Perdoname

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Lily corrió a abrir la puerta, sin tener tiempo de quitarse el delantal, y se quedó muda al encontrarse frente a una Rose bañada en lágrimas.

-¡Rose! ¿Qué ha pasado? -preguntó la pelirroja.

-¿Puedo pasar? -sollozó Rose.

-Claro -Lily se apartó para dejarle paso, y cerró la puerta tras ella-. Pasa al salón y ponte cómoda, James no está.

Rose pasó al salón y se sentó, sin dejar de llorar. Lily se sentó a su lado, cada vez más preocupada, y la cogió de las manos.

-Rose, cielo ¿Qué ocurre? -preguntó. Entre sollozos, Rose le contó a su amiga todo lo que había pasado entre Severus y ella, y le habló de la profecía, intentando recordarla lo más fiel posible. Lily la escuchó sin interrumpir, y cuando Rose acabó, la abrazó con fuerza.

-Quería... avisaros -sollozó Rose-. Porque... vosotros coincidís... con la profecía.

-Cálmate, Rose -dijo Lily-. Sólo es una profecía. Ni siquiera sabemos si se cumplen de verdad.

-¡Esta lo es! -insistió Rose-. Esa... pitonisa, adivina o lo que sea estaba en trance cuando...

-Ya, deja de llorar -dijo Lily, secando la cara de su amiga-. Y no te preocupes por nada, James y yo estaremos bien. En cuanto a ... él, le olvidarás, no volverás a verle, y todo volverá a ser como antes.

Rose asintió, y aunque no estaba muy convencida por las palabras de su amiga, intentó sonreír.

-¿Puedo quedarme a dormir? -preguntó.

-Por supuesto que sí -asintió Lily-. Espero que no te importe dormir en la habitación del bebé.

-Sabes que no -Rose había dejado de llorar, y sonreía un poquito.
Lily también sonrió, y le acercó a su amiga un cuenco de bombones.

-¿Quieres uno? -preguntó-. Desde que me quedé embarazada no dejo de comerlos.

-¿Chocolate? ¿Eso no engorda? -preguntó Rose, con desconfianza.

-Si, y también es bueno para la tensión, los antojos...para mejorar el humor...

Rose captó la indirecta y comenzó a quitarle el envoltorio a uno de los dulces, mientras que Lily intentaba hacerla sonreír.
Poco después, las dos mujeres hablaban de forma animada, como si nada hubiese pasado. Y sin embargo, los ojos de Rose seguían tristes.




Severus cerró la puerta de su casa y se apoyó en la madera, soltando un hondo suspiro.
Un gran sentimiento de rabia, odio, furia y decepción le llenó por dentro, y Severus descargó todo eso contra los muebles de su salón, arrasando todo a su paso. Tiró los cuadros, arrancó las cortinas, rasgó el papel de las paredes, volcó las mesas, las sillas y los armarios, rompiendo la vajilla, y finalmente, se dejó caer al suelo, lanzando un alarido salvaje de rabia y dolor.
¿Pero qué había hecho? ¡Había mandado a la mierda lo único bueno que le había pasado en toda su vida!
A ella, la única mujer a la que había amado, a la que había estado buscando durante dos años, con la que había esperado poder compartir una vida normal, la había insultado, humillado y herido de la forma más vil. ¿Cómo había podido ser tan cerdo?
Severus sintió que estaba llorando, pero sabía que eso no servía de nada, porque lo que había hecho no tenía solución.


FLASH BACK


Severus se había aparecido ante su señor, tras la reunión con Dumbledore, y no pudo disimular su nerviosismo al sospechar que había sido seguido y espiado.

After all this time? [Severus Snape]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora