1 - El comienzo

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La alarma sonó más fuerte de lo habitual, o tal vez así lo percibió Marcus. Con un gran esfuerzo logró sentarse en su cama y ver aquel reloj que marcaba las seis y media de la mañana. Tomó su vestimenta y bajó con las pocas ganas de siempre.

En el primer piso, su padre ya estaba despierto leyendo la sección de economía del periódico matutino y sin cara de sueño, algo que Marcus no podía entender aún. Su madre aún no se aparecía, pero supuso que estaba preparándose para su junta de la mañana. La noche anterior no había parado de hablar de eso.

-Buenos días, papa. -Saludó Marcus al entrar en la cocina- Buenos días señora Fisher.

-Hola, hijo. -dijo su padre sin mostrarle demasiada atención, perdido en su periódico- Vamos, come rápido se te hace tarde.

-Toma, Marcus -le ofreció la empleada Fisher- Tu desayuno está listo.

-Gracias -respondió gentilmente.

En el living de la casa, ya se encontraba su hermana Lily lista para ir a su acostumbrada cita con la psicopedagoga Morgan. La mayoría de los que Marcus conocía detestaban ir a citas con psicólogos o psicopedagogos, pero su hermana era diferente, ella amaba ir. Decía que tenía muchas dudas sobre todo y la señora Morgan le daba su punto de vista y, según Lily, eran muy buenos consejos.

-¡Rayos! Voy a llegar tarde. -dijo su madre mirando el reloj. Definitivamente había estado maquillándose para la reunión en su trabajo de venta de bienes raíces. Lucía muy hermosa.

Como todas las mañanas después de desayunar, la familia McIver salía toda junta por la puerta de su casa y subían a sus respectivos autos. Su padre se fue en su propio auto directo a la oficina de venta de seguros en el centro de la ciudad y su madre también haría lo mismo con su reunión, por lo que era responsabilidad de Marcus llevar a Lily a su cita con la psicopedagoga.

-¿Por qué vas esta vez? ¿Acaso no fuiste la semana pasada? -preguntó Marcus una vez adentro de su auto nuevo.

-Pues iré a preguntarle algunas cosas sobre mi déficit atencional. He reprobado muchos exámenes este año. -respondió Lily.

-¿Déficit atencional? Lily si soltaras tu móvil de vez en cuando en clase aprenderías y no reprobarías nada.

-¡No estoy con el móvil en clase! -replicó indignada.

-Está bien, no te alteres.

El consultorio de la doctora Morgan estaba relativamente cerca de la casa de los McIver, sólo a unas cuadras de distancia. Aparentemente Lily no iría a la escuela hoy y Marcus pensaba que todo era un plan para poder faltar a clases, pero no le importó. Dejó a su hermana en el consultorio y, una vez que la mujer pelirroja hizo entrar a Lily, aceleró y partió hacia la escuela.

Estacionó su auto en un lugar libre cerca de la escuela, algo que pasaba no muy a menudo. Cuando salió de su automóvil e hizo sonar la alarma, unas risas burlonas de unos chicos le llamaron la atención. Una vieja camioneta intentaba aparcar en un espacio muy reducido sin éxito y todos se burlaban de quien manejaba. Marcus sabía quien conducía la vieja camioneta, era Jessica Burns, la extraña chica de la que todos se burlaban. La muchacha, al ver que no podía aparcar, sumado a su poca experiencia de manejo y las burlas, decidió retirarse rápidamente del lugar.

-Oye, detente. -dijo haciendo señas para que la chica frenara la camioneta frente a él.

-¿Vas a burlarte también? -dijo ella a la defensiva desde la ventanilla.

-Claro que no, voy a ayudarte ¿Ves ese árbol cerca del cartel de enfrente? -Explicó Marcus señalando- Allí suelo estacionar, hay mucho espacio. Ve ahí.

Tan Cerca - Serial killerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora