CAPITULO 32-DYLAN

32 4 4
                                    


DYLAN



Ya van casi cuatro días que estamos buscando a Nerissa y todavía siento que acabo de salir de la mansión es como estar dando vueltas en círculos. Les dije a los chicos que debemos parar para comer algo, descansar y talvez de alguna forma milagrosa ubicarnos bien.

Aun siento que algo está bloqueando nuestras conexiones, pero ya puedo estar seguro que no es ella, pero de vez en cuando siento algún dolor en mis muñecas o en mi espalda y puedo decir con seguridad que ninguno de estos dolores es mío; son de Nerissa. Esa maldita la está torturando y eso no me ayuda en absoluto para pensar con claridad porque mi juicio en este momento está nublado por la rabia que siento, hasta creo que mis dientes se han desgastado demasiado de tanto que he apretado la mandíbula en estos días.

Estamos descansando en una caverna que encontramos y que creo que hemos pasado enfrente de ella muchísimas veces, aunque con lo desorientado que me siento todo me parece lo mismo y mi desesperación solo incrementa más. Hace dos días mandamos a uno de nuestros chicos de regreso a la mansión para que actualizara a Nereo de la situación y nos trajera algunas provisiones extras, pero regreso en menos de doce horas, sumamente exhausto y mucho más desubicado de cómo se fue, nos dijo que jamás pudo avanzar más allá de cierto tramo. Así que eso valido aún más lo que me temía; que esta no es más que una trampa que nos ha tendido Ahez y nosotros como unos idiotas caímos con tanta facilidad. Me siento como un maldito ratón al que le construyeron una rueda para que se distraiga y en el proceso que claudicara a causa del cansancio, bueno sí; me siento morir.

Esto es algo sumamente raro en nosotros, ya que nos cansamos con facilidad en nuestra verdadera forma, aunque mi teoría es que aparte de este hechizo ella está absorbiendo mucha de nuestra energía y eso les juro que hace cosas a la mente de cualquiera.

Así que decido tomar una siesta en un rincón lejano de la caverna y delego el mando a uno de mis mejores oficiales. Mis parpados ya ansían estar juntos nuevamente, aunque dudo mucho que sea la misma necesidad por la que estoy pasando al no tener a Nerissa a mi lado, por fin la encuentro después de una vida de solo anhelarla y me la arrebatan; Ahez está sumamente equivocada si cree que seré piadoso y benevolente porque no será así, ella está lastimando y jugando con lo que más atesoro en esta vida, así que la hare pagar por cada dolor que ha hecho pasar a Nerissa.

Por fin llega el tan ansiado sueño, pero aun siento como si estuviera despierto, mejor dicho, estoy soñando que estoy en la caverna; bueno eso creo no estoy muy seguro de todo esto porque aún sigo acostado en el suelo donde me recosté hace un momento, pero esta vez mi aleta ya no está, en su lugar están mis piernas y un pantalón. Así que decido levantarme, porque tengo un buen presentimiento de este sueño extraño, merodeo por la caverna y definitivamente estoy solo.

-Dylan el más persistente de mis hijos- Escucho una voz que proviene de detrás de mí en la caverna, allá en la parte donde los rayos del sol no alcanzan a llegar. ¿Me llamo hijo?

-¿Quién está ahí?- Pregunto temiendo la respuesta. Aunque mi corazón me dice que no debo temer, aunque la razón es algo traicionera o tal vez temerosa.

-Acércate, no tienes por qué temer hijo mío- De nuevo esa voz melodiosa. Pero ¿cómo si quiera sabe mi nombre? Aunque este sea mi sueño yo debería de elegir quien deba saber mi nombre y quien no ¿No es así?

Así que como en las clásicas películas de terror me acerco hacia donde escuche la voz, pero lo que en realidad debería de estar haciendo es pensar como saldremos de la trampa de Ahez y no estar soñando con voces de mujeres, que sinceramente es muy linda su voz.

