Capítulo 40

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 – Lo siento, ¿Si?

 – ¡No haces nada con eso! ¿Por qué no me avisaste?

 – Oh, Lorelay, cálmate. Se debe haber olvidado, tu sabes cómo es ella. – trata de calmarme mamá.

 Gruño en desesperación y me dejo caer con pesadez en el sillón de papá.

 Addie vino a casa hoy a buscarme y, mientras hacíamos tiempo leyendo la revista Gossip, me admitió que fue ella quien subió la foto de Derek y yo a twitter. Dijo que me iba a avisar, pero se le olvidó. No estoy enojada, pero no entiendo cómo no se le ocurrió decirme. O sea, ¡Ahora todo el mundo anda rebuscando en mi vida privada! Juro que todavía no entiendo qué pasa por la mente de esas personas para querer saber sobre mi vida. ¡Es que no tiene nada de interesante! O sea, la vida propia es interesante para uno mismo ¡No para que otra gente quiera husmear!

 – Lo siento, Lori. – se disculpa sumisa.

 Suspiro con resignación.

 – Está bien, Addie. Te perdono solo porque sé que tienes un millón de cosas nuevas en tu cabeza por que preocuparte – comento sin pensar.

 Un segundo después, me doy cuenta de mi enorme error. Addie me mira con terror y frunce sus labios, sabiendo que mi mamá no la puede ver porque le está dando la espalda. Ella nos mira con curiosidad.

 – ¿Qué cosas?

 Mi prima se aclara la garganta.

 – Oh, uhm... tu sabes, tía. Todo esto con Robbie – dice con una risa nerviosa.

 Mamá sabe que ellos tuvieron una noche juntos, pero no sabe sobre el embarazo.

 Asiente con la cabeza y vuelve su vista a la computadora. No hace ningún comentario, pero sé que no le creyó del todo. Le dirijo una mirada de disculpa a Addie y ella me hace un gesto con la mano, como restándole importancia; sé que es porque ahora estamos a mano.

 Maddison saca su celular para mirar la hora y me hace un ademán hacia afuera.

 – Deberíamos ir yendo. – recomienda.

 – Ve al auto y espérame.

 Ella asiente y saluda a mi mamá con un beso en la mejilla antes de salir. Hay un par de dudas que tengo sobre mi querida madre y ya no puedo aguantar el interrogarla. Me levanto lentamente y me acerco hacia el escritorio, colocándome justo en frente. Mamá no rompe la conexión visual con la pantalla de la computadora al hablar.

 – ¿Qué pasa mi amor?

 – Me gustaría preguntarte un par de cosas antes de irme a lo de Zack.

 Clickea un par de veces antes de despegar los ojos del aparato y mirarme con una sonrisa.

 – Dispara.

 Oh. Aurora le pegó la costumbre.

 – Uhm... primero que nada. ¿De dónde conoces a la mamá de Thomas?

 Frunce el ceño.

 – ¿La mamá de Thomas?

 – Johanna Parker.

 Al salir las palabras de mi boca, su expresión de confusión cambia a una totalmente a una cariñosa y sonriente, aún más que antes.

 – ¿Cómo sabes que conozco a Johanna antes de que haya venido aquí el día de tu vuelta?

 – Ella mencionó algo hace tiempo.

 – Veo... siguiente pregunta.– responde evasiva.

 – ¿No vas a responderme?

La vida de LorelayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora