Entre La Espada Y La Pared (SanZo)TERMINADA

Capítulo 23

-Zoro, yo...lo siento- el cocinero se disculpó con el espadachín tan pronto como subió al mirador.

-¿Eh?

-Creo que mi ayuda no sirvió de mucho en el concurso y te hice perder, no sé exactamente porqué ansiabas tanto ganar, pero de lo que sí me dí cuenta fue de lo mal que te había sentado la derrota, casi tanto como cuando Ojo de Halcón te venció.

-Tu no me has hecho perder, te recuerdo que eras el pinche de cocina, era yo el que tenía que controlar que todo estuviese en orden y no lo hice- lo último que necesitaba Zoro era que Sanji se sintiese culpable- por cierto, una cosa que te quería preguntar, si Nami no te lo dijo ¿cómo sabías que estaba en un concurso de cocina?

-Vaya, qué sorpresa, has tardado menos de lo que pensaba en hacerme esa pregunta, marimo idiota- sonrió tímidamente el rubio- ayer fue cuando me enteré, verás, esto te va a sonar un poco extraño pero me gusta verte dormir...

-¿Co...como?- preguntó el peliverde, sus mejillas adquirieron un tono rosado.

-Desde hace varios días, cuando te quedas dormido, me gusta ver como duermes, no pareces la misma persona que cuando estás despierto, me trasmites una paz increíble, e incluso me atrevería a decir que no pareces el cabeza de alga bruto de siempre- Sanji se echó a reír al ver la expresión perpleja de Zoro, sin embargo este último no entendía que tenía que ver eso con lo que le había preguntado.

-Eres un jodido enfermo, ceja rizada, a saber que cosas haces cuando me ves dormir- al decir esto la expresión del peliverde cambió por completo, ahora mostraba una sonrisa pícara al imaginarse la escena.

-¡No hacía guarradas si es lo que estás pensando!- Sanji se sonrojó

-Vale, vale- soltó Zoro una pequeña carcajada- El caso, ¿qué tiene que ver el que seas un cocinero pervertido que me observa dormir con que supieras lo del concurso?

-Ayer, cuando fui a verte dormir, vi que algo sobresalía del bolsillo de tu pantalón, era el anuncio del concurso y por supuesto no pude evitar echarle un vistazo- le dio una calada a su cigarro y continuó- en ese momento pensé que me lo enseñarías por la mañana para que me apuntase, sin embargo, tras nuestro encuentro, saliste corriendo hacia la isla sin dar explicación alguna, al igual que hiciste esta tarde una hora antes del encuentro culinario. Así que a la hora del concurso fui a ver si te habías presentado y así fue.

-Vaya, estoy impresionado, deberías hacerte detective y dejar la cocina, se te da bastante bien- respondió sarcásticamente el peliverde ante la explicación de Sanji.

-Lo que me lleva ahora a preguntarme ¿para qué querías ganar ese concurso? ¿qué interés tienes?- preguntó el rubio mientras apagaba el cigarro en el suelo.

-Eso no es de tu incumbencia- contestó el espadachín rápidamente.

-SANJI COMIDAAAA, COMIDA,  COMIDAAA- retumbó en todo el barco los gritos del hambriento capitán.

"Mierda, ¿por qué tiene que aparecer ese idiota ahora?" pensó Sanji.

"Menos mal, es la primera vez que me alegro de que Luffy sea tan inoportuno" pensó el espadachín.

-AHORA MISMO BAJO, LUFFY- gritó el cocinero.

Ya en la cocina Sanji se puso a preparar la cena mientras Luffy intentaba a toda costa meter mano a la comida que el rubio estaba cocinando, a su vez, Usopp intentaba detenerlo, pero era inútil.

Zoro se encontraba entrenando con las pesas, para él no había nada más gratificante que hacer ejercicio, sentía que podía olvidarse de todo, sólo se concentraba en en el trabajo que hacían sus músculos cuando levantaba peso.

Tras la cena, Sanji se quedó recogiendo la cocina como de costumbre, Usopp, Luffy y Chopper se fueron a dormir temprano; Nami, en cambio, hacía compañía al cocinero mientras tomaba un té y estudiaba algunos mapas. Y Zoro al salir de la estancia anunció:

-Voy a subir al mirador, me apetece estar un rato solo, así que por favor, os pediría que no vengáis a molestarme.

Sanji pensó que esas palabras iban dirigidas a él. Le iba a dar igual, subiría a verlo en cuanto acabase de fregar los platos, con suerte para entonces estaría profundamente dormido.

-Está bien, cabeza de alga- contestó el rubio sin apartar la vista de sus tareas.

Pocos segundos después, la navegante se levantó de su asiento y siguió al peliverde ya que este cada noche subía al mirador y nunca decía que iba a estar allí, era extraño que hoy diese explicaciones.

-¿A donde te crees que vas?- Nami sorprendió al espadachín cuando estaba a punto de saltar del barco para ir a la isla.

-Voy a por mi premio, si no lo he ganado en el concurso tendré que conseguirlo a mi manera.

Zoro desapareció en la noche, a pesar de no haber dicho a donde iba, la navegante lo sabía perfectamente, ya era más de medianoche.

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Hoy he decidido publicar 2 capítulos en compensación por haber tardado tanto en escribir, si os ha gustado dejádmelo en los comentarios o dale a like.

¡Hasta el próximo capítulo!

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