CAPITULO 18

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-¿En algún momento viste la piedrita de tu pulsera brillar?-Que bueno que lo menciona porque no recordaba esa parte, es que realmente Dylan distrae mis pensamientos, asentí en afirmación.

-Bueno es la misma que tengo yo – me dejo ver su pulsera- así como todos en la comunidad, te la di para que pudieras encontrar tu camino hacia mí así como representa que eres parte de la comunidad del mar. Anoche yo estaba en la playa y tu llegaste de la nada, me besaste, no es que me queje pero no creí que estuvieras despierta a esa hora y hablaste en sireno, me dijiste que me habías buscado toda tu vida, que la inmensidad del mar no podía ser llenada con el amor que sentías- cuando Dylan termino de hablar estaba un poco apenado, con ese rubor hermoso que se crea en sus mejillas hasta alcanzar sus orejas, no cabe duda que lo amo.

-Pero ¿Cómo puedo hablar una lengua que jamás he escuchado o siquiera estudiado?-creo que tendré muchísimas preguntas de aquí en adelante.

-Es parte de quien eres Ner, de lo que somos, está en nuestro ser, a partir de hoy descubrirás mucho de ti nena-dijo Dylan con una gran sonrisa en su cara, así es como no derretirse por el.

-¿Y después de que me encontraste en la playa, que paso?- porque aún no me explicaba como llegue hasta su dormitorio, Dios, solo de pensarlo me ruborizaba y me daban ganas de meter mi cabeza en un hoyo profundo en la tierra.

-Bueno creo que todo eso para ti fue demasiado y simplemente te desmayaste, me asustaste nena, realmente lo hiciste. Mi casa era la mas cercana así que te lleve en mis brazos y le explique a mis padres lo que paso, claro ellos ya sabían acerca de ti, bueno de nosotros. Te lleve a mi cuarto, mamá te ayudo a cambiarte y yo hice mi camino al sillón-bueno era un alivio saber que él no me vio desnuda, pero llego a mi más vergüenza saber que su madre me ayudo a cambiarme, creo que será un poco incómodo la próxima vez que vea a su madre.

-Para mí ha sido una tortura-prosiguió Dylan- todo este tiempo fingiendo no estar tan interesado, pero mis padres me dijeron que era la mejor manera de llevar esto a cabo, porque no quería asustarte y mira lo que paso. Pero te juro que desde el momento en que entre en ese salón en la universidad no quería dejarte ir nunca más. Eres más hermosa que cuando te veía en mis sueños. Ner, nena quiero que sepas que te amo y nada, ni nadie podrá alejarme de ti, siempre, escúchalo bien, siempre estaré para ti- Esto era una completa revelación para mí, podía sentir mis emociones embriagarme, subían a través de mi como burbujas histéricas queriendo salir y explotando dentro de mi llenándome de euforia pura. Ahora podría decirle que es correspondido pero las palabras parecen poco significativas. Lo bese, así podría sentir a través de mis labios lo que él le hacía a mi corazón y a mi alma, hacerle saber la necesidad que tengo de él, lo feliz que me hace, que ha quebrantado y derribado el maldito caparazón que a través de este año había creado. Estoy aquí vulnerable ante él dejando caer todas las paredes, confiándole mi corazón, porque lo amo.

-Hrmm Hrmm- escuche que alguien se aclaraba la garganta y solo supuse que era mi madre, terminamos nuestro beso y ambos estábamos ruborizados, no sabría decir si era por nuestro beso o porque mi madre nos haya visto.

-Ya veo que todo va bien-dijo mi madre, con una sonrisa en su cara y algo de picardía en su voz, no pasaba nada desapercibido por el radar de mi madre.

-Sí, todo bien- dije en nadie en particular, ya que mis ojos se negaban a dejar de ver los de mi amor, de mi Dylan.

-Bueno Dylan, tienes que regresar a casa a empacar, ya les di a ellos todas las indicaciones necesarias, nos vemos en dos horas- dijo mamá algo autoritaria y de que va todo esto, ellos saben algo que yo no, y ya no entiendo nada...

Para variar.

-¿Empacar? ¿A dónde vamos? No entiendo nada- dije claramente desconcertada.

NERISSA: EL LLAMADOWhere stories live. Discover now