Capítulo 7: "Ilusiones que nacen...y se deshacen"

280 34 17
                                    


Capítulo 7

"Ilusiones que nacen...y se deshacen"

Nos seguimos besando por un largo rato, nos acariciamos, nos miramos, nos sonreímos. El ambiente estaba cargado de ternura, todo lo contrario a lo que me había imaginado, supuse que un beso de Liam era sinónimo de excitación y desenfreno, pero me equivoqué, sus besos eran suaves y cálidos, aunque no por eso dejaban de ser adictivos y apasionados.

Supongo que lo que me dejo positivamente perpleja, era la manera en que él estaba manejando la situación. No tuve que estar peleando por alejar sus manos de sitios inadecuados para una primera vez, eso me agradaba, era muy respetuoso, quizás un poco en exceso.

Mis labios estaban hinchados de tanto frotarlos contra los suyos, pero aun así, no quería tomarme un descanso, era demasiado exquisito. Besar esos labios voluminosos, se sentía como comer tu comida favorita en un momento de mucho hambre o como tomar una coca bien helada una tarde de verano, como quitarte los tacones muy altos y pisar el suelo frio luego de una noche intensa de fiesta... creo que no podría definir con exactitud a cuál de todos los placeres de la vida era comparable con estar saboreando su boca, quizás lo que más se acercaba, era hacer una sumatoria de todo lo que disfrutaba, reunido en una sola acción...besarlo.

Liam se alejó un poco y me miró a los ojos, con mucha tranquilidad.

-¿estas cansada? – preguntó en un susurro.

-no, podría estar horas de esta forma y no me quejaría.

-creo que estás leyendo mi mente, porque pensaba exactamente lo mismo. Hace un año atrás, si alguien me hubiese dicho lo que se siente estar de esta forma contigo, no hubiese dudado en esperar tanto tiempo por ti, realmente vales la pena.

Le sonreí agradecida por el cumplido, me pregunté si era alguna frase que utilizaba con frecuencia, pero enseguida aleje de mi mente esos pensamientos. No quería que mis conjeturas arruinaran este momento. Tendría tiempo en la mañana, de pensar en lo que había hecho.

A penas pensé la palabra mañana, recordé que había que asistir a clase en pocas horas. Mire el reloj para saber cuánto nos quedaba antes de que la burbuja se rompiera. Habían pasado unos minutos de las de la mañana. Las horas se habían escurrido como agua entre los dedos. ¿Porque siempre era así? ¿Por qué los malos momentos eran eternos y los buenos pasaban tan rápido?

Liam se enderezo cuando mire la hora, hubiese deseado ser más disimulada, lo último que quería era incomodarlo y mucho menos que pensara que era una forma elegante de pedirle que se fuera, a decir verdad, quería que se quedara conmigo, pero era demasiado pedirle algo así. No pretendía que esto fuera solo una noche fugaz. Si dejaba algo pendiente entre nosotros, quizás el vendría por más, en cambio, si le daba todo de una sola vez, iba a aburrirse y buscar otros horizontes. La sola idea de él en brazos de otra chica me hacía doler el pecho, seguramente el alcohol corriendo por mis venas, potenciaba mis repentinas ganas de tener a Liam.

-ya esta tarde nena, mejor me voy – su expresión era una sombra, sentí una punzada de esperanza, quizás a él le estaba pasando lo mismo que a mí.

-no quiero que te vayas – dije con ansiedad cuando se paró.

-yo tampoco quiero irme, créeme. Pero me odiaras en un par de horas cuando las ojeras no se puedan ocultar debajo de esos preciosos ojos grises – me acaricio la mejilla, llevando un mechón de cabello detrás de mí oreja.

Me pare imitándolo y me abrace a su cintura, elevando mi cabeza así lo podía ver desde abajo. Era todo tan extraño, cualquiera que nos hubiese visto, diría que éramos una pareja o que jamás había existido la apatía entre nosotros. Incluso a mí me costaba creer que esa misma tarde lo había echado de casa, el mismo lugar que ahora no quería que abandonara.

MALDITO MENTIROSO (Suspendida)Where stories live. Discover now