AGAINST 「 Kageyama✘OC」

Capítulo 40 - ¿En quién confías?

↝ Novela inspirada en Haikyuu!! de Haruichi Furudate, presencia de OC 《Original Character》 y algo de OOC 《Out of Character》

↝ LAS IMÁGENES MANGA Y FAN ART NO ME PERTENECEN.

❤️

《P.O.V REI ✿》

—Rei, vengo a buscarte.

Sin saber cómo reaccionar, me quedé unos cuantos segundos en silencio. ¡De ninguna manera me iría con él a ninguna parte jamás! ¡Y debería ya tenerlo muy claro!

Kageyama-kun se acercó a mí desde atrás y cogió a la pequeña gatita que tenía entre mis brazos. A lo cual mi padre reaccionó analizando algo serio.

—Ve con tu padre, la cuidaré por hoy, mañana veremos qué hacemos con ella —me susurró el azabache.

Me giré lentamente para mirarle la cara al que, se supone, era mi padre, y me di cuenta que para los demás el hecho de negarme a estar con él sería un pésimo indicio. ¿Qué más dá? Si estaban todos mis compañeros presentes, y entre ellos mi novio, era obvio que yo estaría entre la espada y la pared.

No solo eso, también el profesor Takeda estaba presente.

Asentí con mi cabeza dos veces a Kageyama-kun, por lo que él terminó llevándose a la gata y mis compañeros ayudaron a subir mi equipaje al coche de mi padre. Sin aparente brillo en los ojos me quedé observando el piso del lugar. ¿Qué mierda estaba haciendo con mi vida? ¿Qué pasa si me obliga a vivir con él y me lleva muy lejos de aquí?

Probablemente, subiéndome a ese coche, estaría cometiendo el peor error de mi vida entera. Pero ahí estaba yo, sentándome y colocando mi cinturón, con mi agraciado pero ruin padre al lado, el cual no podía evitar sonreír al conseguir el acto impensable de que yo estuviese sentada en su coche.

—Me sorprende que hayas aceptado, Rei-chan.

''Fue por tu evidente presión social.'' Quise responderle, pero me abstuve por tener algo de miedo. Miré a mi alrededor, este coche lujoso tenía hasta de lo que uno no se imagina, una pantalla touch para la radio, aire acondicionado por todos lados, luces de neón que de verdad parecían innecesarias, cinturón automático, un GPS gigante que hablaba y también el techo era desmontable, aunque a juzgar por las altas horas de la noche en las que estábamos, nuestras cabezas no hacían contacto con el aire libre. Este coche seguro costaba lo de una casa normal.

Me apoyé en mi codo sobre la ventana para observar, algo nerviosa y decepcionada de mí misma, el paisaje de afuera.

—Rei-chan, ese gato... ¿Era tuyo? —me preguntó de pronto.

Me tomé mi buen tiempo para responder, se suponía que no hablaría en todo lo que se llama camino, pero no sabía si lo correcto era simplemente omitir, o aprovechar la existencia de la gata para volver temprano a casa.

—¿Tienes cosas para cuidarla? —habló él otra vez, en vista de que no le había respondido nada.

Me mordí el labio, ciertamente él estaba actuando muy amable e intentando hablar de lo más natural. Pero yo no tenía que caer, aunque fuese difícil, no tenía...

—Creo que el centro comercial aún está abierto, podríamos aprovechar de ir y comprar cosas para él —terminó hablando en su monólogo.

Abrí los ojos con emoción en ese momento, como si se me hubiese olvidado, en un segundo, quién estaba a mi lado.

—¡S-sí! ¡Genial! —grité, para luego percatarme y taparme la boca sonrojada.