Capítulo XXIV

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Capítulo dedicado a mishellchinchilla

||Bryan||

— ¿Puedes parar de una buena vez? Me estás mareando.

—Lo siento, Bruno. Es que estoy nervioso. Nunca lo he visto.

—Oh, claro que lo has visto pero no lo recuerdas por lo que hizo nuestra madre.

Me detengo y lo miro. Él se sonroja y mira hacia otro lado. Y comienzo a dar vueltas nuevamente en el aire mientras muerdo mis uñas. Y sí, ya sé volar. Ayer el tío Carl y Bruno me han enseñado cómo sacar mis alas y cómo guardarlas. Al momento de sacarlas es un poco doloroso, pero lo olvidas cuando comienzas a volar. Es realmente fenomenal.

Tres golpes secos en la puerta hacen que caiga de trasero así que me sobo porque quiera o no, una caída de más de 2 metros sí que duele. Mientras me preocupo por el bienestar de mi trasero, Bruno abre la puerta.

— ¡Papá! —exclama mi hermano, haciendo que me olvide de mi trasero y mire hacia la puerta. Se supone que tiene mi edad pero actúa como el niño que aparenta ser.

Un hombre alto y alegre sostiene a Bruno en sus brazos mientras le sonríe abiertamente y Bruno le regresa la sonrisa.

—Hola, Bruno. ¿Cómo has estado, campeón? —su voz es gruesa y suena cariñosa. Le revuelve los cabellos, como en todas esas películas que he visto. Como se supone que todo padre hace.

—Muy bien, papá. Sobre todo en estos últimos días. Hay alguien que me acompaña y que extrañaba mucho —responde mi hermano mientras me mira.

Me pongo de pie y miro a aquel hombre, a quien creo haberle visto alguna vez, quién es mi padre. Él baja a Bruno y deja de sonreír, se acerca a mí lentamente igual que yo. Sus ojos comienzan a cristalizarse y la primera lágrima se desliza por su mejilla derecha.

«Es de felicidad».

Le sonrío y él me regresa la sonrisa para después abrazarme fuertemente y llorar en mi hombro. Durante 5 segundos no reacciono, pero después loe correspondo el abrazo y sonrío mientras cierro los ojos y disfruto del primer abrazo padre e hijo que podré recordar en algún futuro. Bruno se une a nosotros, abrazándonos las piernas. Después de un momento nos separamos y mi padre me sonríe con los ojos y la nariz rojos, yo le regreso la sonrisa.

—Desde hace mucho tiempo he querido verte frente a frente, y que tú supieras quién era yo —frunzo un poco el ceño—. Siempre he estado al pendiente de ti, Bryan, aunque nunca me hayas visto a mí o a quien mandaba a cuidarte, como a Jack.

Mi piel se erizo y me puse tenso. Bruno se aferra a mi pierda intentado mantenerme a raya.

— ¿Tú lo mandaste a cuidarme? —él asiente—. Pero lo único que él hizo fue humillarme, golpearme. ¡Él fue una de las causas por las que me suicide!

Me separo de él y mi respiración comienza a volverse pesada. Él intenta acercarse pero mientras más avanza, más retrocedo yo. Se detiene e intenta hacer que me calme, pero está más que claro que no lo haré.

—Ese era el punto —fruncí aún más el ceño—. Se supone que él debía provocarte para que tú lo enfrentarás y pudieses sacar el lobo que hay dentro de ti.

— ¿Qué? —los tres miramos en dirección de la puerta, la cual había quedado abierta y donde ahora estaba nuestra madre, quien se veía como si no hubiera descansado como se debe en días, y me atrevería a decir que no ha descansado desde mi muerte.

—Mamá —es lo único que sale de los labios de Bruno y los míos.

No podría explicar específicamente lo que me provoca el volver a verla. Mi tío Carl me dijo que podía ver a las personas que quería mediante el espejo pero yo no quería hacerlo, no aún. Verla ahí parada provoca en mí algo como seguridad, alegría, desconcierto, añoranza y tristeza.

Ella me mira primero y después a mi hermano, mientras las lágrimas comenzaban su camino hacia su barbilla. Entonces corre hacia nosotros y nos abraza como puede, yo me hinco para que sea más fácil abrazarnos a los dos. Y nos unimos a su llanto entre jadeos y lágrimas.

—Mis pequeños. No tienen idea cuanto los quiero y cuando los extrañaba —dijo para después depositar un beso en la coronilla de la cabeza de cada uno.

— ¿Cómo lograste llegar, mamá? —cuestiona Bruno, robándome la palabra.

—Su padre habló con algunos conocidos, les dijo sobre la muerte de Bruno y la de Bryan y los convenció de que tenía derecho a ver a mis hijos un par de veces para pudiera avanzar y así. Aún no logro creer que los haya convencido. Bueno, nos desviamos del tema. Richard, ¿para qué querías que Bryan sacará al "lobo que lleva dentro de él"?

—Sólo quería saber si él podía hacerlo porque cuando era niño no lo logró y no pudimos seguir intentándolo porque ustedes se fueron y me dejaron solo. Necesitaba saber si Bryan había heredado su parte licántropo, porque ya sabía que Bruno heredó ambas partes.

—Creo que si la he heredado —digo casi en un susurro, más para mí que para ellos.

Todos me miran.

— ¿Cómo lo sabes? —cuestiona mi padre.

—Una vez enfrente a Jack, y sentía que algo o alguien más se apoderaba de mí. Y lo último que recordé fue que le di una paliza a Jack pero esa noche soñé como habían sucedido las cosas.

—Entonces es verdad. ¡Sí heredaste ambas partes!—exclama mi padre y nos abraza a los tres.

—Sólo falta que aprendas a transformarte—me susurra Bruno al oído, y yo le sonrío.

¿Así que esto es tener una familia?




Hi c:

Sólo quería decirles que me hicieron una entrevista en la editorial DreamsColours, sólo por si querían pasar a leerla cuando sea publicada n.n

-EmSo RaRu

Ella por Él ~Bryan Mouque~ #ConcursoOreoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora