sin dejar de sonreír.

- No hay nada, Zabini, no hay un "Esto" - le expliqué enfadada pero ruborizada.

- Veo que te acuerdas aún de aquella clase de Pociones...

- Sí, como olvidarla... - le miré

- Lo sé, jamás te olvidarías de mí - me miró

- Cállate, idiota. Lo decía por Hermione y tu amiguito Malfoy.

- Ah! Es verdad. Mm...Ginny, tú piensas que...ya sabes, ¿que a Draco le guste Granger?

- Claramente, sí. La Amortentia nunca falla, aunque lo siento por tu amigo, pero creo que ella no opina lo mismo.

- Hablando de Amortentia, Ginny - volvió a pronunciar mi nombre- es posible que tu Amortentia oliese a...no sé, tal vez... ¿A mí? - se acercó peligrosamente a mí, sin dejar de mirarme intensamente.

- A todo menos a ti, Zabini- me alejé instintivamente, y añadí rápidamente- creo que puedo continuar mi camino sola- Adiós, Blaise

- Adiós, Weasley, nos volveremos a ver.

Y aquella promesa se grabó a fuego en mi corazón

--ROSE-

Estaba tranquilamente leyendo El Profeta de hoy, cuando una Ginny un tanto nerviosa entró en la sala común:

- Hola, Ginny.

- Ah, hola Rose... - la noté distraída.

- ¿Estás bien?

- Sí, tranquila, es solo los exámenes, ya sabes...

Yo era Rose Abercrombie y sabía cuando la gente mentía, me lo enseñó mi hermano Ewan. De todas formas, sabía el por qué, así que le solté:

- Bien, pues cálmate que me tienes que contar lo tuyo con Blaise Zabini, y tranquila, solo te he visto yo - le dije sonriente mientras subíamos a los dormitorios, mientras Ginny maldecía por lo bajo.

--HERMIONE-

- Bien, los exámenes ya están cerca ¿Por qué no vas a la biblioteca, Hermione? - pensé

- Encantada - me repuse a mí misma en voz alta, sonriente.

Cogí mi libro de Runas Antiguas y me encaminé hacia la biblioteca. Mi amada biblioteca.

Una vez llegué allí, pude ver varias mesas todas ellas ocupadas por alumnos, menos mal que la que estaba más alejada de todo, estaba vacía, así estaría más tranquila y nadie me molestaría. Me senté, abrí mi libro por el apartado de Numerología, y me dispuse a estudiar.