Bueh, aquí publicare pequeñas historias de la pareja MikuxLuka o NegiToro como quieran llamarle ( ͡° ͜ʖ ͡°)
Los relatos no tienen ningún orden cronológico. :v
En fin, lean esto porque...si(?
Aparte de que no he leído un libro de estos One-Shots :v
...
Luka durante toda su vida ha tenido clases en casa, no por eso era antisocial, es más tenía amigas, va a un club de lectura y pues así hace amigos nuevos, el único problema es que era muy traviesa y hacia que los maestros pierdan la paciencia y renuncien. Tenia un maestro para cada asignatura.
Hoy llegaba la nueva maestra de matemáticas, la anterior se había ido porque le jugó una "inocente broma" pero creo que llenarle el cabello de pegamento y ponerle confeti no era muy lindo.
-Je je...-Luka río porque ya tenia un sin fin de bromas preparadas para la nueva profesora.
Cuando se abrió la puerta, Luka se quedo sin habla, esa mujer era demasiado hermosa para ser real, con una curvas envidiables, ojos enigmáticos y atrayentes, alta y esos tacones rojos la hacían mas alta, cabello exótico y rostro de ángel.
De repente sintió sus mejillas arder por la mirada fija y penetrante de aquella preciosidad.
-Buenas tardes, señorita Megurine.-Dijo con tranquilidad, Luka balbuceo toda roja y de forma casi patética.-Mi nombre es Hatsune Miku, no me trates de usted, con solo Miku basta.
-B-Buenas T-Tar-Tardes.-Luka bajo ligeramente la cabeza, su voz era suave pero ese tono autoritario simplemente la dejo intimidada.-¿Cu-Cuantos añ-años tiene...digo tienes?
-Veintidós, su padre supuso que era mejor contratar a alguien con edad similar a su hija para congeniar.-Miku se sentó en el escritorio, viendo fijamente a Luka.
-A-Ah...-Luka se sentía nerviosa, su rostro ardía demasiado y su estomago estaba revuelto.
-Bueno, tengo que comenzar la clase, ¿en donde te quedaste?
Hací pasaron las dos horas, con una clase sin ninguna interrupción, eso siendo muy raro viniendo de Luka, que solo atendía con mucho esfuerzo, su maestra simplemente la dejaba fuera de juego.
En estos momentos Luka estaba en la puerta principal de su casa, despidiéndose de la maestra, algo raro también.
-Nos vemos mañana, Luka.-Susurro Miku relamiéndose los labios, para deleite de Luka que solo asintió de forma torpe.
Cerro la puerta con llave y con prisa subió a su habitación, sintiendo no solo su cara, sino también su cuerpo arder, al llegar se encerró.
Se recostó en su cama, jadeaba, se sentía raro, su mano inconscientemente fue a su cuello, masajeo lentamente y suspiro, una imagen de la maestra encima de ella la hizo gemir, con sus manos temblorosas desabrocho los botones de su camisa sin mangas, toco sus hombros, su piel estaba hirviendo.
Su camisa y sostén en un abrir y cerrar de ojos ya no estaban, sus manos acariciaban la piel con lentitud, torturándose, tocando con brusquedad sus pezones duros pensando que la maestra los chupaba y mordía, débiles gemidos escapaban de sus labios rojos, su mano llego hasta su falda, la levanto y acaricio sus temblorosos muslos.
-Miku...Miku...Miku...-Gemía sin control cuando sus dedos acariciaron su sexo húmedo y palpitante que se sentía aun por encima de las bragas, Luka sentía una presión placentera en las caderas y el vientre, gimió cuando hizo a un lado la tela, pensando que eran otras manos las que acariciaban, pero otra vez solo era ella en un placer solitario, el contacto directo la hizo chillar.
Su mano libre apretaba su necesitado pecho, los movimientos rápidos sobre su sexo hacían que se estremeciera, los gemidos cada vez mas fuertes, minutos de caricias propias, susurros del nombre de su profesora, su espalda arqueada la llevaron a un límite que nunca imaginó, explotando de forma placentera y devastadora, cayo rendida y jadeante.
Vio sus dedos cubiertos por sus fluidos, se sonrojo, nunca creyó que fuera capaz de eso, porque nunca le había interesado conocer su propio cuerpo, tampoco tener alguna experiencia sexual pero ahora anhelaba tener el caliente cuerpo de su maestra encima con una sonrisa morbosa en el rostro angelical de la mayor, Luka lanzo un tembloroso suspiro y pensó en lo mal que la pasaría cuando vuelva a ver a esa hermosa mujer.
Con un débil quejido fue a darse una ducha, estaba sudada y la ropa que le quedaba era un desastre, sobre todo sus bragas completamente húmedas.
Nunca pensó en seducir a un profesor, todos tenían arriba de cuarenta años, pero Miku tenia sensualidad hasta en sus codos.
-Preparate Hatsune.-El murmuro solitario la hizo sonreír, su maestra la iba a follar, si o si.
No importaba cuanto tiempo llevara, su maestra estaría entre sus piernas como sea.