Y ahí desentonando con absolutamente todo en nuestro entorno se encuentra esta mujer que emite luz, casi puedo tocar el aura de ternura y amor que emite de ella, me hace desear abrazarla como si fuera la madre que no había conocido en toda mi vida ¿Acaso ella será nuestra Diosa? ¿Porque siquiera ella se tomaría la molestia de presentarse en el sueño de alguien tan inútil como yo?

-Tú no eres inútil hijo mío, al contrario, eres de mis más grandes orgullos. Y contestando a tu pregunta; si soy tu Diosa y creadora- Si es ella, es mucho más hermosa de lo que alguna vez imagine.

-Creo que estas un poco confundido de que es lo que hago aquí contigo. Pero la realidad es que necesita un poco de ayuda en este viaje que emprendiste- Lo que me vendría bien seria poder decir siquiera una palabra, ya que estoy aquí como una estatua todo pasmado y con los ojos como platos.

-Necesitaría un regimiento entero mi señora para poder encontrar a Nerissa- Le digo lo primero que me viene a la mente y creo que no fue lo mejor que pude haber dicho.

-Tal vez si sea verdad hijo mío, pero por el momento te aseguro que solo necesitaran ver aquello que ha sido oculto a sus ojos por aquella que desea retrasarlos- Sabia que algo tenía que ver Ahez en todo esto, porque podría jurar que seguimos donde empezamos

-¿Dónde estamos exactamente mi señora? Por qué no hemos podido avanzar más allá de esta cueva, me siento como aquellos peces que adornan los estanques construidos por el hombre- Y con mucha más frustración y enojo por saber a mi Ner herida

-Tu corazón jamás te ha mentido hijo mío y es el mismo corazón tan tenaz que te condujo a Nerissa. Así que te pediré hijo mío que en este viaje más que en ningún otro que harás en tu vida te dejes guiar por él; tus ojos podrán mentir y engañar a tu mente, pero tu corazón siempre te conducirá con tu otra mitad. Y claro que no solo te dejare con este consejo, aquí tienes esto, les ayudara a ver más allá de la razón misma- Me entrego una concha blanca con un tenue color rosado la cual contiene alguna especie de crema ya que al tacto es algo espesa.

-Solo úntenla en su frente antes de salir de aquí al amanecer. Recuerda siempre escuchar a tu corazón- Me toma las manos, sus manos son tan suaves y tan cálida.

-Y Dylan ella espera por ti; siempre ha esperado por ti, aunque ella no lo haya sabido aún. Por cierto, has uso de esos dientes que te ha dado Nereo, serán de mucha ayuda cuando llegue el momento- Antes de que siquiera me pueda dar cuenta ella se desvanece enfrente de mis ojos con solo un pestañeo.

Despierto después de darme cuenta de que se ha desvanecido mi Diosa y de nuevo estoy en la cueva con mi aleta donde debió de haber estado siempre. Reparto el ungüento a todos los que me acompañan, aunque mi señora me había dado una pequeña cantidad, parecía jamás acabarse; todos alcanzamos.

Di instrucciones precisas de él porque debían de untarse esto en la frente, así como indiqué a todos de jamás dudar en usar los dientes con responsabilidad en cualquier situación, pero siempre les hice hincapié en que ellos sabrían el momento preciso en que debían usarlo.

Necesito adentrarme en el mar más allá de esta barrera que nos han impuesto para traer de vuelta a mi alma gemela. Todos comimos algo antes de levantar el mini campamento que habíamos instalado, entre más rápido comenzáramos sería mejor para todos y ahora sé que no estamos solos en esta jornada.

Salimos de la cueva decididos a por fin detener a esa maldita bruja de sus tantas injusticias y atrocidades. Esto no se va a quedar así, te lo juro Ahez. Te lo juro como también te podría jurar que te iras directo al maldito infierno y será por mi propia mano.

NERISSA: EL LLAMADOWhere stories live. Discover now