MALDITO MENTIROSO (Suspendida)

Capítulo 29 "Un vacio que duele"

Capítulo 29

"Un vacio que duele"

Me arreglé un poco y me paré frente a la ventana para esperar a Liam. Cuando lo vi llegar y él se bajó del coche, le hice una seña para que me esperara.

-deséame suerte – le di un medio abrazo a Eva.

-él va a entender amiga, no es un necio.

-eso espero.

Salí y Liam me esperaba apoyado en el auto, con los brazos cruzados sobre el pecho y su sonrisa sexy en los labios.

-hola nena – dijo y me abrazó – te eché de menos.

Me hundí cerca de su cuello y traté de absorber su perfume. No quería ser negativa, pero quizás después de lo que le tenía que decir, no volvería a tenerlo así de cerca.

Se separó un poco y acarició mi mejilla con su nariz, trazando una línea, hasta que nuestros labios se encontraron.

Agarré sus mejillas con mis manos y me fundí en su boca. Quería consumirme en ese momento y olvidar todo lo que nos rodeaba.

Tomó mi espalda con las palmas abiertas, abarcando buena parte de ella. Aun con varias capas de tela entre sus dedos y mi piel, podía sentir el calor de su tacto.

Se apartó un poco para mirarme y cuando nuestros ojos se encontraron, la sonrisa se le desvaneció. Nos quedamos unos instantes así y su expresión se ensombrecía cada vez más.

-¿no lo dejaste verdad? – me tomó por los hombros y su mirada me quemaba.

Lo único que fui capaz de hacer fue negar con la cabeza.

Él se alejó un poco más de mí y se pasó ambas manos por su cabello medio rizado, desviando sus ojos lejos de los míos y exhalando con fuerza.

-lo lamento Liam – dije con la voz quebrada.

-¿lo lamentas? ¿Eso es todo? – me miró con los ojos muy abiertos, manteniendo sus manos en la nuca.

-intenté dejarlo, pero no pude.

-¿y que pasa conmigo? No puedes dejarlo a él, pero si puedes seguir conmigo a escondidas... ¿no creíste en nada de lo que te dije o lo pensaste mejor y te diste cuenta que nunca voy a llegar a ser bueno para ti? – su tono era cada vez más severo.

-ninguna de las dos cosas. Pero él me necesita ahora, no puedo dejarlo solo.

-yo también te necesito Hannah, te necesito conmigo y para mí. No puedo compartirte, no puedo estar en el segundo lugar, no lo soporto, pensé que podría, te juro que lo creí, pero me es imposible. Casi enloquezco estas horas pensando en que estabas con él, en que te tenía cerca en que... siquiera te pudiera tocar – dijo dando unos pasos lejos de mí.

-hace una semana dijiste que ibas a esperarme, que me darías tiempo a que tomara una decisión.

-y tu hace unas horas dijiste que te quedarías conmigo, ¿lo interprete mal o eso significaba que lo ibas a dejar?

Cambié de posición y me recosté sobre la puerta del coche.

-no interpretaste mal, lo iba a dejar, pero no pude. Está pasando por un momento difícil y me necesita.

Camino un poco por la acera y volvió hacia mí, quedándonos frente a frente.

-dime la verdad ¿no puedes o no quieres? Porque tengo la sensación de que tu elección es Oliver. Recuerdo bien el día que me hablaste de él y de lo bueno que era para ti.