13. Cupido

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No volvió a ver a sus amigos por todo el día, trató de evitarlos todo el tiempo y, al parecer, Ron tampoco parecía demostrar mucho esmero en buscarla. Entonces Hermione pasó su tiempo libre con Ginny.

—Tranquila Mione, ya se le pasará... Ron solo está celoso—Le intentaba consolar la pelirroja.

—No me importa para nada que se haya peleado conmigo, de todos modos fue culpa suya por ser un imbécil, ¿Cómo pudo haber dicho eso en frente de toda la clase? —Dijo la castaña, enojada.

—Sí, ya lo sé, mi hermano es un tonto, pero ¿De verdad no tienes nada con Malfoy?

Hermione abrió los ojos y le arqueó una ceja a su mejor amiga.

—¿Qué quieres decir, Ginervra? ¿Tú también me vendrás con eso? —Le dijo Hermione con un tono rozando la furia.

—¡No! Pero... ¿Por qué dijo eso Ron, entonces? Yo también he visto como lo miras y como él te mira a ti, Hermione, ya sé que Malfoy es un imbécil, y tú también lo sabes, no deberías dejarte manipular... es solo un consejo. Ya sabes que el "principito" de Slytherin solo busca complacerse a sí mismo y engañar a chicas lo suficientemente tontas como para que caigan en su jueguito de pecados carnales—Dijo Ginny, enfatizando cada frase con desesperación. —Puedo ser menor que tú, Mione, pero tengo más idea de lo que crees.

Hermione se quedó muda. Sabía que Ginny no era ninguna lela y que incluso había tenido más novios que ella, pero... ¿A qué se refería?

—No te entiendo, ¿Quieres decir que Draco Malfoy se me acerca para aprovecharse de mí? —Preguntó la castaña, sonriendo con tono burlón. Ginny frunció el ceño.

—Es peligroso. Sabes muy bien qué camino está tomando, y sí, me refiero a que seguramente Draco termine convertido en un mortífago como su padre.

Hermione suspiró.

—No tengo nada con Malfoy, Ginny. Y nunca lo tendré. ¿Contenta?

—Sí—Dijo la pelirroja, levantándose de la hierba—Adiós, tengo que ir a entrenamiento de Quidditch—Se despidió.

Hermione le hizo un gesto con la mano y se volvió a recostar en el tronco del árbol; sacó su libro de Encantamientos y se puso a leer, mientras los últimos rayos de luz del sol iban desapareciendo poco a poco, y la sombra de las hojas del árbol iban desapareciendo para convertirse en tenue oscuridad.

Cuando anocheció y la castaña entró a la Sala Común, notó que Ron estaba allí, escribiendo en un pergamino. Pero ninguno de los dos hizo gesto de saludo ni de despedida.

—Hola, Hermione—Le dijo Harry a la castaña.

—Hola—Contestó, y luego subió rápidamente a su dormitorio, donde también estaba Ginny, notoriamente agotada.

—Hola, Herms—Le dijo su amiga. —Tengo que hacerte una pregunta...

—Sí, dime ¿De qué se trata?

—Bueno... es que... ya sabes...

Hermione la miró sin decir nada.

—Sobre Harry—Soltó Ginny de una vez, la castaña le sonrió. Ese gesto le pareció tierno.

—¿Qué quieres saber sobre El Elegido? —Preguntó Hermione, con una sonrisa de oreja a oreja.

—Lo que sea... bueno, en realidad quiero que averigües si él gusta de mí—Añadió la pelirroja, tímidamente mientra jugaba con sus dedos.

—¿Qué? Pero Ginny... eso no es cosa mía... además ¿Por qué no vas y le preguntas tú? No eres para nada tímida y siempre te fue bien con los chicos.

—Es que esto es diferente, Mione, creo que Harry me gusta en serio...

La castaña volvió a sonreír y puso los ojos en blanco.

—Está bien.

—¡Gracias! ¡Eres la mejor! —Le dijo Ginny con una sonrisa de oreja a oreja y dando saltitos por toda la habitación.

Al otro día, a Hermione no le quedó otra que acercarse a Harry mientras Ron estaba con él hablando en el pasillo del colegio, sentados en el paredoncillo de piedra.

—Harry... ¿Puedo hablar contigo? —Le preguntó, luego se dirigió a Ron—A solas.

—Estoy hablando con él, ¿Qué no lo ves? —Dijo el pelirrojo, con cierto enojo en la voz.

—Lo mío es más... importante—Le contestó la castaña, aunque seguramente no lo era.

Ron puso gesto de desagrado y se fue.

—Sí ¿Qué pasa, Hermione?

Eso era difícil... ¿Cómo iba a sacarle esa clase de información a su amigo?

—Eh... nada... solo quería preguntarte por Cho, ¿No has vuelto con ella? —Su voz se notaba nerviosa. Harry alzó las cejas y la miró extrañado.

—¿Qué? ¿Cho? Pues no, no he vuelto con ella—Respondió rascándose la comisura de los labios. —¿Por qué lo preguntas?

—Es que... quizá tenga una candidata para tí—Soltó Hermione sin más. Harry abrió los ojos aún más y se sentó bien.

—¿Una candidata? ¿Quién gusta de mí? —Preguntó interesado—Espero que no me hables de Romilda Vane...

—¡No! No, para nada... es alguien que tú conoces pero no puedo decirte quién es...—Le dijo Hermione en voz baja.

Harry guardó silencio, contemplando la nada, hasta que finalmente se incorporó y tomó su mochila.

—Lo siento Hermione, pero no puedo... es que... a mí ya me gusta otra chica y no podría olvidarla así de fácil.

La Gryffindor se estremeció. No podía decirle eso a Ginny, la lastimaría demasiado.

—Pero... estoy segura de que te interesará, Harry—Le intentó convencer.

—No lo creo... después de todo estos años no pude quitármela de la cabeza—Dijo Harry, mirando hacia el suelo un poco deprimido.

—¿Quién es? —Harry la miró—¿Quién es la chica que te gusta?

—Hermione...—Le dijo el muchacho con cabello negro azabache como diciendo "no me preguntes eso, sé más culta" pero a Hermione no le importaba nada.

—Puedes confiar en mí, Harry—Le susurró la castaña para que nadie más los oyera.

—Bueno... es que... es complicado.

—¡Harry!

—Está bien, está bien—Dijo Potter—Es Ginny...

Hermione se sorprendió, pero a la vez se alegró muchísimo.

—Es Ginny... la hermana de mi mejor amigo—Completó Harry.

—No te preocupes, no creo que a Ron le importe, seguro que te prefiere a ti como cuñado antes que a Dean.

—¿Qué? ¿Tú también me hablabas de Ginny? ¿Ella también gusta de mí? —Preguntó el capitán de Quidditch, emocionado, Hermione nunca lo había visto así.

La castaña asintió y Harry salió corriendo a buscar a la menor de los Weasley; Hermione "cupido" Granger se sintió satisfecha y se dirigió a la primera clase del día.

La tarde pasó lenta y aburrida; no había sido un día muy interesante si no fuera porque vio a Harry entrar muy contento al aula de Herbología.

—Se lo dije—Le susurró a Hermione—¡Somos novios! Pero es un secreto... aún no se lo diremos a Ron.

Hermione le sonrió y la profesora Sprout les hizo guardar silencio al comenzar con la lección sobre cómo preparar jugo de mandrágora. 

♥Traición Mestiza♥ #DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora