Ella por Él ~Bryan Mouque~ #ConcursoOreo

Capítulo XXV

Capítulo dedicado a ElizabethLemus0

||Elisa||

No tienes idea de cuanto lo extraño, aunque es un poco extraño, ¿sabes?
Yo lo conozco desde que él era pequeño. Él sólo me conoció por un periodo de tiempo muy corto.
Siempre lo observe desde lejos, pero cuando puede estar cerca de él... Pude ver el listón rojo alrededor de su meñique y sentí que debía estar más cerca de él... Y entonces miré mi meñique y ahí estaba la otra punta del listón que estaba alrededor del meñique de Bryan...

Tres golpes secos en la puerta de mi habitación mi sacan de mi concentración hacia la escritura de mi diario.

—Adelante.

La puerta se abre y me deja ver a mi madre fingiendo una sonrisa.

—Evelyn ya se va.

Levanto una ceja dejándole en claro que no sé qué tiene que ver conmigo.
Ella suspira resignada.

— ¿Podrías bajar y despedirte de ella, por favor?

Ella siempre quiso que Evelyn y yo nos llevaramos bien, pero ella no podía ver lo que yo veía.
Parecía que prefería que un perro fuera su hija en lugar mío.
La trataba mucho mejor qué a mí.
Cuando estaba de visita siempre le hacía cumplidos y le compraba cosas, cosas que hacía por mí con tanta frecuencia como yo hablaba de mis sentimientos, o sea, muy rara la vez.
Incluso mi padre se daba cuenta de eso y me decía que eso no debía de afectarme en nada para después abrazarme fuertemente.

Él siempre me quiso mucho a pesar de no ser mi padre biológico.

Me deshago del nudo que se ha formado en mi garganta al mismo tiempo que la miro a los ojos y asiento.

Por su expresión puedo decir que eso la ha tomado por sorpresa, pero rápidamente se recompone y asiente para después cerrar la puerta detrás de ella.

Mi muy querida prima (notese el sarcasmo) por fin se va y para no hacer enojar a mi madre debo bajar a despedirme de ella.
Ya vuelvo.

Cierro mi diario y le pongo su candado.

«Una nunca sabe».

Y después guardarlo debajo del colchón de mi cama.
Enseguida, salgo de mi habitación y bajo las largas escaleras de caracol hasta llegar a la primera planta, donde me encuentro con algo que no me imaginé jamás.

— ¿Alan?

Éste enseguida suelta a Evelyn y mira hacia otro lado al igual que ella.

— ¿Qué es que está pasando aquí?

Ambos se sonrojan.

«Nunca pensé que los lobos también se sonrojaban, bueno tampoco pensé que los vampiros se sonrojaban y lo hacen».

Coloco mis manos sobre mis caderas y mi mirada pasa de mi "hermano" a mi "prima".

— ¿Qué pasa? ¿Aparte de comerse la boca también se comieron la lengua del otro?

Su sonrojo aumenta más.

—Elisa, ¿has visto a Al...? —la pregunta de Freddy fue respondida con lo que ven frente a mí.

— ¿Están sonrojados? —cuestiona Jos.

—Elisa, ¿los lobos también pueden sonrojarse? —cuestiona Alonso después de inclinar la cabeza como si fuera un perrito.

—Eso mismo me pregunte —digo mientras dirijo mi mirada hacia mis "hermanos".

Con mi mano derecha coloco un mechón de pelo rebelde detrás de mi oreja.

—¿No dirán nada? —les cuestiono al mismo tiempo que me cruzo de brazos. Al no ver respuesta levanto una ceja—. Okey. No quieren responder por las buenas entonces tendré que hacerles hablar por la mal...

—No, Elisa.

Alan por fin me mira y Evelyn lo mira a él, quién suspira y toma la mano de ella entre la suya.

—Evelyn y yo estamos saliendo —dice esto rápidamente.

— ¡¿Qué?! —los cuatro exclamamos al unísono.

Evelyn se sobresalta y se abraza a Alan quien la mira con ternura.

—Como lo han escuchado —Alan suspira y pasa su otra mano por su cabello perfectamente peinado mientras sonríe de lado.

— ¿Desde cuándo?—cuestiono intentando calmarme.

—Desde hace dos semanas—responde Evelyn.

— ¿Por qué no nos lo habías dicho, Alan?—cuestiona rápidamente Freddy.

—Porque no sabía cómo reaccionarían... Y sobre todo, tenía miedo de cómo actuaría Elisa.

—Spaces... —dice Alonso dejando la oración en el aire.

—Between us—completamos nosotros y Alan niega con la cabeza, divertido.

—Okey. Terminen de despedirse que mamá los estás esperando—advierte Jos mientras se aleja y nosotros lo seguimos, dejando solos a los lobos.

Caminamos hasta llegar la sala de estar y nos encontramos con mi madre un poco nerviosa y con su celular entre sus manos.

— ¿Qué sucede, mamá?—cuestiona Freddy sentándose a un lado de mi madre.

Ella lo mira e intenta tranquilizarse.

—Su padre no podrá venir a despedir a Evelyn. Me acaba de llamar y dijo que llegaría mañana en la mañana porque tuvo ir al cielo a un asunto... Y que quería hablar conmigo.

En sus ojos comienzan a formarse aquellas lágrimas de sangre que si lo intentará serían lágrimas normales, como las de los homunis.

— ¿Pero qué tiene de malo?—cuestiono Alonso.

Jos le da un zape y Alonso reniega confundido. Yo suspiro.

«Después te lo explico» le digo mentalmente y él asiente.  

—No sé porqué dejas que eso te afecte—le digo. Ella me mira con el ceño levemente fruncido—. Sabías que esto tarde o temprano pasaría.

—Elisa—me reprende Freddy entre dientes. 

Lo ignoro y continuo.

—Él tiene la libertad de decidir con quien estar. Si con su verdadera familia o con nosotros. Tú deberías saber eso. Sus padres los privaron de su verdadero amor, y apresar de que estabas embarazada tu padre te obligo a casarte con mi padre, Richard, quien realmente es mi padre adoptivo—su rostro ahora estaba empapado de sangre y las gotas manchaban su ropa, cosa que ella odia—. Y no le dijiste nada hasta que nací, cuando él ya no podía hacer nada, debido a que no le creerían y tú no estabas dispuesta a admitirlo delante de los demás.

—Elisa, para por favor—insiste Freddy pero Jos le toca el hombro mientras niega con la cabeza y mira hacia un punto fijo sonriendo.

Eso quiere decir que está teniendo una buena visión del futuro. Trago saliva y me arrodillo frente a ella para después tratar de limpiar sus lágrimas. Le sonrio.

—Ma-mamá, ¿por qué tú no haces lo mismo? Contacta a mi padre, a mi verdadero padre y reúnete con él. Tal vez él siga soltero. Sólo quiero que seas feliz. Que seas verdaderamente feliz.

Ella asiente y me abraza.

Y por primera vez en años siento la calidez de su amor.

-EmSo RaRu