Capítulo XIII

107 20 6
                                    

Dedicatoria:

katedelrio

Horan1DStyles26

citlyherrera

ElizabethLemuso

*No se olviden de compartir la historia, si les agrada, gracias :3






\\Elisa\\

— Pero eso no es motivo para...

Jos dejó la oración en el aire mientras miraba a un punto fijo demasiado concentrado... Y yo ya sé el motivo.

— ¿Que paso? —le cuestione preocupada, temiendo que algo malo hubiera sucedido.

Él salió de su trance y parpadeo repetidas veces, me miro a los ojos, mostrando tristeza y preocupación en estos haciendo que me asustase aún más.   

— ¿Jos?—le llamo Alonso con el entrecejo fruncido.

Jos tragó saliva y sus ojos viajaban de un lado a otro de la habitación evitando mirarme. 

— Tenemos que ir al lago que está en lo más profundo del antiguo bosque.

Antes de que pudiéramos preguntar él nos calló negando con su cabeza.

— Es Bryan. Él se ha cortado nuevamente, Elisa. Dijiste que podrías con él. Ahora mismo debe de estar en lo más profundo del viejo lago y pronto quedará inconsciente.

No necesité ni una palabra más para tele-transportarme a aquel viejo lago, escuchando solo el latido de mi corazón, el cual nunca en mi larga vida había estado amenazando tanto con salir de mi caja torácica.

Miré velozmente a mi derredor intentando (y suplicando) encontrar a Bryan. Vivo. No encontré nada la primera vez que lo intente pero a la segunda vez, logré visualizar un pequeño bulto a las faldas de aquel viejo roble (que me trae tantos recuerdos) así que me acerqué rápidamente mientras luchaba contra las lágrimas que se acumulaban en mis ojos. Escuché pasos detrás mío así que me giré a la defensiva pero no había nada. Sacudí mi cabeza tratando de concentrarme y de no estar paranoica.

Cuando estuve más cerca de aquel bulto, me di cuenta de que eran las pertenencias de Bryan. Apresure el paso a tal grado que incluso yo pensé que caería de bruces contra el suelo.

— ¡Bryan!

Nada.

El silencio reinaba en aquel desolado bosque.

— ¡Bryan!

Nada.

No lo pensé  ni un minuto y me arroje al lago. Nade y nade hasta llegar a lo más profundo de este. Pude ver un cuerpo, y el dueño de aquel cuerpo era Bryan.

Él estaba hecho un ovillo. No se movía, ni un centímetro, cosa que causo que me estremeciera.

Todo esto era mi culpa. Había prometido que lo alejaría de la muerte pero aparentemente lo único que hacía era orillar lo más y más hasta llegar a este punto.

Nada hasta él y lo tomé entre mis brazos mientras nadaba hacia la superficie suplicándole mentalmente que no abandonara este mundo. Lo recosté a las faldas del viejo roble, cerca de donde estaban sus pertenencias. Le cheque el pulso, el cual no lograba sentirlo. Lo miré detenidamente, estaba pálido, más de lo normal... casi parecía uno de nosotros, lo cual era imposible. Apoyé mi oreja sobre su pecho implorando que mi super-oído escuchará sus latidos... lo cual no paso.

Me asuste. Ahora ya no luchaba contra las lágrimas, las cuales ya había emprendido su camino desde mis ojos hasta mi barbilla, si no que luchaba contra la muerte, tratando de salvar a Bryan.

— ¡Elisa!

Alguien gritó mi nombre lo cual hizo que me girara rápidamente hacia donde provenía aquel grito. Eran mis hermanos, venían corriendo hacia mí, mostrando preocupación en sus rostros.

— Alonso, por favor dale unas descargas eléctricas a Bryan, que sea justo en donde se encuentra su corazón.

Mis hermanos se miraron entre sí, temiendo a lo que me refería.  

— ¡Por favor! ¡Se está muriendo!

Alonso se acercó rápidamente hacia Bryan e hizo lo que le pedí.

Una, dos, tres, cuatro, cinco veces y Bryan no reaccionaba. Yo estaba cada vez más histérica. No soportaría aquella situación por mucho tiempo más. Seis, siete, ocho, nueve, diez veces y Bryan ni se inmutaba. Alonso se rindió dándome la mirada del pésame más dolorosa que había sentido jamás.

En estos momentos era una cascada de lágrimas frías y saladas.

Me abalance sobre Bryan... sobre el cuerpo de Bryan. Mis frías lágrimas se impregnaban al agua del lago que quedaba aún en su pecho. Me aferre a su pecho intentando mantenerlo conmigo, tratando de mantener su espíritu, tratando de mantener su esencia por más tiempo, tratando de despertar de ésta cruel pesadilla que el destino tenía planeado como mi vida.

— Elisa, será mejor que llamemos a la madre de Bryan. Ella debe saber lo que... lo que le ha sucedido a Bryan. Merece saberlo. —aconsejo Alan quien apoyó su mano en mi hombro derecho tratando de tranquilizarme.

Lo mire y después mire a mis hermanos y asentí. Ellos realmente sabían lo que yo sentía por Bryan, y aunque él nunca supo realmente quién era yo y quién era él,  yo si que lo sabía. Lo conozco desde que era un niño, era imposible que no me enamorara de él. Siempre ha sido... siempre fue un chico bueno, de buen corazón, de buenas intenciones. Había esperado por él tantos años... y ahora simplemente pasa esto... No puedo creer lo injusta que es la vida... No puedo creer lo injusta que ha llegado a ser MI vida. Es increíble la mala suerte que tengo. Es increíble que simplemente una persona puede causar tanto daño a los de su derredor, que simplemente una persona pueda llegar a ser tan importante para otra, que simplemente una persona pueda llegar a hacerse daño a sí misma.

— ¿Tienes su número? —cuestiono Freddy.

Asentí mientras sacaba mi celular de mi bolsillo trasero, el cual se había salvado gracias a que es sumergible, y se lo tendí a Freddy quien lo tomó y buscó en mi lista de contactos el número de la madre de Bryan, Corina. Y la llamó.

— Buenas tardes, señora... Soy José Alfredo Leyva, amigo de su hijo Bryan... Si, mire... lo que le diré es algo muy delicado. Su hijo ha muerto... Tranquilícese señora... Si, lo sé... Déjeme explicarle...  






-EmSo RaRu

Ella por Él ~Bryan Mouque~ #ConcursoOreoWhere stories live. Discover now