3. Un día en la enfermería

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El primer día había sido peor de lo que Hermione se hubiera imaginado; había llegado a la enfermería que, por mala suerte, no estaba vacía; Draco estaba allí también, en una camilla, con Pansy Parkinson acompañándolo.

—Debo ir a clases, Draqui, te vendré a visitar luego, ¿Sabes? —Oyeron que le decía en voz baja mientras Malfoy lanzaba miradas de odio a Hermione, Harry y Ron.

Madame Pomfrey recostó a Hermione en una camilla (separada por tres camas de la de Draco) y comenzó a preparar una humeante poción amarillenta.

—Esto te curará. Tu brazo volverá a la normalidad mañana por la mañana—. Le dijo la enfermera.

—¿Me perderé el primer día de clases? —Se quejó Hermione, aunque sabía perfectamente la respuesta.

Sin mirarlo, la Gryffindor notó que Malfoy la miraba satisfecho y burlonamente.

—Hermione... nosotros iremos a clases, luego venimos ¿Está bien? —Le dijo Harry.

—Está bien, adiós—. Se despidió Hermione, y vio como sus dos amigos patearon la cama de Malfoy al pasar, este solo se limitó a sonreír maléficamente.

La señora Pomfrey le había puesto a Draco un extraño ungüento en sus manos y pies para que se desinflamaran y volvieran a la normalidad; después de esto, la enfermera se retiró y los dejó descansar. Pero el silencio no duró mucho tiempo.

—Esto no es ni un cuarto de lo que te merecías, Granger—. Le dijo Draco.

—¡Eres un maldito idiota! ¡Deberías quedarte así para siempre!

—Bueno, al menos tu piel se ve más bonita ahora, ¿No te gustan tus escamas? —Se burló Malfoy.

Hermione soltó un gemido de queja y corrió con fuerza las cortinas de su cama.

—¿Te escondes? ¿Me temes, Granger?

—Le temo más a una hormiga que a ti, huroncito.

Malfoy volvió a reír maliciosamente.

—¿Por qué no le pides a Pomfrey que te de una poción para arreglarte el cabello? ¿No te das cuenta de que parece un nido de ratas?

—Y ¿Por qué no le pides tú a madame Pomfrey un cambio de cerebro?

—Está ocupada dándoselo a Potter, aunque debería cortarlo por la mitad y darle un poco también a tu amiguito Weasley—. Se burló Malfoy. —Creo que lo necesita más que nadie.

—¡Cállate imbécil! ¡Todavía tengo mi varita aquí y puedo hacerte un maleficio aún peor que el que tienes si se me da la gana! —Advirtió Hermione.

—¿Me estás amenazando? —Dijo Draco con sarcasmo. —¿La mismísima señorita Granger haciendo un maleficio al indefenso Draco Malfoy arriesgando su lugar en el colegio?

Hermione lo pensó otra vez y tenía razón, no podía arriesgarse a que la expulsen solo por un impulso de convertir a Malfoy en una rata (más de lo que ya era) y hacerla explotar, entonces se contuvo y se tapó con las sábanas hasta la cabeza, dispuesta a hacer como si Draco no existiera.

Pasaron las horas, notó que ya era mediodía cuando Pansy Parkinson entraba a la enfermería y se sentaba a los pies de Draco, con una bandeja de comida.

—Hola Draqui, te traje algo de almorzar—. Dijo la Slytherin morocha y cabello oscuro.

—No lo quiero—. Le dijo Draco de manera cortante y poco cortés, aunque no era nada nuevo.

♥Traición Mestiza♥ #DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora