Capítulo XV

96 16 5
                                    

    — ¿Có-Cómo fue que sucedió? —cuestiono Corina, la madre de Bryan, a aquel chico quien le llamó para darle la terrible noticia.


    Con todo aquel horrible suceso, olvido por completo llamar a esos seres quienes seguramente sabrían a ciencia cierta lo que sucedió.

    Corina estaba hecha un mar de lágrimas.

    Ya ni siquiera se molestaba en esconder su terrible malestar. Ya ni siquiera intentaba limpiarse las frías lágrimas que resbalaban por sus definidos pómulos. Ya ni siquiera intentaba ser amable. Ya ni siquiera intentaba mantenerse fuerte.

    Se acabó, pensó. He perdido lo único que me quedaba.

    Freddy, el chico que la llamó, intentaba no mirarle a los ojos.

    La policía y sus agentes también estaban allí. Precisamente, el oficial Miguel estaba a un lado de la señora Corina, haciendo apuntes sobre lo que declaraban para encontrar la verdadera historia del suicidio de aquel chico. Aunque en realidad, con la declaración de la madre bastaba. Ella les contó sobre los anteriores intentos de suicidio por parte de su hijo, y que siempre fallaba pues ella siempre estuvo allí para impedirlo... Hasta aquel crudo día.

    Freddy buscaba ayuda en sus hermanos pero estaba más que claro que ellos, tal como él, no querían estar en su lugar. Sabían cuán doloroso resultaba perder a alguien. Ya lo habían vivido en carne propia.

    Tragó saliva y se apresuró a responder.

    —Lo lamento mucho, señora Mouque. Pero la verdad es que no estuvimos con él en el momento en que sucedió todo esto —volvió a tragar saliva y agregó—. Él fue quien le mandó un mensaje a mi hermana para despedirse de ella—respiro profundamente y por primera vez miró a la madre de Bryan—. Ella logró sacarle información. Logró saber lo que estaba a punto de hacer y en donde lo haría. Pero por desgracia no logramos llegar a tiempo.

    Elisa estaba ahí, escuchando la gran mentira que acababa de crear su querido hermano para salvarles el pellejo. Tanto a él mismo y a ella como a sus hermanos.

    Físicamente estoy bien, pensó Elisa. Pero emocionalmente estoy destrozada.

    Apenas y se notaba que lloraba pero era porque lo que les hizo a sus hermanos le había enseñado a mantener ocultas sus emociones. Sin embargo, estaba llorando y era porque sentía algo por aquel chico al que no logró salvar. Porque sentía algo por aquel chico al que estuvo vigilando desde su nacimiento. Porque sentía algo por aquel chico con el cual no podía estar. Porque sentía algo por aquel chico quien no era precisamente un humano.

    Miraba sus pies, los cuales estaban desnudo debido a que perdió sus zapatillas en el lago, cuando se lanzó en él, llegando a lo más profundo donde estaba aquel chico al que no logró salvar.

    Y ese fue un nuevo golpe en su corazón, recordando le así que había cometido un nuevo error el cual sabía que no era el primero ni el último. Y su madre sería la encargada de recordarse lo todos los días de la miserable vida que le había tocado.

    Ella sabía perfectamente lo que aquello significaba.

    Alonso y Jos estaban a ambos lados de Elisa. Sabían perfectamente que ella no estaba bien y que en cualquier momento caería desmayada, y ellos estaban listos para entrar a su rescate. Y ella lo sabía.

    La madre de Bryan seguía hecha un mar de lágrimas, con la diferencia de que ahora estaba sobre sus rodillas mientras que el oficial Miguel le daba pequeñas palmaditas en su espalda tratando de calmarla pero eso era algo que ella no podía impedir. Ya no lo podía impedir.

    Un veloz Toyota irrumpió en aquel sombrío lugar, rompiendo así la tranquilidad de la tierra porque nadie allí estaba tranquilo solamente el medio ambiente. Hasta aquel momento.

    — ¡Corina!

    Aquella potente voz hizo temblar a Corina, tal y como lo hizo desde la última vez que lo permitió.

    Ella se giró solo un poco y así pudo ver quién era el dueño de aquella voz. Era quien ella tanto amó una vez y que ahora tanto odiaba. Seguía siendo igual de guapo, claro que ahora ya tenía unas cuantas arrugas pero seguía siendo muy guapo.

    Se olvidó por completo de que estaba destrozada y se dirigió a él hecha una fiera.

    — ¿Qué es lo que haces aquí? ¡No tienes ningún derecho a venir!

    Aunque lo ocultaba perfectamente, eso le dolía en el alma. Él seguía amándola. No pasaba ni un día en que no pensará en su familia, en su hijo, en su historia, en ella.

    Ella seguía igual de guapa y mira que esa era su ventaja, nunca envejecía.

    —Por si no te llegó la noticia, yo soy el padre de Bryan y tengo el mismo derecho que tú de estar aquí.

    Él sabía como hacerla enojar. Llevarle la contra con calma. Eso la enfurecía.

    Ella tensó la mandíbula. Sabía perfectamente lo que él quería lograr y no se permitirá darle el gusto así que acepto.

    —Muy bien. Hay mucho papeleo que hacer.

    Y así de rápido soluciono ese problema.

    Ella ya tenía un problema menos, pero aún tenía el corazón destrozado y había perdido lo más importante de su vida.

    Él, en cambio, tenía un nuevo problema. Sus "hijos" estaban allí y eso no era bueno.

    — ¿Es papá?—cuestiono Alan asombrado.

    Los cuatro hermanos giraron sobre sus talones y quedaron igual o más asombrados que Alan. Excepto Elisa.

    —Si. Es él —contestó ella.

    Ellos no sabían la verdad. Elisa sí la sabía.

    — ¿Soy yo o dijo que es el padre de Bryan?—cuestiono Jos quien fruncía el ceño.

    Los hermanos asintieron sin vacilar.

    — ¿Cómo es eso posible? ¿Elisa, eres hermana de Bryan?—cuestiono Alonso.

    A estas alturas ya debía de haberles contado todo, pero ahí estaba ella, desquiciándose por saber cómo contarles a sus hermanos todo de lo que averiguo y que le creyeran.

    —Es una larga, larga historia, chicos —suspiro y negó con la cabeza cuando sus mirando se encontró con la de su padre—. La cual les contaré cuando estemos en casa.






[Capítulo con narrador omnisciente]
-EmSo RaRu

Ella por Él ~Bryan Mouque~ #ConcursoOreoWhere stories live. Discover now